La Organización Mundial de la Salud recomienda no realizarla debido a que no hay estudios sobre su impacto ni en la embarazada ni el feto. Te aclaramos las dudas sobre este tratamiento.
La depilación láser es considerada una de las mejores opciones a la hora de eliminar el vello del cuerpo de forma permanente, pero, si lo que te preguntas es si está permitido realizarla durante el embarazo, la respuesta más prudente sería que ‘no’. ¿Por qué? Ante todo, esta es una de las formas de depilación más seguras y eficaces que existen, pero al no haber estudios realizados en embarazadas ni en fetos, la Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda no realizarla, debido al desconocimiento de los efectos que podría causar en estos.
Como este tipo de tratamientos están tan normalizados en nuestro día a día, puede que a muchas mujeres que estén embarazadas o quieran estarlo les surjan muchas dudas en cuanto a la depilación láser y cómo repercute en el embarazo y en la lactancia. La Dra. Marta Sánchez-Dehesa, Directora de HM IMI Toledo y Jefa del equipo de ginecología en HM IMI Toledo, nos contesta a algunas de las dudas más frecuentes.
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¿Se puede realizar depilación láser durante el embarazo?
“El láser no supone un riesgo para el desarrollo el feto y su incidencia se centra en las capas más superficiales de la dermis, pero la depilación láser está desaconsejada porque puede provocar reacciones en la piel que podrían afectar a una gestación normal como eritema (enrojecimiento de la piel) o foliculitis”, nos cuenta la doctora. No hay que olvidar que lo más importante siempre es la seguridad de la embarazada y la del futuro bebé, por lo que lo más recomendables es “avisar al centro de depilación si estabas haciéndote un tratamiento para ver la opción de retomarlo más adelante”.
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¿Qué ocurre si me estoy haciendo un tratamiento láser y descubro que estoy embarazada?
Puede ocurrir que estés en pleno tratamiento de depilación láser y que te quedes embarazada, ya sea de forma espontánea o planeada. En esos casos, “en cuanto pueda haber sospecha de embarazo o ya se tiene la confirmación del mismo, lo mejor es interrumpir el tratamiento y abandonar por completo este sistema de depilación, buscando otras alternativas”, aconseja la doctora.
¿Y si me sometí a una sesión sin saber todavía que estaba embarazada?
Aunque la futura mamá ya se hubiera hecho alguna sesión de láser sin tener todavía conocimiento del embarazo, la doctora nos dice: “Hay que tener en cuenta que, al ser un tratamiento superficial en la piel, probablemente, no tenga ninguna repercusión, para la tranquilidad de la futura mamá, si ya se había hecho alguna sesión sin conocer su estado. Por lo que, si la mujer se somete a una sesión de terapia láser sin saber que está embarazada, debe estar tranquila pues el láser no supone un riesgo para el desarrollo normal del embarazo ni del feto en crecimiento, solo actúa en las capas más superficiales de la piel, 3-4 mm”, asegura.
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Otros motivos por los que se aconseja parar el tratamiento
Otro motivo por el que interrumpir este tratamiento durante el embarazo es por la recomendación de la OMS, la cual “desaconseja la utilización de fármacos y terapias que no sean totalmente necesarias durante el embarazo”, dice la doctora. Además, añade: “En este momento de la vida de la mujer se presentan cambios hormonales que hacen que crezca vello en zonas poco habituales, como, por ejemplo, en el abdomen o en la línea alba, y que van a desaparecer cuando pase el parto, y estos mismos cambios hormonales nos hacen que el pelo crezca a una velocidad menor con lo que la necesidad de depilarse disminuye mucho”.
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¿Qué consecuencias puede haber en la piel si se hace el láser durante el embarazo?
Como decía la doctora en respuestas anteriores, el láser en el embarazo puede producir reacciones en la piel que podrían afectar a una gestación normal como eritema (enrojecimiento de la piel) o foliculitis. Pero, se debe interrumpir, además de por el bienestar del futuro bebé, porque “los resultados del láser en el vello y en la piel de la embarazada son impredecibles, debido al aumento de progesterona, que es la hormona que más predomina en nuestro embarazo. Hace que el vello crezca de forma más anárquica, y por tanto, no responda correctamente al tratamiento”. “Hay mujeres que pueden experimentar un decrecimiento del vello y otras, por el contrario, notarán más rápido su crecimiento.
Y para el feto, ¿qué consecuencias tiene?
Aunque ya se ha mencionado en respuestas anteriores, la doctora insiste de nuevo: “No hay estudios sobre esta cuestión, ya que lo más indicado es interrumpir el tratamiento en cuanto se confirme el embarazo para que no haya ningún riesgo para el feto”.
¿Cuándo se puede retomar el tratamiento?
“Puede retomarse al terminar la lactancia materna, o por lo menos pasados 6 meses del nacimiento del bebé, ya que después de este tiempo ya se habrá producido la regularización de la caída del pelo y el vello”, nos responde la Dra. Sánchez-Dehesa.
Entonces, ¿no se puede realizar un tratamiento de láser durante la lactancia?
Para responder a esta pregunta la doctora nos explica que “las hormonas que predominan en estos periodos son la prolactina y la oxitocina, y estas, no influyen en cambios habituales en el crecimiento del cabello ni la sensibilidad de la piel, siendo los resultados satisfactorios y sin efectos secundarios sobreañadidos”. Por lo que, “la mujer puede retomar la terapia láser tras el parto, cuando se encuentre totalmente recuperada, y aunque esté dando el pecho”, indica.
Sin embargo…
Sin embargo, aunque se puede realizar un tratamiento de depilación láser durante la lactancia materna, la doctora recomienda realizarlo al acabar esta etapa, “sobre todo, para que a nivel hormonal se regularice tanto la caída del cabello como el aumento o descenso del vello, ya que esto depende de cada mujer”, concluye.