Sin embargo, la pareja de diseñadores separó sus caminos en 1995 y Miguel Palacio comenzó su andadura en solitario.
Desde ese año, hasta 2000, Palacio residió en París, donde desarrolló su trabajo a nivel internacional, en colaboración con distintas empresas textiles.
De vuelta en Madrid, en el año 2000, crea una sociedad desde la cual lanza su primera colección bajo el nombre Miguel Palacio, con un estilo que reinterpreta la clásica Alta Costura, adaptándola a una mujer urbana, joven y atractiva, sin renunciar a la gran calidad en el tejido y el corte de los diseños.