Inesperado fin de fiesta para Ernesto de Hannover. Según ha podido saber HOLA, durante los tres días de fiesta en Lima por la boda de su hijo con Alessandra de Osma, el jefe de la casa Hannover tuvo que ser ingresado en la Clínica Delgado de Lima tras sentirse indispuesto. De hecho, el mismísimo novio tuvo que abandonar la celebración para acudir al hospital y comprobar personalmente cómo se encontraba su padre. Lo más destacado, sin embargo, fue que Pierre Casiraghi, hijastro del príncipe, hizo el relevo a Christian y se trasladó al centro médico para quedarse toda la noche cuidándole. Muy probablemente, Andrea Casiraghi no hizo ese turno porque fue el último en asistir a las celebraciones.
Ernesto de Hannover asistió a la ceremonia religiosa en la Basílica Menor y Convento de San Pedro en el centro de la capital peruana y, más tarde, al almuerzo en el Club Nacional y el cóctel en la casa Berckemeyer, celebrado el viernes. El sábado, que finalizaban las celebraciones con la fiesta de largo en el Museo Pedro de Osma, fue cuando se encontró indispuesto y tuvo que ser ingresado por intoxicación alimenticia. Al día siguiente, el domingo 18 de marzo, el padre del novio aún no había recibido el alta hospitalaria.
En abril del pasado año, Ernesto de Hannover fue operado de urgencia para someterse a una cirugía vascular de urgencia. La expareja de Carolina de Mónaco tuvo que ser trasladado en helicóptero hasta la clínica Feldkirch, en Austria para ser intervenido urgentemente en el Departamento de Cirugía Vascular del doctor Wolfgang J. Hofmann, especialista en el tratamiento de venas estrechas u obstruidas.
Su aparición en la boda, inesperada para muchos, ha tenido mucho significado después de las últimas incidencias familiares, y es que en esta ocasión el príncipe Ernesto sí da su aprobación al enlace de los príncipes Christian y Alessandra. No fue así en la boda del pasado mes de julio de su hijo mayor, el príncipe Ernst August, con su hoy esposa, la princesa Ekaterina, en Marienburg, el imponente castillo familiar, todo un emblema de la Baja Sajonia. El príncipe Ernesto se opuso públicamente al matrimonio en las vísperas de producirse y no asistió.