Niños introvertidos vs. niños tímidos: ¿es lo mismo?
Es clave saber diferenciar las distintas personalidades de nuestros hijos para poder ayudarles de la mejor manera en cada caso. Un niño tímido puede ser extrovertido una vez coja confianza con sus amigos, mientras que los niños que son introvertidos tienen mucha más vida interior y les gusta más la soledad.
La genética tiene una carga importante, pero, sobre todo, serán las experiencias, el amor, el apego del niño y su entorno lo que interfiera y forme parte de la construcción de la personalidad del pequeño.
Si nos fijamos en las conductas de los niños que son tímidos y en las de los que son introvertidos, veremos que son muchas las actitudes que comparten, pero en realidad, el motivo o el origen de este comportamiento no es el mismo. Saber cuáles son las diferencias y el por qué son así nos hará comprenderles mucho mejor y saber cómo actuar en cada caso.
Para aprender a diferenciar estas conductas y ayudarles a construir su propia identidad sin miedos, límites, inseguridades o restricciones, y darles ese pequeño empujón que les hace falta y aprendan a sentirse mejor con ellos mismos, hemos hablado con el psicólogo Javier Urra, director clínico del centro terapéutico Recurra-Ginso.
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Niños tímidos vs. introvertidos
“Un niño introvertido es lo opuesto a un niño extrovertido, le cuesta tener relaciones sociales y tiene mucho pensamiento y vida interior. Sin embargo, un niño tímido, aunque quiera tener amigos, ser extrovertido o muy sociable, se encuentra con la aparición de miedos o inseguridades que le paralizan para relacionarse”, dice el psicólogo.
Por ello, es muy importante tener en cuenta cómo se relaciona tu hijo con sus pares, observar cómo reacciona ante determinadas situaciones o cuál es su comportamiento en momentos concretos. Esto nos ayudará a determinar si su personalidad es una u otra.
¿Cuál es la principal diferencia?
Para saber distinguir un niño tímido de uno introvertido, el psicólogo nos explica que “la principal diferencia es que el niño introvertido tiene unas características que le son propias, mientras que el tímido puede acabar mostrándose como un niño extrovertido cuando ya ha conocido a sus amigos y se siente seguro. El niño tímido se reserva cuando está en un entorno desconocido, mientras que al introvertido le gusta ser introvertido, pensar hacia sí mismo y la soledad”. Al introvertido, normalmente, le gusta más vivir una vida de “sensibilidad, de poesía y menos sociable, y no quiere o tiene necesidad de cambio”, por lo que debemos tener cuidado y no obligar a hacer cosas que no quieren, si el pequeño es feliz siendo así, porque su personalidad es así.
Cómo ayudar a un niño tímido a vencer la timidez
No hay que olvidar que, tal y como nos recuerda el experto, “la timidez tiene un punto de fobia y, por eso, hay que hacer una exposición. Por ejemplo, hacer que el niño vaya por la calle y pregunte la hora para forzarle a relacionarse y que vaya poco a poco superando la timidez o salir a exponer un trabajo en clase, sabiendo que lo tiene bien hecho. Como todas las fobias, hay que vencerlas desde los hechos y las conductas. Aunque de primeras cueste, poco a poco irá cogiendo seguridad en sí mismo”, asegura.
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Los matices entre tímidos e introvertidos
Los matices entre una personalidad y otra pueden ser tan finos que algo que nos puede revelar muy bien de qué se trata es la actitud con la que se presente el pequeño. “La introversión es una característica temperamental, se cambia poco. El tímido, por el contrario, quiere modificar sus conductas y con ayuda profesional se puede conseguir”, afirma el psicólogo.
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Se debe respetar a los introvertidos
Una reflexión que hace el experto respecto a este tema es que “la sociedad parece que es contraria a los introvertidos y se piensa que todo el mundo debería ser extrovertido, cuando no es así. Se tiene que respetar a los introvertidos y su preferencia por sus vivencias interiores”, asegura.
¿Un niño introvertido podría llegar a ser más extrovertido?
Sin embargo, poco a poco, y si el niño así lo desea, “sí, se puede ayudar a un niño introvertido a que sea extrovertido. Por ejemplo, yendo a campamentos o apuntándole a una actividad extraescolar como el teatro. Y aunque él siga siendo introvertido, reforzaremos conductas extrovertidas e incitaremos sus relaciones sociales”, indica el psicólogo.
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Juegos para niños o consejos para superar la timidez
Quizás hayas pensado que el aprendizaje didáctico en estos casos sea una buena opción, de hecho, existen juegos para vencer la timidez, pero el psicólogo recomienda “hacerlos poco a poco para no conseguir un efecto negativo donde el niño se sienta mal, ridiculizado o vejado, ya que se dará un paso atrás”.
Es mejor trabajarlo en la infancia
Por último, los niños que son tímidos necesitan más tiempo, en ocasiones, pueden llegar a necesitar “el afecto o el cariño de otros niños”. A partir de este punto, será cuando “ellos darán pasos hacia adelante”.
Las actividades, juegos o terapias hay que “trabajarlas desde la infancia para que una vez sea adulto no tenga esta problemática”, sugiere el experto, “aunque en la adultez, también se puede trabajar y atajar”.
Como conclusión
A modo de conclusión, el psicólogo resume a grandes rasgos estas dos personalidades y es que “el tímido generalmente, no quiere serlo, sin embargo, el introvertido sí desea ser una persona con más vida interior”.