Aunque nació en Madrid, fue en Córdoba donde Paloma Cuevas pasó su infancia. Fue allí donde discurrieron algunos de los mejores años de su vida y es allí donde vuelve siempre que tiene ocasión. , licenciado en Derecho, torero en los años sesenta y un reconocido apoderado taurino en la actualidad, y de Paloma Díaz, hija del empresario Andrés Díaz Arcos y reconocida bailaora de flamenco, siempre fue una niña llena de inquietudes y con las ideas muy claras.
Diseñadora y empresaria de éxito
Licenciada en Empresariales, gestora de la explotación de aceite de la finca familiar, empresaria y diseñadora, Paloma no deja de cosechar éxitos por su trabajo, entre sus logros figura, entre otros, haber recibido , un premio que le fue concedido por su contribución al mundo de la moda, además de convertirse año tras año en una de las mujeres más elegantes de nuestro panorama nacional. ¿Su secreto? Una alimentación sana, deporte, y un don innato para lucir como nadie cualquier conjunto que se ponga.
Acostumbrada a que en su casa se hablara de toros, a Paloma le gustaba acompañar a su padre de vez en cuando a las plazas para ver torear a las nuevas promesas y fue durante una de esas tardes, concretamente una de 1992, cuando un joven Ponce trató de impresionar en el ruedo al apoderado, no le salió como planeaba, pero Paloma pidió a su padre que le diera una oportunidad, sin saber que un tiempo después se convertiría en el marido de su hija.
Su matrimonio con Enrique Ponce
Paloma Cuevas y Enrique Ponce se casaron en la catedral de Valencia, el 25 de octubre de 1996 y fruto de esa unión nacieron dos hijas, , quien vino al mundo en 2008, y , quien nació en 2012.
Su divorcio del torero
Sin embargo, tras veinticuatro años de matrimonio, la pareja decidía tomar caminos separados y en julio de 2020 . "Ha sido una decisión muy meditada, tomada de mutuo acuerdo y desde el profundo cariño y respeto mutuo que nos tenemos y hemos demostrado durante todo nuestro matrimonio", escribían.
Cambio de rumbo
En ese momento, que la obligaba a replantearse su presente y su futuro, pues durante muchos años, Paloma se dedicó en cuerpo y alma a su familia, a su marido, a sus compromisos profesionales, sus viajes, sus obligaciones, y muchas de sus inquietudes personales quedaron relegadas a un segundo plano. Convertida de nuevo en dueña de su tiempo Paloma se ponía en marcha con varios proyectos empresariales, aunque su pasión primera, la más importante y a la que más tiempo, esfuerzo y dedicación consagra, son sus hijas, aunque también ha dejado un huequito para el amor.
Y llegó de nuevo el amor
Tres años después de su separación, y, Paloma Cuevas durante una de sus visitas a España, y la conexión y la complicidad entre ambos fue tal que comenzaron a verse con regularidad. Amigos de toda la vida, pues ambos se conocen desde niños, el destino comenzó a hacer de las suyas y esa bonita amistad se convirtió en una relación muy especial. Desde entonces, el cantante y la empresaria se han vuelto inseparables y su relación es cada día más sólida. Han compartido una tarde de compras por Madrid, cenas solos y con amigos, una escapada a Nueva York, e incluso Paloma quien en 2023 e iniciaba una gran gira internacional con más de doscientos conciertos.
Celosa de su intimidad, equilibrada, divertida y con esa sabia mezcla de elegancia, tradición y... solidaridad, Paloma Cuevas ha aprendido a afrontar los desafíos de la vida y a reinventarse para seguir brillando."Creo que se aprende más en momentos que no son fáciles. La vida te presenta dificultades y tú eres la que decide con qué actitud te vas a enfrentar a ellas" declaraba la diseñadora a la revista ¡HOLA! quien con el paso de los años cada vez tiene más claro que “muchas veces hay que preguntarse '¿para qué?' y no '¿por qué?'.