Miguel I de Rumanía tenía sólo 6 años cuando fue proclamado Rey de los rumanos. Su abuelo, el rey Fernando I, acababa de morir dejando un testamento que ordenaba la creación de un Consejo de Regencia después de que el heredero Carlos, padre del joven Miguel, huyera con su amante judía. Este 5 de diciembre, a los 96 años de edad, Miguel I de Rumanía, retirado de la vida pública desde marzo de 2016 a causa de una leucemia crónica, ha muerto en su casa de Ginebra.
"Su Majestad el Rey Miguel I murió hoy, 5 de diciembre de 2017, a las 13.00 (11.00 GMT), en la residencia privada de Suiza", señaló en un comunicado de prensa la Familia Real, que desde el pasado 10 de noviembre venía alertando del empeoramiento de su estado de salud. Mientras en el entorno familiar crecía la preocupación, su nieto Nicolás Medforth-Mills, apartado de la línea sucesoria, protagonizó un escandaloso incidente en la noche del 7 de noviembre al irrumpir en la residencia de su abuelo a la fuerza.
El rey Miguel de Rumanía excluye a su nieto Nicolás de la sucesión al trono
Según publican los medios del país, sus restos mortales serán trasladados en un avión del Ministerio de Defensa al Castillo de Peles, un palacio situado en Sinaia, Rumania, para ser velados en el Salón de Honor. Después será transportado al Palacio Real en Calea Victoriei en Bucarest, en donde permanecerá dos días en el Salón del Trono. Finalmente tendrá lugar el funeral –cuyos detalles se adelantarán este miércoles- en la iglesia real de Curtea de Argeş.
Su reinado, o mejor dicho la primera parte de este, fue breve, tan sólo duró tres años. El tiempo justo que tardó su progenitor en regresar decidido a recuperar el trono que había perdido. Miguel de Rumanía, pasó de ser el Rey a convertirse en el heredero al trono. Tras formarse durante su juventud, fue testigo de cómo el país caía en una etapa de decadencia social, bélica y política que obligaron al entonces Rey Carlos II a abdicar en su hijo. Miguel I de Rumanía tenía entonces, cuando fue designado rey por segunda vez, 19 años. Se encontró con un país débil y frágil que se vio inmerso en la Segunda Guerra Mundial y en sucesivas ocupaciones. La victoria comunista obligó al Monarca a abdicar, siete años después de su segunda proclamación, y a marcharse de Rumanía, perdiendo la ciudadanía.
Un año después, Miguel de Rumanía se casó con Ana de Borbón-Parma y Dinamarca, una joven que no dudó en enfrentarse a los nazis y enrolarse como enfermera en las Fuerzas Francesas Libres, logrando, entre otras condecoraciones, a Cruz de Guerra. La pareja se había conocido en la boda de la Reina Isabel II con Felipe de Edimburgo, celebrada en Londres. Hasta allí había huido el destronado Monarca con su familia.
La boda de Miguel de Rumanía se celebró en Atenas, no en vano allí residía una parte importante de su familia, la princesa Helena de Grecia, era hermana de Pablo de Grecia, padre de la reina Sofía, que por aquel entonces tenía 9 años y ejerció de dama de honor. Tiempo después del enlace, el matrimonio se trasladó a Suiza, aunque seguían viajando con frecuencia a Grecia por invitación del Monarca heleno. Durante una de estas escapadas, Ana de Borbón-Parma tuvo a una de sus cinco hijas, a la que llamó Sofía y que amadrinó la propia Reina, quien, como su primo, experimentaría años después en su propia piel las consecuencias del exilio.
Tanto la Familia Real española como la rumana siempre mantuvieron una excelente relación. Los miembros de ambas monarquías se han acompañado en los acontecimientos importantes, como en las bodas.Igual que la reina Sofía, Miguel de Rumanía pudo volver a su tierra natal hace unos cuantos años, cuando su país le devolvió la ciudadanía rumana y sus antiguas posesiones reales. Su popularidad creció durante los últimos tiempos, y eso pese a que su nombre apareció en 2016 en la lista de personas que más dinero debían a la Hacienda rumana. Ese mismo año falleció su mujer y le fue diagnosticada una leucemia crónica que le llevó a abdicar en su primogénita Margarita, que tenía tenía el título de Heredera desde el año 2007, año en el que el Rey solicitó al Parlamento que de restaurar la monarquía no se restableciera la Ley Sálica, para que las mujeres pudieran reinar.
Margarita de Rumanía, que actualmente tiene 68 años, estudió Derecho Internacional, Ciencias Políticas y Sociología en la Universidad de Edimburgo, donde conoció a Gordon Brown, primer ministro del Reino Unido entre 2007 y 2010 y con el que mantuvo una relación sentimental durante su juventud. En 1996, la Princesa se casó con el actor y escritor Radu Duda y no han tenido hijos, por lo que la siguiente en la línea de sucesión es su hermana Elena de Rumanía. La Princesa Margarita, ahijada del Duque de Edimburgo, está emparentada con todas las familias reales europeas, incluidas la española y la británica
Entre las últimas medidas que aprobó Miguel de Rumanía estuvo la de un nuevo estatuto por el que ningún descendiente ilegítimo pudiera reclamar derechos; una decisión que al parecer fue tomada precisamente por el conflicto que mantenía con su nieto Nicolás Medforth-Mills y que su propia madre, la princesa Elena, confirmó hace unas semanas en un comunicado oficial en el que afirmaba que el Rey estaba "profundamente entristecido porque no había hecho nada para aclarar la paternidad de su supuesto hijo", una niña de casi dos años. Con estas palabras, la princesa Elena –que dijo estar devastada como madre por el “desprecio” mostrado por su hijo a “Rumania, su pueblo y los principios de la Casa Real- confirmaba lo que se venía rumoreando en Rumanía desde el verano de 2015, cuando el Rey decidió quitarle el título de Príncipe, la calificación de Alteza Real y eliminarlo de la línea de sucesión, que la exclusión podría deberse al nacimiento de una hija ilegítima producto de una relación con la activista Nicoleta Cirjan.