Máxima de Holanda y Rania de Jordania –dos de las reinas con el estilo más definido- han vuelto a protagonizar un auténtico duelo de estilismos durante el cumplimiento de su agenda oficial. Pero esta vez, con una modificación: la competición ha sido en diferido. Ambas han acompañado a sus maridos, el rey Guillermo y el rey Abdalá durante las visitas de Estado que estos han presidido en Australia con unas semanas de diferencia.
En las dos visitas oficiales, el plan de viaje ha sido prácticamente el mismo, por lo que las actividades en las que han participado ambos matrimonios reales han sido, si no las mismas, muy similares.
Por este motivo, se ha podido comparar una vez más el estilo de las dos reinas, siempre vestidas a la altura de las circunstancias y cumpliendo rigurosamente con el protocolo de cada acto, pero sin nunca perder la esencia que hace únicos sus looks.
Del mismo modo que los estilismos de Máxima de Holanda se han caracterizado por los cálidos colores de sus prendas y sus vistosos sombreros y tocados, la reina Rania ha vuelto a elegir sofisticados estilismos que marcaban su esbelta figura, con líneas muy sobrias y escogiendo colores más neutros que la argentina.
Aunque el matrimonio jordano aún se encuentra durante su gira por Oceanía, una vez que ha finalizado la visita oficial del rey Abdalá a Australia junto a su esposa –aún tienen que visitar Nueva Zelanda, igual que los soberanos holandeses- es posible comparar los estilismos que ambas reinas han lucido durante sus compromisos institucionales en este país.
El primero de ellos, durante la visita que ambos matrimonios hicieron al Australian War Memorial, en Canberra, parada obligatoria para todos los Jefes de Estado y autoridades que visitan el país por su simbólica trascendencia nacional. Allí, además de depositar varias flores en señal de respeto a los caídos, los reyes de Jordania y de Holanda firmaron en el libro de visitas de la institución.
Para la ocasión, ambas eligieron looks que marcaban mucho su línea estilística. Mientras que Máxima se decantó por un vestido de encaje de color naranja –el color del país al que representa- y un tocado a juego, su homóloga jordana se decantó por un vestido de manga larga azul marino, con un aplique dorado en la cintura que hacía el efecto de cinturón.
Finalizada esta visita, ambos calendarios marcaban otra de gran trascendencia: la recepción en casa del Gobernador General de Australia, Peter Cosgrove y su mujer, Lynne. Los dos matrimonios soberanos compartieron un almuerzo servido en honor de sus maridos y del mismo modo que en el Memorial, tanto los reyes como ellas firmaron en su libro de visitas. Para esta ocasión, mientras que Máxima de Holanda repitió el estilismo de la actividad anterior, la reina Rania escogió un conjunto compuesto por una camisa de seda color verde manzana y una falda de corte lápiz de color blanca.
Aunque en la mayoría de los actos participaron como acompañantes de sus esposos, los Jefes de Estado, también dispusieron de una agenda propia mientras los reyes de Holanda y Jordania participaban en reuniones de alto nivel estratégico. En estas actividades, también de temática similar, las reinas volvieron a competir en estilo. Una de las elecciones más alabadas, fue en la que ambas se decantaron por combinar el hilo blanco con apliques de encaje negro. Cada una dentro de su estilo, lució espectacular en los actos que en esta ocasión en concreto presidieron en solitario.
Sus agendas encontraron similitudes en otros puntos de su viaje, aunque en este caso, el estilo que marcaba sus looks era completamente diferente. En un encuentro con niños a su llegada a Perth, la reina Máxima eligió un vestido de corte lady en color piedra en el que el toque de color lo aportaba un vistoso fajín de plumas de color verde flúor. Por su parte, Rania de Jordania escogió un look más casual para asistir a la visita que tenía programada a un colegio de Sidney, para el que se decantó por un conjunto de pantalón negro, jersey de punto blanco y chaqueta de cuero en color natural.
Lo mismo ocurrió durante sus visitas más náuticas: la reina Rania escogió un estilismo en el que sus pantalones vaqueros contrastaban fuertemente con la enorme pamela y los pendientes de perlas que protagonizaban el look de la reina Máxima. Dos estilos completamente diferentes pero una vez más igual de acordes a su faceta más institucional.