Harry de Inglaterra acaba de protagonizar un emotivo e inolvidable reencuentro durante su viaje a Lesotho. El Príncipe ha podido abrazar de nuevo a un viejo amigo, un niño al que conoció en un orfanato en el año 2004 y con el que jamás ha perdido el contacto. Una entrañable historia que podemos conocer de primera mano gracias a la corresponsal de HELLO! que nos informa desde el terreno del viaje del nieto de la Reina de Inglaterra.
Mutsu Potsane tenía apenas cuatro años cuando conoció al Príncipe en el hogar para niños Mants'ase, cerca Mohale's Hoek, a las afueras de Maseru en Lesotho. En ese momento se creó un estrecho vínculo entre Harry –que entonces tenía 20 años y comenzaba a tomar el pulso a las labores humanitarias en África que tanto involucraron a su madre, la princesa Diana- y el pequeño lesotense, una amistad que ha ido creciendo durante los últimos once años gracias al intercambio de cartas y de que el Príncipe ha intentado reunirse con él durante la mayoría de sus viajes al país, como ha revelado el propio Palacio de Kensington.
Para Emily Nash, corresponsal de HELLO! y nuestros ojos en Lesotho, “ver cómo se abrazaban y charlaban fue conmovedor”. Un encuentro, bajo un sol de justicia, que no se producía desde diciembre de 2014 en el último viaje de Harry al país para comprobar cómo evolucionaba la construcción de las instalaciones del Mamohato Children’s Centre, un proyecto de la organización que impulsa el príncipe Harry y que es uno de los mayores orgullos del hijo de Diana de Gales.
Mutsu es solo uno de los niños que se benefician de los proyectos de escolarización y salud de Sentebale –la organización que fundó el Príncipe junto a su amigo el Príncipe Seeiso de Lesotho para dar apoyo a niños en situación de pobreza extrema, algunos de ellos afectados por el VIH o el SIDA-, sin embargo, con él ha desarrollado unos lazos muy especiales y en la última década han crecido de la mano.
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“Querido Príncipe Harry, he estado bien desde la última vez que nos vimos y he estado pensando en ti”, dice la primera frase de una de las muchas cartas que Mutsu envió al Palacio de Kensington. “Espero que recuerdes cuando estuvimos juntos plantando melocotoneros y sé que te alegras de que todavía te escriba cartas. Me siento feliz cuando sueño contigo o te recuerdo porque has estado conmigo desde mi infancia y me regalaste estas botas de goma azul”, historias y anécdotas de un muchacho que ahora tiene 14 años y cuyos recuerdos más tempranos están vinculados al Príncipe.
“Conmovedoras también fueron las historias de estudiantes –como Motseliso Morahye de 20 años- que cuenta como gracias a este proyecto ha podido terminar la escuela y llegar a la Universidad en donde estudia Derecho”, nos cuenta nuestra corresponsal. “Cuando Harry llegó todo eran sonrisas, él estaba encantado de ver el trabajo terminado”, añade en su diario real, repleto de experiencias que junto a las fotografías que del viaje muestran que la complicidad entre el príncipe Harry y los pequeños que se encuentran en el centro es total.
La princesa Diana y su niñera, Olga Powell, muy presentes en este viaje
"Compartimos un sentimiento similar de pérdida de un ser querido, en mi caso mi madre, quien me arrebataron tan de repente. Y, como ellos, sabía que siempre habría un enorme agujero que nunca podrá llenarse", dijo el príncipe Seeiso durante el discurso inagurual del centro infantil que lleva el nombre de su madre, la reina Momohato.
Los príncipes tenían claro desde el principio que Diana de Gales, madre de Harry también ocuparía un lugar importante en este proyecto, en memoria de la madre de ambos. La CEO de la organización, Cathy Ferrier, explicó a HELLO! que se decidió que fuera el salón el lugar que recibiría el nombre de la Princesa Diana, ya que allí los niños se reúnen tres veces al día para comer y también en donde se juega y se hacen funciones de teatro.
Olga Powell, la niñera que se ocupó de Harry y su hermano Guilermo durante quince años, también ocupa un lugar principal en el corazón del Príncipe. Estuvo al lado de los hermanos durante la ruptura del matrimonio de sus padres y estuvo a su lado hasta que su fallecimiento, en el año 2012 con 82 años de edad. Olga, que fue una de las invitadas de honor en la boda de los Duques de Cambridge, ha sido recordada con una placa por fuera de una de las salas. “Centro de Acogida en memoria de la cariñosa Olga Powell.