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Nacido en 1967 en Santa Perpetua de la Moguda, Barcelona, Josep Font es un diseñador de moda catalán que ha logrado cruzar (y revolucionar) las fronteras de nuestro país. Ganó notoriedad cuando asumió la dirección creativa de la casa de moda española Delpozo en 2012, donde se destacó como uno de los diseñadores más relevantes tanto en España como en el resto del mundo y cuyo talento lo llevaron a alzar en 2014 el que concede el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Iba para arquitecto
Estudió Arquitectura y Moda y Patronaje y decidió enfocar todas sus fuerzas en triunfar con sus diseños. Y lo consiguió y mucho antes de lo que tenía planeado. Su marca, Josep Font, se dejó ver en la Pasarela Cibeles e incluso logró que sus creaciones desfilaran en la Semana de la Alta Costura de París.
Sin embargo, cuando todo parecía ir como la seda llegó la crisis financiera de 2008 que dieron lugar a ciertos problemas con la accionista mayoritaria de la firma y Font fue apartada de su firma, teniendo que reinventarse de nuevo.
Director creativo de Delpozo
Pero no lo hizo de manera inmediata, sino que se lo tomó con calma, hasta que le llegó una oportunidad difícil de rechazar convertirse en el director creativo de Delpozo tras el fallecimiento del fundador de la firma, , el 13 de agosto de 2011.
Durante los seis años que estuvo al frente Delpozo, desde 2012 a 2018, año que decidió poner fin a esta etapa profesional no solo logró revitalizar la marca con diseños más frescos y nuevos colores, sino que también conseguido vestir a mujeres de todo el mundo entre las que figuran destacadas clientas, como la o, así como actrices de Hollywood, figurando como favorito para vestir sobre la alfombra roja.
Destierro emocional en Canarias
Pero a pesar de su éxito, Josep, al que le quedaban dos años más de contrato, dejando tras él un importante legado, que se vería recogido en la muestra 'Josep Font. Belleza e inquietud' en el Museo Cristóbal Balenciaga de Getaria en junio de 2023 sacando así al diseñador de su destierro emocional, pero también vital, ya que tras dejar DelPozo decidió establecer su residencia en una isla canaria.
Y es que Josep Font siempre fue tímido hasta la exageración y, aunque logró vencer su terror a las reuniones sociales, aún se sonroja cuando tiene que aparecer en público. "He aprendido a ser más sociable. Mis problemas eran terribles, hasta el punto de que de los seis a los ocho años dejé de hablar. Hasta hace muy poco no podía estar en una mesa con más de tres personas, pero el otro día me sorprendí hablando en alto en una cena ante 10 comensales".
De él dicen que diseña para princesas de cuento y que las modelos que visten sus trajes adquieren aire de muñecas antiguas. Lo que está claro que sus colecciones seducen porque conjugan de modo irresistible el romanticismo inglés del siglo XVIII y un vanguardismo que le emparenta con diseñadores tan avanzados como Dries van Noten.