En España, se puede ser voluntario desde los 12 años con una autorización expresa de los progenitores o tutores. No es una situación muy común, pero hay niños que desde muy pequeños muestran una tendencia clara a ayudar a los demás. Lo más habitual es que ya entrados en la adolescencia sean más conscientes de que hay otras realidades menos favorecidas y quieran aportar su granito de arena. Así, entre los 16 y los 18 años, siendo aún menores de edad, pueden hacer voluntariado contando con el consentimiento de padres o cuidadores.
Pero no hay que esperar a ese momento para comenzar a vivir la solidaridad en familia. Los padres pueden acompañar a sus hijos en esas experiencias desde bien temprano. ¿Qué ventajas y beneficios tiene para el niño que se está formando?