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27 JULIO 2004
Amontonados bajo la carpa China White del Guards Polo Club, el príncipe Harry, su prima, la princesa Beatriz, y sus amigos disfrutaron el pasado domingo de una gran velada, después de asistir a un partido de polo en Windsor. Un encuentro durante el cual Harry marcó un tanto para el equipo de su padre, el Príncipe de Gales, contra la Hurlingham Polo Association.

El príncipe Harry, de 20 años, se reunió con Laura Gerard-Leigh, hija de millonario, con la que mantuvo una relación romántica el pasado verano. Los asistentes a la fiesta no pudieron evitar darse cuenta de las muestras de afecto de ambos, y de que la mano del príncipe rodeaba todo el tiempo la cintura de la muchacha. Laura, de 19 años, acaba de volver de un año sabático en Kenia, y empezará sus estudios de políticas en Bristol en el otoño.

Una generación real muy animada
Durante la fiesta, que puso fin al certamen Internacional de Polo Cartier este fin de semana, Harry bailó enérgicamente al son de Fight For Your Right (To Party) de Beastie Boys, mientras lord Freddie Windsor y sus amigos entretenían a Scarlett Johansson y a Camila Rutherford, las estrellas revelación de Lost in Translation y Girl With the Pearl Earring.

Ajena a los “intereses” sentimentales de su primo mayor, la princesa Beatriz, mucho más comedida, disfrutó de la noche charlando tranquilamente con Carlo Carello, de 17 años, quien ante el acoso de los fotógrafos terminó rodeándola con su brazo de forma protectora.
Sólo el tiempo puede decir si el apuesto joven y la princesa adolescente son algo más que amigos, ya que, por el momento, tanto las personas cercanas de su círculo, como la propia Sarah Ferguson, madre de Beatriz, han dicho que no son pareja y que no hay nada serio entre ellos.