Desde que debutó en el Baile de la Rosa, Alejandra de Hannover viene reclamando con paso firme su lugar en el Principado y en los front row más exclusivos. La única nieta de Raniero de Mónaco con el tratamiento de Alteza Real cumplió (y por todo lo alto) la mayoría de edad el verano pasado y tras aprender de las mejores, ahora, vuela sola.
Si la semana pasada Alejandra de Hannover llegaba al desfile de Saint Laurent en París junto a su hermana Carlota Casiraghi, en la que parecía haberse inspirado, ahora demuestra que tiene estilo propio y que lo suyo con la moda no es un affaire pasajero. En una cita llena de pesos pesados de la industria, el desfile de Giambattista Valli en la Semana de la Moda de París, la única hija que tuvo Carolina de Mónaco con Ernesto de Hannover desembarcó con una imagen fresca y se consagró como la nueva “it royal”, para lo que apuntaba maneras desde hace años.
Alejandra de Hannover, la Alteza Real de los Grimaldi se ha hecho mayor
Fue en diciembre de 2015 cuando la Princesa debutó en la corte de la moda. Entonces se sentó en la primera fila del desfile de Chanel en el Cinecittà de Roma y lo hizo de la mano de dos iconos: su madre y Karl Lagerfeld. Toda una declaración de intenciones de lo que iba a suceder en los próximos años, la Princesa de Hannover había llegado para quedarse.
Su siguiente paso fue ocupar su lugar en la Semana de la Moda de París. En la ciudad que condensa la quintaesencia de la elegancia, Alejandra todavía dio muestras de esta timidez propia de los 16 años y siguió los pasos de su madre con el estilo de quien está iniciando un periodo de formación. Tras el gran salto que supuso su debut en el acto más emblemático de la familia Grimaldi, el Baile de la Rosa, la presencia de Alejandra en la vida social no ha hecho más que incrementarse. Otro desfile en París con su prima Pauline Ducruet, una carrera solidaria por el Principado con su prima Camille Gottielb o una fiesta con la pandilla de Tatiana Santo Domingo, formada por miembros de la realeza, de la aristocracia y de las grandes fortunas.
Al lado de Carlota Casiraghi o Beatrice Borromeo podría resultar relativamente sencillo pasar a un segundo plano, sin embargo, Alejandra de Hannover ha sido la protagonista absoluta en los últimos meses. Desde las imágenes de su primera historia de amor, junto al jugador de baloncesto y empresario Ben-Sylvester Strautmann, hasta su puesta de largo, celebrada por todo lo alto entre el Observatorio de Niza y el Yacht Club de Mónaco han sido noticia. Eso sin olvidar su papel de dama de honor en la boda de su hermano Ernst August de Hannover y Ekaterina Malysheva. La duquesa de Brunswick y Lüneburg, princesa de Hannover, Gran Bretaña e Irlanda ha tomado el revelo de ese glamour Grimaldi y a sus 18 años promete.