La reina Sofía y Silvia de Suecia unen fuerzas contra la demencia y la princesa Sofia aprende de las 'maestras'
La Primera Comunión de la infanta Sofía paralizó la actividad de la Familia Real por unas horas pero, una vez concluida la celebración, la agenda oficial volvió a discurrir con la normalidad de siempre. Al día siguiente la reina Sofía ponía rumbo a Suecia para asistir a la segunda edición del Foro por la Demencia, que tuvo lugar en la Biblioteca Bernadotte del Palacio Real de Estocolmo. Allí doña Sofía unió fuerzas a Silvia de Suecia, que era una de las ponentes del acto sobre esta enfermedad degenerativa. Con su presencia apoyaba una causa con la que se siente muy comprometida, pero también a la amiga en la lucha contra esta dolencia que deteriora la capacidad mental hasta el punto de poder interferir en la vida diaria.
La relación entre las dos reinas es excelente, al igual que entre ambas casas reales. Prueba de ello es que aprovechan siempre que pueden las ocasiones de encuentro como cuando el rey Carlos Gustavo se encontraba en Madrid para participar en los actos de la 63º reunión de la Fundación Scout Mundial y ellas disfrutaron de una cena de amigas en el palacio de la Zarzuela. También comparten los momentos más importantes de sus vidas, bodas y señalados aniversarios, como el año pasado cuando don Juan Carlos y doña Sofía asistieron a las celebraciones del 70º cumpleaños de Carlos Gustavo de Suecia. Y esa compliclidad fue evidente en su apasionada participación en la Conferencia Internacional de la Demencia.
La reina Silvia, entre sus dos Sofías (además de la reina Sofía también la acompañaba su nuera, la princesa Sofía), no podía estar más feliz y, ante la presencia de los cientos de líderes empresariales, políticos y expertos de todo el mundo reunidos para discutir la cuestión de la demencia, no podía estar más satisfecha. Bueno sí, cuando habló de los proyectos puestos en marcha para mejora de la salud y de la calidad de vida de estos enfermos, como esos apartamentos especialmente diseñados para personas con demencia creados en cooperación con Ingvar Kamprad e IKEA.
Y la princesa Sofía no pestañeaba y aprendía todo lo que podía de las maestras. La esposa del príncipe Carlos Felipe, que se encuentra en su quinto mes de embarazo del que será su segundo hijo, mostró tripita, pero sobre todo ganas de trabajar. De hecho, según la agenda oficial avanzada por la Casa Real sueca, no se tomará la baja maternal hasta que prácticamente salga de cuentas, en agosto, y será el próximo mes de septiembre cuando los príncipes den la bienvenida a un nuevo miembro a la familia, el hermanito y futuro compañero de juegos del príncipe Alexander. Lo que trata de reservarse en la medida de lo posible son las noches, razón por la que no acompañaba a doña Sofía y Silvia de Suecia en la cena de después en el museo Fotografiska de Estocolmo. Allí las reinas dieron una última lección: esta vez de elegancia.