El Príncipe tendrá que aprender a hacer la colada y a planchar su uniforme, como hacen el resto de reclutas
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El Príncipe llegó al centro acompañado por su padre, Carlos de Inglaterra
9 ENERO 2006
El príncipe Guillermo se convirtió el domingo 8 de enero en un recluta más de la prestigiosa academia militar de Sandhurst. El que un día será Rey de Inglaterra llegó acompañado por su padre, el príncipe Carlos, al centro donde fueron recibidos por el comandante de la academia, el general Andrew Ritchie, y otros militares. Durante 44 semanas, Guillermo recibirá un completo entrenamiento físico y táctico, además de tener que aprender a hacer la colada y planchar su ropa, algo que hacen todos los cadetes. El Príncipe ya ha dejado claro que no quiere ningún trato de favor y que se considera uno más.
Las primeras cinco semanas son, sin duda, las más duras ya que el nuevo cadete no podrá salir de las instalaciones, lo que provocará que se pierda el cumpleaños de su novia, Kate Middleton, con la que ha pasado sus últimos días de vacaciones en la estación de esquí de Klosters. Sin embargo, Guillermo no estará solo, ya que su hermano Harry, que comenzó su formación el año pasado, le guiará hasta que finalice su propia instrucción en abril. Lo curioso es que, durante ese trimestre, Guillermo tendrá que saludar a Harry como a su superior, aunque una vez que el hijo mayor del príncipe Carlos termine tendrá un rango mayor que el de su hermano, debido a su licenciatura en Geografía.
Más medidas de seguridad
La academia se ha preparado adecuadamente para alojar a sus dos huéspedes reales y ha aumentado considerablemente las medidas de seguridad para evitar incidentes. Patrullas policiales con perros vigilarán el perímetro de las instalaciones y se han construido más vallas para guardar el centro. Con su ingreso en Sandhurst, el príncipe Guillermo se suma así a la larga lista de personajes ilustres que recibieron allí su formación castrense, entre los que se encuentran Winston Churchill, el rey Hussein de Jordania y el Sultán de Brunei. Su elección del Ejército de Tierra se aleja, sin embargo, de la tradición familiar puesto que su abuelo, el príncipe Felipe, y su tío, el príncipe Andrés, se decantaron por la Marina y las Fuerzas Aéreas.