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Andrea Casiraghi

Sensible, introvertido, poco hablador y muy cariñoso. Para Andrea Casiraghi los adjetivos se quedan cortos. Fascinante, bello, con ojos azules cercanos a la profundidad del mar. Todo un logro para un príncipe que no puede desligarse de un toque nostálgico en su mirada...


7 de noviembre de 2006 - 14:12 CET
Mónaco

Nació bajo la luz cegadora de los flashes, aunque su madre, la bellísima Carolina de Mónaco, haya querido siempre apartarle de los mismos. Su aspecto, entre rebelde y delicado, le convirtieron en un príncipe adolescente con un halo romántico y carismático innegable.

Nacido el 08 de junio 1984 en el hospital Princesa Grace de Mónaco, Andrea es el hijo mayor de la princesa Carolina de Mónaco y su segundo marido, Stefano Casiraghi. Su vida hubiera podido ser un paseo por camino de rosas. Pero, las espinas estaban acechando. Y sobre todo, una que le rompió por dentro cuando apenas tenía seis años. Su padre, con el que caminaba de la mano y hablaba como un pequeño adulto, murió en trágico accidente un mes de octubre de 1990.

Sensible e impresionable, el fallecimiento repentino de su padre le hirió profundamente, dejándole desolado. Heredó de él su delicado físico, su encanto y esa elegancia con un toque de inocencia que tanto caracterizaba a Stefano, quien tras su marcha dejó una familia sumida en sus recuerdos.

Carolina de Mónaco, por sus hijos primero y por ella en segundo lugar, se repuso como pudo y siguió adelante. Segundo en la línea de sucesión al trono tras su madre, Andrea paso su infancia y adolescencia en la residencia familiar de Saint-Rémy-de-Provence en Francia, junto a con sus dos hermanos Carlota y Pierre.

Andrea no ha podido, ni ha querido, olvidar la memoria de su padre. Y recurre a viejas fotografías para captar un estilo que quiere como suyo. Y es que Andrea es de los tres hijos del matrimonio Casiraghi el que más se parece a su padre. Trabajador y sensible para el mundo de la cultura, el primogénito de la última generación Grimaldi no ha podido desprenderse de una leve sombra de tristeza en su mirada. Y eso le hace más romántico...

El 20 de julio de 1999, Andrea vio como su madre se volvía a enamorar y contraía matrimonio con el príncipe Ernesto de Hanover, junto al que le da una hermana Alexandra de Hannover.

El joven, que ha marcado todo un estilo por su forma de vestir, habla cuatro idiomas y es Licenciado en Artes Visuales y Política Internacional por la American University of París. Actualmente Andrea, quien se ha declarado un apasionado de la isla de Ibiza, reside en Londres junto a su pareja, Tatiana Santo Domingo, nieta del magnate colombiano Julio Mario Santo Domingo Jr, fallecido el 30 de marzo del 2009, y de Vera Rechulski, propietaria de una tienda de antigüedades en París, fallecido el 30 de marzo del 2009, y a la que conoció en el año 2004. Junto a ella, Andrea ha logrado formar una familia, dando la bienvenida el pasado 21 de marzo a su primer hijo en común, Sacha, el primer nieto de la princesa Carolina de Mónaco. Comprometidos desde el 2012, Andrea y Tatiana contraerán matrimonio el próximo 31 de agosto en una ceremonia íntima, a la que, con toda seguridad, no le faltará el característico glamour de Mónaco y los Grimaldi.

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