Unos futuros papás, unos novios en capilla... Los Hannover, de boda en boda
Ha sido la primera aparición pública en la que Ekaterina Malysheva luce nuevas curvas desde que el medio alemán Bunte anunciara su embarazo
Fueron los protagonistas de la boda real del año y ahora “roban” el protagonismo en otra boda real. Ernst August de Hannover y Ekaterina Malysheva, junto a Christian de Hannover y Alessandra de Osma, han acaparado todas las miradas en el último “sí, quiero” de la realeza, el protagonizado por su primo hermano Fernando de Leiningen con Victoria Luisa de Prusia.
La celebración tuvo lugar el pasado fin de semana en Amorbach, Alemania, y esta cita es la primera aparición pública del hijo mayor de Ernesto de Hannover y de la diseñadora de origen ruso desde que el medio alemán Bunte publicara el pasado agosto que esperan la llegada de su primer hijo, el futuro heredero de los Hannover y el primero de una nueva generación. Así que los focos pronto se dirigieron hacía la silueta de Ekaterina, que dejó ver sus nuevas curvas en un ceñido vestido de encaje en color beige.
La pareja se casó el pasado 8 de julio en Hannover en un enlace marcado por la ausencia del cabeza de familia –Ernesto de Hannover se opuso públicamente a la boda de su primogénito a cuatro días de producirse- pero con una amplia atención mediática, entre otras cosas por la presencia de los Casiraghi al completo.
En el último enlace de la realeza también han estado presentes los siguientes en pasar por el altar: Alessandra de Osma y Christian de Hannover, que tal y como confirmó en primicia HOLA.com, se casarán en marzo de 2018 en Perú, el país natal de la próxima novia de la realeza, que lució un diseño en verde y negro.
Los novios, ella bisnieta del último Emperador alemán y él, hijo de la hermana de Ernesto de Hannover y del príncipe Andres de Leiningen, habían celebrado su enlace civil en abril y fue en la tranquila abadía del pueblo bávaro de Amorbach, en donde han sellado su amor con una ceremonia religiosa y una posterior celebración en un castillo. Como no podía ser de otro modo, la Princesa lució una antigua diadema prusiana de diamantes.