Son mujeres de su tiempo. Y, como marca el calendario que mañana celebra el Día Internacional de la Mujer trabajadora, eso significa que Letizia de España, Matilde de Bélgica, Mary de Dinamarca, Máxima de Holanda... son princesas que, lejos de encerrarse en sus castillos como antaño, se comprometen cada día para hacer de este mundo uno mejor: ponen la corona al servicio de su reino y el corazón al servicio de los más necesitados. Son princesas trabajadoras.
Son princesas que hacen uso de su cargo y su influencia para realizar labores de solidaridad por todo el mundo, y especialmente a favor de las mujeres, grandes protagonistas de su apretada agenda. Tanto la princesa Matilde como la princesa Máxima les han dedicado varios compromisos oficiales de esta semana. La duquesa de Brabante visitó el centro de la Mujer en la localidad belga de Schaerbeek, donde tuvo el gusto de conocer a mujeres de varias razas y culturas; de contemplar una coreografía de danza oriental, realizada por mujeres chinas; de observar el trabajo de mujeres africanas y árabes, y de participar en una mesa redonda con varias mujeres. Mientras que la princesa de Orange volvió a presidir la reunión que se celebra en Ámsterdam para la concienciación de la independencia de las mujeres a través de la educación y la motivación. Otra vez, pese a las circunstancias familiares (la gravedad de su cuñado el príncipe Friso), Máxima de Holanda obsequió a los presentes con la mejor de sus sonrisas.
Son princesas que dan voz a los desfavorecidos, como hizo la semana pasada doña Letizia con los afectados por enfermedades raras y con los enfermos de cáncer o como hizo también el pasado lunes la princesa Mary con los discapacitados con ocasión de una conferencia internacional sobre la inclusión en la sociedad de personas con discapacidades celebrada en Copenhague, organizada por la presidencia danesa de la UE y que reúne a representantes de toda Europa. Acompañada por la ministra de Integración y Asuntos Sociales danesa, Karen Hækkerup, la princesa Mary fue recibida a la entrada del recinto -un hotel al sur de Copenhague- por el presidente de la Asociación de Discapacitados Daneses, Stig Langvad, y dos miembros de este grupo, Marcus y Emilie, que le hicieron entrega de unos ramos de flores.
Son princesas que se preocupan del mundo que dejaremos a nuestros niños, como la princesa Letizia que visitó esta mañana el centro integrado de formación profesional superior de energías renovables (CENIFER). Son princesas con ganas de trabajar.
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