Los snacks para bebés no pueden ser los mismos que para niños que ya han cumplido los 2 años, cuando, prácticamente, dejamos de considerarlos como tales, bebés. Sin embargo, el inicio de la alimentación complementaria da comienzo a los 6 meses, por lo que tenemos un año y medio por delante para saber cómo ofrecerle pequeños tentempiés ricos, saludables y, sobre todo, aptos y seguros para ellos. La fruta, por ejemplo, que es uno de los aperitivos más sanos que existen, no puede ser introducida desde el principio en una pieza y cruda, sino que hay que cocerla (en el caso de la manzana) para ablandarla y ofrecérsela muy madura y con el corte correcto si has elegido el métodoBaby Led Weaning (BLW). Si no, seguramente tu forma de dársela sea triturada.
Sin embargo, hay niños que desde pequeños muestran un gran interés por la comida. Quieren sentarse a la mesa con sus padres, participar en ella e ir probando texturas, colores y sabores. Cada pequeño es único, pero hay que dejar que ellos nos guíen según sus reacciones hacia la comida. Según van creciendo, van aumentando el número de alimentos y comidas que realizan y, por tanto, tenemos que ir ofreciéndoles, ya no solo una comida o una merienda, sino también pequeños snacks que, además, nos dan cierta libertad para meterlos en la mochila y salir de casa. Para ayudarte con esta tarea y darte ideas, hemos creado un pequeño recetario de snacks saludables y naturales para esos niños que van de los 6 meses a los 2 años.
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Yogur con quinoa hinchada y plátano
Para comenzar, un snack dulce que puede serviros para media mañana como para por la tarde. Además, puedes prepararlo con antelación y conservarlo en el frigorífico. Eso sí, tu hijo tiene que saber manejar con algo de destreza la cuchara y poder comer lácteos, algo que se recomienda a partir de los 9 o 10 meses.
Ingredientes: 250 g de yogur natural (o de coco), 1 cucharada de quinoa hinchada, ½ plátano y un poco de coco rallado.
Elaboración: en un vaso pequeño, vierte el yogur y espolvorea por encima la quinoa hinchada. Después, machaca el plátano con un tenedor y ponlo encima de la mezcla anterior, espolvoreando un poco de coco rallado por encima.
Mini tostadas de aguacate
Por otro lado, esta receta sí que se puede ofrecer desde el inicio de la alimentación complementaria. Lo recomendable es que el pan sea integral y sin sal. Es una forma natural de introducir el aguacate y los cereales con gluten. Y según vaya creciendo, puede convertirse en un aperitivo estupendo.
Ingredientes: 1 rebanada fina de pan integral y sin sal, ½ aguacate maduro y unas gotas de zumo de limón.
Elaboración: tostamos el pan, machacamos con un tenedor el aguacate para untarlo por encima y rociamos con un par de gotas de zumo de limón.
Ingredientes: 1 calabacín, 1 zanahoria, 1 cucharada de harina de garbanzos, 1 vaso de agua y aceite de oliva virgen extra.
Elaboración: en un bol mezclamos la harina de garbanzos con el agua y, en otro, lavamos, pelamos y rallamos tanto el calabacín como la zanahoria. Unimos el contenido de ambos cuencos y mezclamos bien. En una sartén, con un par de cucharadas de aceite de oliva virgen, freímos nuestras fritters como si fuesen crêpes, echando una pequeña cantidad de masa sobre la superficie.
Hummus de guisantes
En este caso, tan solo una advertencia, nada de poner crudités en la mesa para que tu pequeño alcance una zanahoria cruda y se atragante con ella. O se la pones muy blandita o le ofreces una cucharita para que él pruebe junto a vosotros este delicioso hummus que nos hace comer, sin darnos mucha cuenta, los garbanzos y los guisantes. Otra idea es ofrecerle judías verdes cocidas.
Ingredientes: 1 taza de garbanzos cocidos, 1 taza de guisantes cocidos, 1 cucharada de tahini crudo, ½ diente de ajo, 2 cucharadas de agua, 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y un toque de zumo de lima o de limó.
Elaboración: simplemente se ponen todos los ingredientes en el vaso de la batidora y se trituran.
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Pan ‘socca’ o farinata
Este pan, conocido en Argentina como farinata, es un pan hecho con harina de garbanzos típico en aquel país, pero también en Francia o Italia. Se come directamente con las manos y es muy blando. Por eso, es estupendo para los más pequeños, porque tienen la consistencia de unas tortitas. Puede ser una buena idea para mojar con el hummus que te hemos propuesto más arriba o para la base de las tostadas de aguacate.
Ingredientes: 1 taza de harina de garbanzos, 1 taza de agua templada, 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra.
Elaboración: en un bol, mezclamos todos los ingredientes y dejamos reposar la masa unos 30 minutos. Precalentamos el horno a unos 250°C y dejamos en su interior una sartén de hierro colado para que se caliente (si no, vale con la bandeja del propio horno), previamente untada con un poco de aceite. Vertemos la masa y dejamos unos 15 minutos.
Ingredientes: una pieza de fruta madura, en este caso una pera, y crema de cacahuete.
Elaboración: cortar la fruta en trozos para que él pueda agarrarla y untar sobre ella un poco de crema de cacahuete.
‘Chips’ de batata, zanahoria o calabacín
Por último, una receta sencilla pero que acabará por desbancar a las patatas fritas en la mesa son estos chips de batatas, zanahoria o calabacín, lo que más le guste a vuestro hijo. Nosotros hemos elegido la batata, pero la receta es la misma para todos:
Ingredientes: 500 g de boniato, 2 cucharaditas de orégano, 2 cucharaditas de ajo en polvo y aceite de oliva virgen extra.
Elaboración: pelamos y cortamos en rodajas finas los boniatos, que pondremos a freír en una sartén con el aceite de oliva bien caliente. Mientras, mezclamos el orégano y el ajo en polvo para espolvorear cuando nuestras chips se hayan enfriado
Buñuelos de bacalao con espinacas
Un snack con el que introducimos pescado y que podemos guardar en un recipiente y comerlos templados allá donde vayamos. Suele ser una forma estupenda además de que los niños no protesten mucho con la cena. Eso sí, tus pequeños ya tienen que poder comer huevo y espinacas, lo que suele ocurrir a partir de los 12 meses.
Ingredientes: 300 g de filetes de bacalao (aunque nos vale cualquier pescado blanco), 5 hojas de espinacas, 1 huevo, ½ vasito de agua, 1 cucharadita de curry y 6 cucharadas de harina de maíz (no fécula de maíz o maicena).
Elaboración: en un bol grande mezcla la yema del huevo, la harina de maíz y el agua. Agregamos el pescado cortado en trozos muy pequeños (casi desmigado y, por supuesto, sin espinas), las espinacas picadas y el curry. Mezclamos bien. Mientras, en otro cuenco, añadimos la clara de huevo batida a punto de nieve y se lo ponemos al otro bol, mezclando despacio. En una sartén calentamos el aceite de oliva virgen extra, vamos creando nuestros buñuelos y dorándolos.
Galletas de limón
Unas galletas hechas en casa también pueden ser un buen aperitivo, a media mañana o a media tarde. En realidad, con una o dos tendrán más que suficiente. Y si ya son un poco curiosos, seguramente les guste ver cómo se hornean poco a poco.
Ingredientes: 1 taza de harina de espelta integral, 5 cucharadas de aceite de coco, 1 huevo, la ralladura de un limón, ½ cucharadita de bicarbonato y 4 dátiles.
Elaboración: en un procesador de alimentos, trituramos los dátiles con la harina de espelta integral, buscando una consistencia pegajosa pero fina. Añadimos el resto de alimentos y mezclamos bien todos, con el mismo procesador. Con las manos vamos formando bolitas y las aplastamos dándole forma de galletas. Se hornean durante 10 minutos a unos 180°C.