El balance de los incendios que han azotado Grecia en las últimas semanas es desolador: ochenta y ocho muertos y miles de afectados por la catástrofe natural. Sin duda, Mati, un pequeño pueblo en la costa este de la región de Attica, fue una de las zonas más castigadas por el fuego. Casi 2.000 casas calcinadas, cientos de comercios destrozados y miles de familias rotas son el resumen del infierno ocurrido este verano. Hace unos días, los príncipes Pablo y Marie-Chantal de Grecia visitaron la localidad de Mati para mostrar su solidaridad con los vecinos de esta zona devastada. La pareja real llevó consigo a sus tres hijos mayores: los príncipes Olympia, Constantino y Achileas. La familia real griega quedó conmovida por el horror tras los incendios y, discretamente, habló con numerosos afectados y voluntarios que ayudan a reconstruir la zona. En ningún momento quisieron ser retratados o publicitar su visita al “kilómetro cero” de esta tragedia griega.
Cuando se desató el incendio, la familia real griega se encontraba de vacaciones en el país. Al día siguiente de que se realizara el primer balance de víctimas, tanto el príncipe Pablo como su mujer, la princesa Marie-Chantal, publicaron mensajes de solidaridad con el pueblo griego en sus cuentas de Instagram. Poco después, y sin querer llamar la atención, se trasladaron hasta Mati, una zona paradisíaca de Grecia, muy popular entre los niños en verano, que ahora ha quedado enterrada entre humo y cenizas.
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Ha sido un verano atípico para Pablo y Marie-Chantal de Grecia, y no solo por los incendios. La pareja real también interrumpió sus vacaciones para participar en un homenaje a la filántropa griega Marianna Vardinoyannis, que se celebró hace unos días en el pueblo de Ermioni, en el Peloponeso. Vardinoyannis es una defensora mundial de los derechos humanos y la protección de la salud y el bienestar de los niños, además de embajadora de buena voluntad de la UNESCO. La heredera, miembro de una de las dinastías más famosas de Grecia, recibía un reconocimiento por toda su labor y los príncipes quisieron estar presentes. Al acto en Ermioni no solo acudieron Pablo y Marie-Chantal, sino también la Reina Ana María y su hijo el príncipe Nicolás. El gran ausente fue el Rey Constantino II. Durante la celebración del homenaje a Vardinoyannis, ocurrió un momento histórico: Pablo, que es príncipe heredero, saludó muy cordialmente a Prokopis Pavlópulos, actual presidente de la república griega. Los fotógrafos que cubrían el acto se apresuraron a retratar el instante, que vino a escenificar las buenas relaciones entre la familia real griega y las autoridades de su país.
Cabe recordar que la monarquía griega fue abolida por un referéndum en 1974, iniciándose así el largo exilio de la familia real. La primera vez que el Rey Constantino pudo pisar suelo griego tras su partida fue en 1981, para asistir a los funerales de su madre la Reina Federica, que se llevaron a cabo en el cementerio familiar del palacio de Tatoi. Cuatro años después, el líder de Nueva Democracia, Constantinos Mitsotakis, quien luego llegaría a primer ministro, reconoció que el referéndum del 74 había sido poco justo, ya que entonces no se le había permitido al monarca realizar en persona una campaña en Grecia. Desde entonces, la familia real ha ido limando las asperezas con los diferentes gobiernos de su país. En la actualidad, los Reyes Constantino y Ana María viven en Porto Jeli, una región costera del Peloponeso, y su hijo el Príncipe Nicolás reside en Atenas. El Príncipe Pablo, que es el heredero, visita cada verano diferentes puntos de Grecia en compañía de su familia.