Esta mañana no cabía ni una aguja en el Palacio del Imperio del Sol Naciente. Todos, incluido el astro que da nombre al reino, querían acompañar a Akihito de Japón en su día. Multitudes ingentes abarrotaban el recinto, batiendo récords históricos (eran las más numerosas de las casi tres décadas de su reinado), para expresar felicitaciones y respetos a su queridísimo Emperador con motivo de su 83º cumpleaños, más señalado por las circunstancias que por la cifra en sí misma: podría ser el último o uno de los últimos, de progesar sus intenciones de abdicar la Corona.
Lo que pasará si Japón 'consiente' a su Emperador
El Emperador de Japón reconoce que la edad le hace 'difícil' desempeñar sus funciones
Naruhito de Japón y su familia 'descansan' de las teorías de abdicación por unos días
Era el primer aniversario del emperador Akihito desde que el pasado mes de agosto expresara su deseo de ceder el trono del Crisantemo a su Heredero, el príncipe Naruhito, a causa de su avanzada edad y del deterioro de su salud que le complican cumplir con sus funciones oficiales como se merecen, preparando el escenario de una abdicación histórica en Japón.
Muchas de las 33.300 personas entusiastas (la mayor multitud desde que el Emperador ascendió al trono en 1989) asistieron a la cita de cumpleaños agitando pequeñas banderas nacionales al grito de banzai (¡Viva!). “Si va a ser la última vez, estoy feliz de haberlo podido vivir”, comentó una de las presentes a The Japan Times o “el Emperador es bastante mayor y si dice que quiere renunciar al trono, creo que se le debería permitir”, dijo otro expresando la opinión de muchos japoneses.
Por supuesto los suyos le arropaban también en esta ocasión tan significativa. De pie, junto a la emperatriz Michiko y los demás miembros de la Familia Imperial (los príncipes herederos Naruhito y Masako y los príncipes Akishino y Kiko con sus hijas, las princesas Mako y Kako), que vestían sus galas más dulces (trajes de día en tonos pasteles), el Emperador pronunció desde el balcón de palacio unas palabras dirigidas a la gente de bien que había salido de sus casas para celebrar con él su aniversario. “Os deseo toda la salud y la felicidad. Rezo para que el próximo año sea pacífico”. La Casa Imperial del Crisantemo es la monarquía hereditaria más antigua del mundo y, según la leyenda, se remonta a 2.600 años ininterrumpidos.