Ajena a los caprichos de diva y a las miradas altivas de algunas de sus compañeras de profesión, Arantxa Santamaría, nacida en 1983, es una de las modelos españolas que más éxitos cosecha en el extranjero. En el 2003, esta bellísima castaña de amplia sonrisa puede estar orgullosa de estar muy cerca de convertirse en una cotizada "top model".
Entre sus trabajos más importantes, destaca haber trabajado en desfiles para Cerruti, Trussardi y Alberta Ferretti, entre otros. Además, vistió creaciones de Giorgio Armani en el tradicional desfile "Mujer bajo las estrellas", que anualmente se celebra en la Plaza de España de Roma, y en el que se reúnen a las mejores modelos del mundo. En cuanto a sus trabajos fotográficos, no sólo ha posado en reportajes para prestigiosas revistas de moda, sino que también ha sido imagen de las firmas Benetton, Premiatta y LiuJo.
Una vida modesta
Arantxa Santamaría nació a principios de los 80 en el pueblecito de Altorricón, en Huesca. De familia modesta sus padres trabajan en una peluquería por el día y en un pub de su propiedad por la noche-, comenzó a trabajar como camarera con tan sólo 16 años. Su sueño era licenciarse como periodista y llegar algún día a presentar informativos en la televisión. Sin embargo, una amiga la convenció para que la acompañara a apuntarse a una pequeña agencia de modelos de Huesca. Al final, ella también era contratada. Y no es de estrañar, ya que posee una belleza impactante y 1,80 metros de altura.
En 1999, sus representantes la enviarían a un casting que organizaba la agencia Elite, y en la que se buscaban las candidatas perfectas para su concurso anual de modelos. De entre cincuenta chicas, Arantxa fue la elegida, lo que supuso el comienzo de su exitosa carrera.