‘Mi hija solo juega con niños, ¿por qué?’

“Una de las cosas más importantes durante la primera infancia es que tanto niños como niñas mantengan relaciones amistosas de calidad, con sus pares sin importar el sexo y también con los adultos de su entorno”. Esto les aporta calma, tranquilidad, autoestima… independientemente del sexo de su amigo o compañero. Por ello, es imprescindible que se sientan seguros en el contacto interpersonal porque será lo que les haga disfrutar de sus relaciones sociales.

Los roles de género, por desgracia, existen, pero es algo que en la infancia no tiene relevancia a la hora de que los niños se relacionen. De hecho, “lo más importante es que puedan sentirse cómodos y relajados para practicar correctamente la relación ya que esto les reconforta en su día a día”, asegura la educadora.

Pueden existir muchas razones por las que una niña prefiera jugar con niños, pero, generalmente, “es porque se siente más atraída por el juego que ejerce el niño, con más niveles de competitividad, más uso de sus habilidades físicas y fuerza, más brusquedad y no tanto por los juegos más calmados con altos componentes relacionales”, explica.

Los niños comienzan a definir su identidad de género entre los 18 meses y los 8 años, aproximadamente, y son muchos los factores que intervienen en el proceso. Normalmente se suelen interesar por actividades típicas de su género, sumado al rol orientador de los padres, pero puede no ser así. Esto comienza a mostrarse, “generalmente, en el momento en el que inicia la socialización y comienzan a mirar distintos tipos de juegos”, indica la experta.

“Los padres y cuidadores principales no tendrían que preocuparse por buscar un concepto más allá del hecho de que su hija prefiere juegos ‘típicos’ de los niños, ya que esto nada tiene que ver con su futura orientación sexual , sin embargo, es natural dejarse llevar por la presión del entorno y los prejuicios sociales”, dice la educadora. Por lo que los padres deben afrontar esta situación con normalidad.

El juego simbólico es uno de los más importantes en la infancia ya que los niños aprenden, sobre todo, por imitación. Los papás y cuidadores más cercanos son su espejo donde mirarse algo que, además, les permite desarrollarse. “Debemos comprender que en la infancia los juegos de roles o juegos simbólicos permiten que tanto niñas como niños pongan en práctica sus habilidades sociales, así como desarrollar la inteligencia, la imaginación y creatividad”.

Pero, ¿y qué pasa con la niña que juega con niños?, ¿puede sentirse diferente si escucha algún comentario de otro amigo? “Esto dependerá mucho más del manejo que le den sus cuidadores principales a esta situación. Si la manejan con confianza, tranquilidad, seguridad y, sobre todo, información, la inseguridad no aparecerá en el panorama”, asegura la educadora.

La experta nos dice que, por lo general, “estás preferencias por los distintos tipos de juegos duran un tiempo determinado y luego empiezan a interesarse por otros grupos o tipos de juegos”.

Los padres debemos tener muy presente que los estereotipos de género ya no existen, no son relevantes para la educación de los niños y, por tanto, “entender que estereotipar el juego, que es la actividad más importante de los niños, no es lo correcto. Los niños no hacen nada ‘malo’ por preferir un tipo de juego o relacionarse con el sexo opuesto, esto por lo general es solo una parte de su personalidad”, dice la educadora.

Algo más importante que, con qué sexo prefiere jugar la niña es que esta “se relacione con normalidad y se sienta cómoda haciéndolo”, ya que, según asegura la experta: “La sensación de seguridad e intimidad es lo que les permite a los niños desarrollarse con normalidad”. Por lo que, en todo caso, los padres deben normalizar la crianza .