La primera infancia es una de las etapas de aprendizaje más importantes en la vida. El desarrollo de los peques y de sus habilidades a través del juego es fundamental y uno de los materiales que más les ayuda y, de hecho, está recomendado en cualquier plan de estudios, es la plastilina.
Materiales como la plastilina o la arcilla moldeable hacen que los peques aumenten sus destrezas con el movimiento de los dedos y, en general, su capacidad motriz . Hemos hablado con Helen Jones, Research and Product Insight Manager en Macmillan Education, experta en educación, para que nos hable un poco más acerca de todos beneficios que puede aportar este material a nuestros hijos a edades tempranas.
De 0 a 2 años, ¡prohibida!
Es importante saber, en primer lugar, que la plastilina puede aportar muchas ventajas y beneficios a nuestros peques pero eso sí, siempre que sea después de los 2 añitos. “Consideramos crucial el empleo de aquellos juguetes que se encuentran alineados con las distintas fases del aprendizaje, adaptándonos a las habilidades y capacidades de cada niño. Es por ello, por lo que se desaconseja el uso de plastilina en la etapa que comprende desde el nacimiento hasta los dos años, ya que aquí los niños se encuentran enfocados en el descubrimiento del mundo a través de los sentidos, gatear, andar o hablar”, nos dice la experta.
Entre los 2 y 3 años, la edad perfecta
La edad ideal, por tanto, para comenzar a utilizar este recurso está entre los 2 y los 3 años. “En este punto, los niños mejoran el sentido del equilibrio y la destreza manual, por lo que la plastilina puede contribuir al correcto desarrollo de la psicomotricidad fina, contribuyendo, además, a la mejora de su creatividad, que experimenta su máximo grado al inicio de los 3 años”, explica.
¿Qué ejercicios son los más recomendables para hacer con plastilina?
Según nos cuenta la experta en educación, en su escuela tienen un método de aprendizaje específico en el cual se destacan varios aspectos positivos del uso de la plastilina como son: “Su facilidad de uso, el aprendizaje social y emocional o la posibilidad de desarrollar sus habilidades motrices. Por ello, proponen ejercicios básicos, creativos y dinámicos. Por ejemplo, la utilización de la plastilina para modelar algunos alimentos, e incluso animales. Estos ejercicios, que se basan en la réplica de objetos de la realidad, así como en el recuerdo o la memoria, permiten a los niños adquirir vocabulario y aprender algunos conceptos básicos e indispensables en su proceso de aprendizaje”, asegura.
Impulso de la creatividad
Los beneficios de la plastilina son muchos para los peques, como hemos comentado, pero la experta nos va a enumerar algunos que considera fundamentales en su uso. Por un lado, nos habla del tan importante impulso de la creatividad: “Los niños, a través de la plastilina, imaginan, crean y materializan sus pensamientos, lo que supone un incentivo para la capacidad creativa, ya que da total libertad a la fantasía”, nos cuenta.
Desarrollo de las habilidades motoras
Como ya se ha apuntado anteriormente, el desarrollo de las habilidades motoras que proporciona la plastilina es crucial, pero esto tiene una explicación: “A través de los ejercicios y la modelación de la plastilina, los niños fortalecen los músculos de sus manos que necesitarán para el aprendizaje de la escritura, un beneficio especialmente reseñable”.
Dinamismo en el aprendizaje
“La posibilidad de aprender y adquirir conocimientos a través de los juegos con plastilina incrementa la capacidad de recuerdo a la par que contribuye a hacer del aprendizaje algo ameno, divertido y agradable para los más pequeños”, indica la experta, y es que pasar un rato divertido y agradable con sus compañeros jugando con la plastilina será fundamental para el peque también a nivel social y emocional.
Trabajo cooperativo
“Los ejercicios con plastilina crean oportunidades para colaborar y cooperar en el aula, lo que incrementará las capacidades para el trabajo en equipo de los niños, enriqueciendo sus experiencias a través del acto de compartir”, nos cuenta. Si hay algo que los peques llevan regular a estas edades es compartir sus cosas, por lo que la plastilina también ayudará a trabajar este punto.
Vínculos con el hogar
“Por todos es sabido que los primeros días de los peques en el colegio pueden ser algo complejos desde el punto de vista del apego, la independencia y las emociones. En este sentido, el uso de la plastilina en el aula puede generar vínculos con el hogar y el espacio de juego que hagan de esta experiencia algo mucho más agradable”, observa la experta en educación.
Aprendizaje de otro idioma
Por último, la escuela a la que representa la experta también da la oportunidad de introducir un nuevo idioma al mismo tiempo que se manipula la plastilina.
“Recursos como los que utilizamos en nuestro plan de estudios permiten desarrollar desde edades tempranas el aprendizaje del inglés, mientras juegan con plastilina. El simple hecho de escuchar las instrucciones en inglés, describir la forma en la que han creado sus figuras de plastilina, la interacción con los compañeros o la adquisición de nuevo vocabulario puede resultar extremadamente beneficioso en la mejora de la adquisición de conocimientos de esta segunda lengua ”, finaliza.