10 preguntas y respuestas sobre la fiebre en niños, ¿cuándo me debo preocupar?

La fiebre es un mecanismo natural que usa el cuerpo para defenderse de agresiones

Si aparece la fiebre es importante conocer cuál es la posible causa que la origina, la mayor parte de las veces de origen respiratorio. “Si no tiene ningún síntoma no hay que alarmarse, se pueden esperar unas horas observando el estado general del niño. La única excepción para acudir a urgencias son aquellos niños menores de 3 meses con fiebre sin foco o niños con enfermedades graves”, explica el doctor.

“Las causas de la fiebre en niños son múltiples, pero en época invernal la probabilidad de que la fiebre sea provocada por un virus es casi del 95%”, según comenta el experto. Por tanto, “no debe ser una causa de intranquilidad para los padres que el niño presenta cuadros febriles, aunque sean repetidos”.

Uno de los grandes miedos de los papás son las temidas convulsiones febriles que ocurren en niños de desarrollo normal, pero con una serie de características: “Las convulsiones febriles son muy infrecuentes y es importante saber que ocurren por cambios bruscos de temperatura y no por fiebre alta como clásicamente se cree. Además suele producirse en niños con antecedentes familiares de convulsiones. En el caso de que ocurran, hay que colocar al niño en posición lateral de seguridad y protegerlo de golpearse contra algún objeto. Nunca hay que intentar sacar la lengua ya que al colocarlos de lado no hay riesgo de obstrucción de la vía aérea”, asegura el pediatra.

Muchas veces nos asustamos por ver fiebres de 40ºC, cuando en realidad hay que hacer una valoración general del cuadro del niño. “La temperatura que los pediatras consideramos fiebre es a partir de 38ºC de temperatura central (rectal). La febrícula se considera a partir de 37,3ºC. No existe una temperatura que indique gravedad, la gravedad la marcan los síntomas que acompañan a la fiebre. Por ejemplo, es más grave un niño con un cuadro de meningitis aguda que presenta febrícula de 37.8ºC que un niño con 40.5ºC con un catarro de vías altas. Por eso es importante recordar: la fiebre alta no es mala, ni daña el cerebro ni causa convulsiones. Como dato orientativo sí que sería recomendable valorar a los niños con fiebre de larga duración (3 o más días)”, recomienda.

Los papás, sobre todo los primerizos, se asustan al ver a sus bebés recién nacidos con temperaturas que para un adulto se considerarían febrícula pero en realidad hay que saber que: “La temperatura normal varía desde 34.7ºC hasta 37.3ºC en toma axilar”, contesta el doctor.

Cuando nuestro hijo comienza con fiebre y continúa mostrando alta temperatura incluso tras tomas seguidas de antitérmicos, durante varios días, siempre recomendadas por su médico, nos asustamos. Pero en realidad: “No existe una duración definida para la fiebre. Sí que como dato orientativo los cuadros virales suelen durar una media de 1 a 5 días. Es precisamente la persistencia de la fiebre tras ese período la razón que nos llevaría a indicar alguna prueba complementaria (radiografía de torax, analítica…)”, indica el experto.

Según nos detalla el doctor Recio, se debe acudir a Urgencias en los siguientes casos:

• Decaimiento o irritabilidad intensas
• Dificultad respiratoria
• Manchas rojas que no desaparecen a la presión
• Vómitos repetidos
• Dolor de cabeza intenso
• Menores de 3 meses de edad

La pandemia ha hecho que el uso de los termómetros, sobre todo los de infrarrojos esté a la orden del día. Para los niños, según el experto: “Los mejores termómetros son aquellos digitales o electrónicos que se puedan colocar en axilas o a nivel rectal. Los termómetros de infrarrojos dan mediciones erróneas de la temperatura central y, aunque su uso está muy extendido, no están recomendados”

Se considera fiebre a partir de:

• Rectal: 38ºC
• Axilar: 37.3ºC

Según nos comenta el pediatra: “El tratamiento principal para bajar la fiebre son los antitérmicos. Tanto paracetamol como ibuprofeno son buenos fármacos antitérmicos, teniendo en cuenta que su uso va dirigido a disminuir las temperaturas corporales elevadas para hacerlas más confortables. En ningún caso su objetivo es eliminar la fiebre ya que sirve para defendernos. No es necesario bajar la fiebre en todas las circunstancias, sólo si el niño está molesto”. Y, además, advierte que: “Es muy importante no alternar ibuprofeno y paracetamol para evitar errores de dosificación y porque su combinación en el hígado podría provocar efectos muy perjudiciales”.

Otras recomendaciones son:

• Ofrecer líquidos abundantes
• Usar ropa ligera o estar sin ropa por la casa
• El intercambio térmico con el aire ambiente suele provocar descensos de la temperatura entre 0.5-1ºC

Mientras que otros métodos tradicionales como los paños mojados o baños de inmersión en agua fría “no sólo no son recomendables, sino que pueden provocar que, al forzar el descenso de la fiebre, se produzca un efecto rebote y la fiebre suba por encima de la temperatura previa”, finaliza el doctor.