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el primer amor de tu hijo adolescente© GettyImages

ADOLESCENTES

El primer amor de tu hijo adolescente: así podéis acompañarlo como padres

Las relaciones de amor en la adolescencia pueden ser muy intensas y es que es la primera vez que sienten ese tipo de emociones. Esto forma parte de una etapa, de crecer y, por tanto, tienen que vivirlo.


9 de diciembre de 2022 - 15:38 CET

Seguro que tu también recuerdas tu primer amor y la intensidad con la que se vive, el deseo, la ilusión, las ganas… Normalmente es en la adolescencia cuando se comienzan a tener las  primeras relaciones románticas, una experiencia sin duda, de las más bonitas de la vida, pero también, de las más duras y complicadas si hablamos de desamor.

¿Cómo podemos ayudar a nuestros hijos como padres en sus relaciones? ¿Cómo poner límites? ¿Cómo apoyarles si vemos algo que no nos gusta? Y es que a pesar de que son personas más independientes, y ya no son unos niños, siguen siendo nuestros hijos. Estos consejos seguro que te ayudarán para afrontar como padres este tipo de situaciones.

manos entrelazadas de adolescentes© AdobeStock

¿Cómo es el amor en la adolescencia?

Pero, para comenzar por el principio y aunque muchos de los padres lo hayan vivido en sus propias carnes, debemos saber desde un punto de vista psicológico cómo es el amor en la adolescencia.

El psicólogo especializado en adolescencia, Juan Ignacio Martínez, nos dice que “el amor en la adolescencia está cargado de toda la intensidad emocional que es característica de la edad, las emociones se viven profundamente y eso incluye el enamoramiento”, nos dice.

Es común escucharles decir que ‘nunca habían sentido algo tan fuerte’, y aunque muchas veces los adultos le restamos importancia o lo vemos como exageraciones, realmente es cierto, “es la primera vez en la vida que se sienten esas emociones, el sentir el enamoramiento por completo”.

pareja de adolescentes enamorados© AdobeStock

La idealización de la pareja

Otro de los comportamientos típicos de esta etapa es la idealización de la pareja, y es que según nos cuenta el psicólogo, “es muy típico que, al estar enamorados en esta edad, haya una gran cuota de idealización en donde se ve a la pareja como perfecto y se omiten los defectos, sobre todo, en las primeras experiencias y relaciones, se siente que el otro no tiene fallo alguno”.

Y ya no solo se idealiza a la pareja, sino que también se suele idealizar la relación y sentir que la relación que tienen es perfecta o transmiten el sentimiento de que encontraron “el amor de su vida”, “que ese amor es el definitivo y va a durar para siempre, y se plantean escenarios de un amor eterno y duradero”, añade el experto.

Sin embargo, así como de intensa es esta etapa también cabe la posibilidad de que este compromiso sea efímero y volátil. “Después de la etapa inicial en que todo se ve como un sueño, una vez que se va profundizando más allá de la gran atracción física y la afinidad en gustos (musicales, artísticos, etc.), se empiezan a conocer más en lo personal y ahí puede venir el desencanto. Y esa pareja, que hace un mes era vista como ‘la persona más perfecta del mundo’, ahora es aburrida, odiosa, superficial o cualquier otro adjetivo negativo que pueda surgir… Pasan de no poder estar sin él o ella, a no querer verlos más. Son amores intensos tanto para acercarse y para alejarse”, indica.

pareja de adolescentes felices© AdobeStock

Hasta qué punto hay que darles libertad

Lo primero que debemos hacer como padres es entender que “entrar al mundo romántico de las relaciones de pareja es algo natural que forma parte del proceso de crecer y pasar de la infancia a la adultez”, explica el psicólogo.

Esto significa que como una etapa más de su vida y, por tanto, van a necesitar nuestros consejos, “orientación y guía como padres, pero siempre dentro de un contexto de la edad, ya que no es igual la libertad que se le puede dar a los 12 años que a los 16”, asegura.

madre e hija adolescente© AdobeStock

Acordar dónde está el límite con ellos

Y, como en cualquier otro estadio de su vida como adolescente, el joven debe tener unos límites que, en este caso, serán acordados (hasta un punto) entre las dos partes, tanto los padres y el adolescente.

“El primer paso es acordar entre los padres la postura que van a tener ante la idea de los noviazgos y relaciones de pareja, ya que puede darse el caso de familias en que un progenitor puede estar en contra de permitir noviazgos antes de cierta edad y su pareja estar en desacuerdo. Así que el punto inicial es acordar la libertad de tener o no una”, dice el psicólogo.

En cualquier caso, se trata de una decisión muy particular de cada familia y que, normalmente, se toma en función de su cultura. “Sus valores morales, sus costumbres y tradiciones, la personalidad de cada hijo o hija y su forma de ser (los hijos más tranquilos o los más impulsivos, los hay más retraídos o los más sociables, todos son distintos). Lo importante es que sea una decisión en la cual estén de acuerdo ambos padres (no algo que impone uno y el otro acata a pesar de no estar de acuerdo), y la cual puedan conversar con los hijos e hijas para poder explicar las razones por las cuales se toma la decisión de permitir o no las relaciones”, asegura.

madre e hijo adolescente© AdobeStock

Conversa sobre el amor con tu hijo

De todos modos, lo más importante es que el tema del amor se hable en casa. Tanto del amor como del sexo, las relaciones… “Se debe hacer mucho énfasis en la responsabilidad que hay detrás de las relaciones de pareja a nivel físico, sexual y emocional. Estas conversaciones van a ayudar mucho a los padres a ir conociendo la visión de sus hijos o hijas y, en función de eso, poder decidir en cuanto a los límites permitidos, entendiendo que estos pueden ir cambiando en función de cómo los manejen”, dice el psicólogo ya que, los adolescentes que van respetando los límites y acuerdos pueden ir ganando la confianza de los progenitores y que logren tener más beneficios.

pareja de adolescentes enfadados© AdobeStock

Los celos en la adolescencia

“Al tratarse de una etapa donde se viven intensamente las emociones y el amor, pueden aparecer los celos con facilidad”, dice el psicólogo.

Como padres debemos estar muy alerta para poder detectar cuando un adolescente ejerza control sobre el otro en situaciones como las siguientes que nos pone de ejemplo el psicólogo: “Cómo se viste el otro, con quién puede o no puede hablar, si interfiere con amistades u otros intereses… Esto limita el crecimiento del otro en cuanto a las actividades en las que puede participar, insulta o humilla, amenaza con hacer daño o hacerse daño… Usualmente estos celos y control van disfrazados detrás de manipulaciones del tipo ‘lo hago porque te amo’, ‘me da miedo que hables con otras personas y me dejes’ y otras similares”, observa.

padres hablando con su hijo adolescente© AdobeStock

Permanece alerta también si…

Los comentarios que hace tu hijo sobre las relaciones de pareja y lo que representa el amor no son apropiados. “Ideas tales como ‘el amor lo justifica todo’, ‘si amas a alguien no le puedes decir que no’, ‘quien te ama te hace sufrir’, si te dice ‘me perteneces’ o ‘eres mío’ es porque te ama’… son mensajes que están en la base de las relaciones abusivas ya que crean una expectativa en la cual la relación de pareja se pierden los límites como el respeto y hacen que las víctimas del maltrato justifiquen las conductas abusivas. Cuando escuchamos que los adolescentes hablan en estos términos es importante intervenir, y no solo pensando en que puedan ser víctimas de una relación abusiva, sino también y, más difícil aún para un padre o madre, pensar en que su hijo o hija pueda ser victimario”.

ruptura pareja de adolescentes© AdobeStock

Primeras rupturas

¿A quién no le han roto el corazón por primera vez en la vida? Ese sentimiento de dolor y tristeza indescriptible, de que el mundo se acaba y que ya no habrá nadie más que pueda sustituirle… “Las primeras rupturas son particularmente dolorosas ya que, así como nunca antes habían vivido el estar enamorados y era algo deslumbrante y desconocido, también será la primera vez que se enfrenten al dolor del desamor, del rechazo y este es un dolor desconocido”, señala el experto.

¿Qué podemos hacer los padres en estos casos? En primer lugar, debes tomar a tu hijo totalmente en serio, por que sea su primera relación o sea todavía muy joven, no quiere decir que sea menos importante. “La mejor forma de apoyarlos es validando sus emociones y sentimientos, acompañarlos en su dolor y estar disponibles si quieren hablar. Incluso, podemos llegar a compartir alguna experiencia de cuando nosotros estuvimos tristes por una ruptura (el énfasis en el comprender cómo se sienten, no en decir que ya pasó) o simplemente con nuestra presencia. La tarea no es quitarles la tristeza, sino que sepan que no están solos en su tristeza y transmitirles nuestra confianza en que podrán superarlo pero que entendemos el dolor que están sintiendo en este momento” recomienda.

madre hablando con su hija adolescente© AdobeStock

Consejos a tener en cuenta por los padres

Para finalizar, el psicólogo nos da una serie de consejos más para padres que comiencen a enfrentarse a situaciones de esta índole con sus hijos adolescentes:

  • Hablar de sexualidad desde temprano y esto significa hablar de muchas cosas más allá de solo las relaciones sexuales, es hablar de las relaciones interpersonales y de pareja, del respeto al cuerpo propio y ajeno, del tomar en cuenta las emociones de los demás.
  • Reconocer que las relaciones de pareja implican tanto un lado físico como un lado emocional y hay que atender ambos.
  • No solo hablar de los riesgos en las relaciones (maltratos, embarazos y ETS) sino también de los aspectos positivos a tener en cuenta.
  • Ser conscientes de nuestras experiencias en el tema de las relaciones ya que se va a transmitir en nuestro discurso. Si bien no queremos que cometan nuestros mismos errores, tampoco significa que obligatoriamente van a pasar por las mismas situaciones. Por ejemplo, si hemos tenido varias relaciones fallidas que no han terminado bien podríamos transmitir la idea de que todas las relaciones son negativas y no funcionan, y con eso condicionar la visión que vayan a tener nuestros hijos. Hay que hacernos responsables de nuestra historia y nuestras experiencias.
  • Recordar que nosotros también pasamos por esa etapa y cuánto significó en ese momento el noviazgo y el desamor. Verlo a la luz del adolescente que fuimos, no del adulto que somos actualmente.
  • Estar atento a lo que pasa en el entorno de los adolescentes en cuanto a los noviazgos, si los amigos están teniendo relaciones de pareja y cómo las están manejando. Muchas veces las conversaciones fluyen más fácil cuando hablan de sus amigos que cuando hablan de sí mismos.

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