De la nostalgia de Rania al gesto 'rapero' de Hussein, así fue la graduación de Salma de Jordania

“Todos crecen pero tú nunca serás los suficientemente mayor en mi corazón… Increíblemente orgullosa de ti, hoy y siempre”. Rania de Jordania ha dedicado estas palabras a la pequeña de sus hijas, la princesa Salma, en el día de su graduación. Sin embargo, este mensaje casi se ha visto eclipsado por la divertida anécdota del día. Atención al momento protagonizado por la Princesa y por su hermano, el príncipe Hussein, sobre el escenario.

Salma de Jordania, que el próximo septiembre cumplirá los 18 años, cerraba una etapa al terminar sus estudios en la Academia Internacional de Amman, el paso previo antes de su vida como universitaria. El elegido este año para entregar los diplomas en la IAA ha sido el Príncipe Heredero, toda una excepción ya que Hussein cada día tiene mayor presencia en la vida política de Jordania y una apretada agenda, tanto nacional como internacional.

El príncipe Hussein fue estrechando la mano y  entregando uno a uno los diplomas a todos los compañeros de clase de su hermana pero cuando llego Salma el momento obviamente fue especial. Los príncipes se tomaron su tiempo e hicieron el saludo familiar, ese que normalmente queda reservado para el interior del palacio. Un gesto, con un toque rapero, que terminó en un abrazo; mientras la pantalla del fondo mostraba una imagen de Salma cuando era pequeña.

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La princesa Salma vivió la celebración en familia, tal y como mostró la Reina en sus redes sociales, pero con una significativa ausencia la de su hermana mayor, la princesa Iman, que después de graduarse en esa misma academia, está estudiando en la Universidad de Georgetown, Estados Unidos.

Rania de Jordania, que días antes de la graduación ya comenzó a sentir nostalgia y así lo mostró con una imagen del que fuera el primer día de colegio de Salma en sus redes sociales, vivió con mucha emoción este momento y se encargó de que su pequeña estuviera perfecta. Es la tercera vez que los Reyes de Jordania afrontan este momento en el ven como uno de sus hijos se dispone a abandonar el nido. Ahora solo queda el pequeño de la casa, el príncipe Hashem, de trece años.