‘¿Cuándo soy más fértil?’ y otras dudas resueltas sobre la ovulación

Hay varias hormonas que hacen posible la ovulación: la hormona luteinizante, la progesterona y el estradiol. Cada una hace una función determinada, pero es el pico de la hormona luteinizante (LH) la que marca el inicio de la ovulación. Así, la ovulación se va a producir entre 10 y 12 horas más tarde del pico de LH y unas 24-36 horas después del pico de estradiol.

Así lo explica el Dr. José María Rodríguez: “La producción de estrógenos a lo largo del ciclo menstrual alcanza un máximo y da lugar a un pico de la hormona LH. Esta actúa en el interior del folículo periovulatorio produciento otra hormona: la progesterona”. En ese momento los andrógenos que están implicados en la libido también aumentan, como si la naturaleza quisiera favorecer el encuentro sexual.

El propósito fundamental de la ovulación es favorecer la reproducción. La ovulación puede no presentarse de forma aislada o de forma continuada. Cuando esto ocurre en edad fértil hay que buscar las causas.

“Cuando no se produce ovulación, las mujeres presentan falta de regla, menstruación irregular e hirsutismo. A largo plazo, podemos encontrar esterilidad y mayor riesgo de cáncer de endometrio o de mama”, advierte el Dr. José María Rodríguez, de Vithas Madrid Aravaca. Recientemente, la ausencia de ovulación se ha asociado también con un aumento de la insulina y de andrógenos, que pueden elevar el riesgo de enfermedades cardiovasculares y de diabetes.

Cuando la mujer tiene ciclos regulares de unos 28 días, la ovulación sucede sobre el día 14, empezando a contar desde el primer día de la regla anterior. No obstante, no todas las mujeres tienen estos ciclos tan exactos.

Así, tal como destaca la Dra. Blanca Paredes Ros, se consideran normales los ciclos entre 21 y 35 días, por lo que “para conocer el patrón de ciclo menstrual y saber los días de ovulación, lo primero que se recomienda es la realización de un calendario menstrual”, resalta.

Hay algunas señales que pueden avisar a la mujer de que está ovulando. Son las siguientes, según apunta la Dra. Blanca Paredes, de Vithas Madrid La Milagrosa:

• Aumento de flujo vaginal. Hay un incremento del mismo, y además se vuelve más transparente y filante (elástico).
• Dolor o molestias en la parte baja del abdomen. Esta sensación puede ser más intensa hacia uno de los lados de la pelvis. “Se debe a que, durante la ovulación, puede haber un pequeño sangrado en el ovario al salir el óvulo, que da lugar a estas molestias pélvicas”, indica.
• Aumento de la temperatura corporal. Esta se eleva entre 0,4 y 1º C. Está provocada por la progesterona que se libera tras la ovulación.

Otra manera de conocer cuándo se está ovulando es apoyarse en un test de ovulación. Suelen recurrir a él las mujeres que quieren conocer el estado de su fertilidad y el momento exacto de su ciclo menstrual.

“Miden la hormona LH (hormona luteinizante), que es la que desencadena la ovulación, y se realizan con tiras de orina. Estos test miden el pico de la LH”, indica la Dra. Paredes.

Además, hay mujeres que registran su temperatura para conocer cómo son sus ciclos y el momento exacto de la ovulación. Así, “los días más fértiles son los previos a la subida de temperatura”.

El ovocito dispone de entre 12 y 24 horas para ser fertilizado, aunque en el laboratorio, en procesos de reproducción asistida, se puede fecundar hasta 36 horas después. “Se ha visto que una pareja, con un solo acto sexual, consigue el embarazo en un margen de seis días antes y tres días después de la ovulación”, concreta el Dr. José María Rodríguez. No obstante, la mayoría de las gestaciones ocurren “con un intervalo de tres días después de la ovulación”.

Las estaciones del año y el lugar donde se viva ejercen también una considerable influencia sobre la ovulación. Tal como descubre el experto de Vithas, “la ovulación se produce principalmente por la mañana en primavera y, sobre todo, por la tarde, en otoño e invierno. En el hemisferio norte, la ovulación ocurre entre las 16 y las 19 horas, y en primavera se ovula entre la medianoche y las 11 horas”.

En el ciclo menstrual hay dos fases que tienen relación con la ovulación, que es la que marca todo el proceso:

• Fase folicular. Es la que empieza con la regla y termina con la ovulación. De ella depende la longitud del ciclo menstrual, “ya que es variable el tiempo que tarda el folículo dominante en alcanzar el tamaño necesario para producirse la ovulación”, explica la ginecóloga.
• Fase lútea. Va desde la ovulación hasta la regla. Su duración es constante, unos 12-14 días. En ese periodo, el cuerpo lúteo (la cicatriz que queda en el ovario tras producirse la ovulación) produce progesterona”,señala. Cuando no hay embarazo, el cuerpo lúteo se atrofia, deja de producir progesterona y el endometrio cae, lo que provoca una nueva regla.

Hay muchas causas que pueden alterar la ovulación. En general, cualquier enfermedad importarte puede tanto modificarla como suprimirla. No obstante, se pueden señalar algunos factores, como detalla la ginecóloga:

• Alteraciones de la función ovárica y del eje hipotálamo-hipófisis que lo regula. Es el caso del síndrome del ovario poliquístico, de la baja reserva ovárica o de una elevación de la prolactina.
• Enfermedades metabólicas o endocrinológicas. Como la obesidad, la diabetes, la resistencia a la insulina o alteraciones en la función tiroidea.
• Estrés, ejercicio intenso o de competición, pérdida de peso muy acusada, ingesta de medicamentos que interfieran con el sistema reproductivo...