Lejos queda su vida de incognito, cuando estudiaba instalada en secreto en una selecta universidad de Inglaterra, Mako de Japón cada día asume más responsabilidades e intensifica su agenda oficial, tanto dentro como fuera de su país. Con 24 años esta joven Princesa se ha convertido en la “nueva embajadora” del Imperio del Sol Naciente.
Siendo la nieta mayor de los emperadores, Akihito y Michiko de Japón, era a Mako a quien le correspondía “romper el cascarón” y ser la primera de una nueva generación en ponerse al servicio de su país. Si el pasado julio la vimos al lado de su padre, el príncipe Akishino, representando a la Casa Imperial en el homenaje a las víctimas de Hiroshima, ahora ha hecho las maletas para realizar su segundo viaje oficial en solitario.
Mako de Japón, la princesa de incógnito
Mako ha viajado a Paraguay para presidir el acto central por el 80 aniversario de la emigración japonesa a este país de América del Sur, visita donde fue recibida por el Presidente de Paraguay, Horacio Cartes. Ataviada del modo tradicional, luciendo distintos kimonos de flores, la joven se encargó de reforzar unas relaciones que su abuelo viene cuidando desde 1978.
Fue el pasado diciembre cuando Mako debutó en un viaje oficial en solitario y lo hizo con una pequeña gira entre Honduras y El Salvador, donde se encargó de representar a su abuelo y a su Imperio en la conmemoración del establecimiento de las relaciones con estos dos países centroamericanos. Así que la hija del segundo en la línea de sucesión y la hermana mayor del tercer, el príncipe Hisahito, que ahora tiene diez años, parece llamada a cuidar las relaciones exteriores de su país.
La nieta mayor de los Emperadores de Japón se graduó en marzo de 2015 en la Universidad de Tokio y después se trasladó a Inglaterra, concretamente a la Universidad de Leicester, para estudiar máster en arte y museos. Sin embargo, no fue hasta septiembre de 2015, cuando ya había terminado el periodo de formación, cuando se reveló su presencia en esta facultad, una presencia que había pasado inadvertida, ya que aunque algunos alumnos japoneses rápidamente la reconocieron, siguieron las directrices del centro y guardaron el secreto, permitiéndole ser una princesa de incognito.
Aunque ha sido en el último año cuando Mako, que el próximo 23 de octubre cumplirá los 25 años, ha empezado a representar a su país en el extranjero en solitario, lo cierto es que desde los 20 años –cuando se considera en Japón la entrada en la adulta- se había comprometido a esforzarse al máximo con sus deberes oficiales, algo que también ha hecho su hermana Kako y que se representa de forma tradicional en un acto en el Mausoleo Imperial Mushashi, cuando se informa a los antepasados de que ya están preparadas para asumir el nuevo papel.