Nunca ha sido visto como un niño de su edad, porque desde su nacimiento ya ejercía como Príncipe Heredero de Marruecos y con sólo once años despachaba con Reyes, Jefes de Estado o Presidentes de Gobierno con la destreza y naturalidad que otorgan años de trabajo. Pero, al cumplir los catorce, en plena metamorfosis de la adolescencia, el más pequeño de los grandes de Oriente ha pegado el estirón (supera en estatura a muchos adultos, como puede apreciarse en sus últimas imágenes) y ahora sí la nueva apariencia (la de un joven esbelto con el peinado de moda) comienza a concordar con la multitud de labores que llenan su agenda oficial. Actividad que, por supuesto, irá a más.
Y es que Moulay Hassan crece y se crece. Literal (en centímetros) y metafóricamente (en compromisos). Su curriculum se desarrolla a la vez que él y los actos, también en solitario, no paran de multiplicarse y evolucionar. Tan sólo seis días después de su cumpleaños, se le confió una nueva misión: la presidencia de un almuerzo ofrecido por el rey Mohamed VI de Marruecos, su padre, con motivo del 61º aniversario de la creación de las FAR (las Fuerzas Armadas Reales), que reunió a los asesores y directores de la política, la justicia, la policía y la milicia del reino, al valí de Rabat-Salé-Kenitra, a militares extranjeros acreditados en Rabat y otras varias personalidades civiles y militares.
Moulay Hassan, el más pequeño de los grandes de Oriente
Moulay Hassan celebra el final de curso con una ceremonia en el Palacio Real
Moulay el Hassan, hijo de Mohamed VI, preside su primer acto oficial sin sus padres
El Príncipe heredero vistió el uniforme de la RAF y fue recibido por el general Abdelfatah Louarak, inspector general de las Fuerzas Armadas Reales, y el coronel Mayor Abdelkader Zouaher, comandante adjunto de la prefectura de Rabat-Salé, antes de pasar revista en la Plaza de Armas a un destacamento, que le rindió honores. Entonces Moulay Hassan fue recibido por el nuevo jefe del gobierno marroquí, Saadeddine Othmani, y por el Ministro de Defensa Nacional y varios funcionarios militares, que fueron testigos de la rectitud y la profesionalidad que le caracterizan.
El hijo de Mohamed VI y Lalla Salma está llamado a convertirse en el decimonoveno gobernante de la dinastía alauita, que reina en el país desde mediados del siglo XVIII. Cuando suba al trono lo hará con el nombre de Hassan III, siguiendo los pasos de su abuelo Hassan II, al que no tuvo la suerte de conocer, ya que falleció en 1999. Hasta entonces, continuará aprendiendo para coger las riendas del Reino Alauí.