Japón anuncia que el emperador Akihito abdicará en abril de 2019
El Emperador cederá el trono a los 85 años a su hijo, el príncipe heredero Naruhito, en la primera renuncia en vida que se produce en el país del Sol Naciente en dos siglos
Ya es oficial. El Gobierno nipón y la Agencia de la Casa Imperial de Japón han puesto fecha a la abdicación del emperador Akihito, que supondrá la primera renuncia al trono de un emperador en vida en dos siglos: el 30 abril de 2019. Así se ha decidido en una reunión celebrada en Tokio entre representantes del Gobierno, de la Casa Imperial y expertos jurídicos con el objetivo de marcar el calendario para la abdicación después de que el Emperador expresara su deseo de abandonar el cargo, según anunció el primer ministro nipón, Shinzo Abe.
El 30 de abril ha sido elegida como fecha idónea para la abdicación puesto que coincidiría con el comienzo del año fiscal y administrativo japonés, lo que facilitaría todos los procedimientos legislativos y administrativos que conllevará la llegada al trono de Naruhito, sucesor de Akihito. El Emperador, de 83 años, dejaría así el trono con 85 y casi tres años después de que expresara su deseo de abdicar a través de un extraordinario mensaje televisado: “Me preocupa que pueda convertirse en algo difícil para mí asumir mis responsabilidades como símbolo del Estado, tal y como he venido haciendo hasta ahora”, afirmó el emperador Akihito aludiendo a la posibilidad de abdicación en el futuro.
“Hemos elegido el 30 de abril como fecha para la abdicación del emperador”, dijo el primer ministro en declaraciones a los medios de comunicación tras la reunión. Abe también se mostró “profundamente satisfecho” por esta decisión que calificó como “un gran paso para la sucesión en la Familia Imperial”, y añadió que el Gobierno “promoverá las iniciativas legislativas y los esfuerzos necesarios” para que el relevo tenga lugar.
La renuncia del emperador Akihito a finales de abril de 2019 permitirá que el príncipe heredero Naruhito asuma el trono el 1 de mayo y que la nueva era comience ese mismo mes, lo que supone un detalle importante para la organización del calendario nipón. Cada nuevo monarca conlleva en Japón también un cambio de era, que representa el reinado de un emperador. La actual, denominada “heisei” o paz, se inició el 8 de enero de 1989, el día después del fallecimiento de Hirohito, anterior emperador y padre del emperador Akihito.
El Emperador manifestó en agosto de 2016 su deseo de abdicar debido a su avanzada edad y a su salud delicada, algo que, una vez se produzca, supondrá la primera sucesión en vida en el Trono del Crisantemo desde la renuncia del emperador Kokaku en 1817. A raíz de este anuncio, el Parlamento japonés aprobó el pasado julio la normativa que permitirá la abdicación del Emperador, un extremo que no estaba contemplado por la actual Constitución nipona, y en este tiempo de despedida los Emperadores han recibido (y seguirán recibiendo) en casa a la mayoría de los reyes y príncipes herederos europeos.
Ya han respondido a su llamada los Reyes, que brindaron por tales y otros muchos motivos el pasado mes de abril en la cena de gala del Palacio Imperial; Felipe y Matilde de los Belgas, que volvieron a conciliar tradición y modernidad en su último viaje oficial a Japón; Federico y Mary de Dinamarca, que protagonizaron un idílico álbum de fotos en el imperio nipón; Victoria de Suecia, que marcó su encuentro con el mismo vestido que en el bautizo de su sobrino, el príncipe Alexander, y Enrique de Luxemburgo, que tuvo como acompañante de excepción en su reciente visita a su hija, la princesa Alejandra, y no a la gran duquesa María Teresa, que confesó su terror a volar. Todos quieren rendirles respetos en su adiós.