Carlos de Inglaterra, el eterno heredero, el príncipe de Gales con más años de servicio, subió al trono con 73 años tras la muerte de su madre, Isabel II, siendo la persona de mayor edad en convertirse en Rey británico. Intelectual, amante de las artes y con grandes intereses culturales fue un visionario y un pionero por su conciencia ecologista, lo que le llevó a sentirse incomprendido y cuestionado en muchas ocasiones.
La boda con la princesa Diana que lo cambió todo
El rey Carlos III ha sido un nombre que tenía su destino fijado desde la infancia, pero que a lo largo de los años se ha visto opacado por su madre y después, irremediablemente, por la princesa Diana de Gales, su primer esposa, y madre de sus dos hijos los príncipes Guillermo y Harry, con la que se casó el 27 de julio de 1981. Desde entonces, su vida privada pasó a ocupar portadas de periódicos casi a la vez que su matrimonio hacía aguas y aparecía en escena Camilla Parker Bowles (Camilla Rosemary Shand, de soltera). Finalmente, la pareja se separó el 9 de diciembre de 1992 cuando el primer ministro británico anunció su separación y cuatro años más tarde, en 1996, se formalizó el divorcio.
En agosto de 1997 la princesa Diana moría en un accidente de tráfico en París. Parecía que Carlos y Camilla por fin podrían vivir su amor sin esconderse, pero la trágica muerte de la Princesa sumió al pueblo británico en un profundo luto. Treinta años tuvieron que pasar para que el 9 de abril de 2005 Carlos III pudiera casarse con Camilla, el amor de su vida, en una ceremonia privada en el Ayuntamiento de Windsor a la que le siguió una bendición en la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor.
La marcha del príncipe Harry
Desde entonces, la estabilidad llegó a su vida y se volcó en dar apoyo a su madre, la Reina, especialmente en sus últimos meses antes de fallecer donde debido a la longevidad de la anterior jefa de Estado tenía que ausentarse de muchos compromisos oficiales. Solo los asuntos de familia y muy especialmente la marcha de su hijo menor, el príncipe Harry, y su nuera, Meghan Markle, desestabilizaron una monarquía con más de doce siglos de historia.
El rey Carlos III llegó al trono siendo el monarca más novato y a la vez el más experto, con un reinado continuista, pero con su sello personal. Poco queda ya de aquel joven inseguro e infeliz en su vida personal que ha dado paso a un monarca sereno que aboga por una Casa Real efectiva, reducida y sostenible donde no hay lugar para el despilfarro, donde se tiende la mano a todos los colectivos y se escucha a la gran diversidad cultural y social que forma Reino Unido. Un Rey cuya coronación se estableció el 6 de mayo de 2023 arrancando así una nueva era.
Carlos III anuncia que padece cáncer
Un año y 150 días después de convertirse en Rey de Inglaterra, concretamente el 5 de febrero de 2024, el Palacio de Buckingham hacia público un comunicado en el que anunciaba que Carlos III padecía cáncer y que por ellos se veía obligado a posponer ciertos compromisos públicos para tratarse la enfermedad -que no tiene relación con la intervención a la que había sido sometido unos días antes y para un procedimiento benigno de agrandamiento de próstata.
Sin embargo y aunque la Casa Real ha insistido en que el cáncer que padece el monarca no tiene nada que ver con el problema que le llevó al hospital hace diez días, sí ha querido dejar claro que fue gracias a esta intervención que le pudieron detectar este segundo diagnóstico y que igual que ocurrió con el anterior diagnóstico ha decidido hacerlo público. La intención es la misma: contribuir a concienciar sobre la importancia de la prevención y apoyar a quienes estén pasando por un trance similar. Cabe recordar que Carlos III desde que era príncipe de Gales ha apoyado públicamente a los pacientes con cáncer y también ha estado implicado en muchas asociaciones y organizaciones benéficas relacionadas con esta enfermedad.
A su lado, apoyándole en todo momento se encuentra su familia, su mujer, la reina Camilla, sus hermanos, Ana, Eduardo y Andrés y sus dos hijos, el príncipe Guillermo y Harry, quien tras enterarse de la noticia volaba de Estados Unidos, país en el que reside, al Reino Unido para interesarse por el problema de salud de su padre.