El síndrome de la muerte súbita del lactante, también conocido por las siglas SMSL, “es la muerte repentina e inexplicable de un niño menor de un año de edad mientras duerme. En España, es una de las causas principales de mortalidad en niños durante el primer año de vida”, informa la Asociación Española de Pediatría (AEPed).
“La causa es desconocida”, según nos cuenta Virginia Milla Sánchez, enfermera, asesora de lactancia y experta en anquiloglosia (@lactarymimar), aunque sí se sabe de la existencia de algunos factores de riesgo que pueden desencadenarla. “Conviene saber que, según los últimos datos, durante el año 2021 hubo 44 muertes por muerte súbita infantil en España, según el INE”, añade. Por ello, la prevención se convierte en la mejor forma de evitar el SMSL, y la enfermera nos va a dar las pautas más seguras para ello.
Evitar el consumo de tabaco, alcohol y opioides durante el embarazo
Existen estudios que relacionan el consumo de estas sustancias, como el alcohol , tabaco... con el aumento del riesgo de muerte súbita del lactante. Además, “se hace especial énfasis en evitar la exposición de los menores a la nicotina”, nos cuenta la asesora de lactancia.
Dormir boca arriba
Seguramente, tú que estás leyendo este artículo, tus padres te ponían boca abajo en la cuna para dormir porque esas eran las recomendaciones de entonces en pediatría. Hoy en día, y con estudios relacionados realizados, se indica que “el bebé debe dormir en decúbito supino (boca arriba) ya que, es uno de los factores que se relaciona con la reducción de la mortalidad por esta causa, en los últimos 30 años”.
Desde la AEPed, añaden: “La forma más segura de dormir para los lactantes menores de 6 meses es en su cuna, boca arriba, cerca de la cama de sus padres. Existe evidencia científica de que esta práctica disminuye el riesgo de SMSL en más del 50%”.
Lactancia materna
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la lactancia materna exclusiva, mínimo hasta los 6 meses de vida del bebé y, “su mantenimiento junto a la alimentación complementaria, hasta los 2 años”, nos dice la enfermera. Por su parte, se ha observado que precisamente, que la lactancia materna “es un factor protector de la muerte súbita del lactante y, en algunos casos, se incide en que, si por algún motivo el bebé no puede ser amamantado, se administre la leche materna por otros medios (por ejemplo, con biberón)”.
El uso del chupete
Aunque te pueda parecer extraño, el chupete también puede utilizarse como prevención de la muerte súbita del lactante, ya que tal y como nos cuenta la experta, “su uso durante el sueño se considera un factor protector, siempre y cuando, la lactancia materna esté establecida”, advierte.
La cabeza siempre descubierta
Los expertos indican que la cabeza del bebé debe quedar siempre descubierta “para evitar el riesgo de muerte súbita del lactante”. Y, además, se recomienda “arropar al bebé por debajo de las axilas y con ropa ligera ”, dice la enfermera.
Evita sillones, sofás…
Puede ser cómodo que, mientras estés en el salón quieras dejar al bebé en el sofá durmiendo a tu lado , pensando que así puedes controlarlo más, pero al contrario de lo que piensas, puede ser un riesgo para el pequeño debido a las deformidades de los almohadones, los tipos de textiles, etc…, por tanto, “evita que el bebé se duerma en sillones, sofás y mecedoras y también en brazos”.
Un colchón firme
“Se recomienda que el colchón de la cama tenga una superficie dura y firme, así como, evitar la presencia durante el descanso del bebé de peluches, cojines, almohadas y el empleo de nidos”, dice la asesora. Por tanto, deja la cuna del niño completamente libre de cualquier tipo de juguete y, si te hace ilusión tenerla decorada, que seas solo cuando no esté el bebé durmiendo en ella.
Aspectos positivos del colecho
La AEPed asegura que el colecho es una practica muy beneficiosa para la continuidad de la lactancia materna, pero también advierte que puede ser un factor de riesgo del síndrome de muerte súbita del lactante, si no se practica de forma segura. “La decisión familiar de realizar colecho con el bebé debe ser una decisión informada, conociendo los beneficios y riesgos en cada caso. Aquellos padres que deseen mantener una mayor proximidad con su bebé durante la noche, pueden optar por colocar la cuna al lado de la cama o utilizar una cuna tipo “sidecar” (superficie independiente adosada a la cama de los padres), que facilita la lactancia y no interfiere con la frecuencia de las tomas de pecho”.
En cualquier caso, el colecho tiene muchos aspectos positivos, según nos dice la asesora de lactancia, como son:
- Favorece el apego con los progenitores.
- Favorece el establecimiento y mantenimiento de la lactancia materna, así como, el descanso de la madre.
- El bebé regula mejor la temperatura.
- Disminuye los niveles de estrés en el menor y reduce el llanto.
- Aumenta la confianza y la autoestima de los niños.
Cuando no se recomienda el colecho
Pero existen una serie de situaciones en las que no se recomienda realizar colecho , porque se considera que no es seguro para el bebé y la enfermera nos explica en qué casos:
- Exceso de abrigo en un ambiente demasiado cálido. La temperatura de la habitación debería rondar los 16-18ºC.
- Menores de 3 meses.
- Menores con antecedentes de prematuridad o bajo peso al nacer, así como, crecimiento intrauterino retardado.
- Progenitores fumadores o que consuman alcohol, drogas u opioides.
- Cansancio extremo de los progenitores.
- Superficies blandas.
- Dormir entre los dos progenitores aumenta el riesgo de muerte súbita, así como, compartir cama con otros menores. El colecho no implica dormir en la misma cama si no que, se incluye la posibilidad de emplear cunas diseñadas para ello (colchón sidecar o cunas colecho).
- Dormir boca abajo o de lado.
- Presencia de almohadas, cojines, nidos o peluches.
- Mantener al bebé en la cama sin supervisión de un adulto.