Son las nuevas caras bonitas de la realeza. Este año toda una generación de Princesas ha salido de palacio para reinar sobre la faz de la tierra sin cetro ni corona. La aristocracia más it derrocha belleza, frescura, talento, coraje, ilusión… y, con tales insignias y distinciones, está dispuesta a inaugurar reinado tanto en la alfombra roja como en la prensa social.
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Olympia de Grecia, Mafalda Sajonia-Coburgo, hija de Kyril de Bulgaria y Rosario Nadal; Pauline Ducruet, Iman de Jordania, Alexandra de Luxemburgo, Larissa de Windisch-Graetz, hija de la guapísima Sofía de Habsburgo; Milana de Abensperg y Traun, sobrina política de Magdalena de Suecia; Maria Laura de Bélgica, nieta de la reina Paola; o Leonor y Gloria, hijas de Carlos de Habsburgo y Francesca Thyssen, hija del barón Heini Thyssen-Bornemisza, forman parte de esa nueva armada invencible, conocida como la BBB, es decir, beautiful blue blooded (bellezas de sangre azul), que desembarca en primera línea de flash.
Este ha sido su año. Unas y otras han abandonado sus hogares y han viajado al extranjero para convertirse en profesionales de la moda, de la música, de la comunicación, de la empresa, del deporte... Sus primeros éxitos, en sus respectivos campos o en otros totalmente ajenos, apuntan que dentro de no mucho tiempo compartirán trono con Carlota Casiraghi, Beatrice Borromeo y demás. Que más pronto que tarde se coronarán y dejarán de ser princesas del mañana para ser princesas de hoy... En adelante.