La tradición de enviar felicitaciones navideñas o christmas se está perdiendo poco a poco. Pero es un buen momento para sentarse a pensar en los demás y desearles todo lo mejor en épocas tan especiales. ¿Por qué no intentas elaborar unas tarjetas con tus hijos? Seguro que les encantará sentirse importantes viendo el resultado y echando la carta al buzón, toda una ‘aventura’ poco común para ellos.
Te proponemos varios modelos de baja complejidad para que os animéis a hacerlas juntos. Los niños pasarán un rato muy entretenido, aprenderán que es importante desear cosas buenas a los seres queridos y experimentarán la alegría de los familiares y amigos a los que les llegue su felicitación.
El color de la ilusión
Esta tarjeta tan colorida no reviste más dificultad que recortar círculos de papel de distintos colores y tamaños, doblarlos justo por el centro e ir pegándolos en una tarjeta para conseguir la forma de abeto navideño.
El resultado es muy alegre y a los niños les encantará ir combinando los distintos círculos para armar su arbolito.
En forma de collage
¿Sabes lo que es el scrapbooking? Esta tarjeta sigue esos principios de superposición de elementos para lograr un resultado sorprendente. Solo tenéis que haceros con papeles navideños y distintos objetos o decoraciones y empezar a jugar con las combinaciones entre ambos.
La gran ventaja de este método es que puedes adaptarlo totalmente a la edad de tus hijos, añadiendo más o menos complejidad según su destreza.
Una simpática cara de reno
Si os ‘pilla el toro’ con las fechas y queréis resolver la felicitación de una forma rápida y simpática, aquí hay un reno para ponéroslo fácil.
Los cuernos se pueden pintar, los ojos, también (aunque si tenéis pegatinas negras, también valdrían) y, por último, para la nariz característica se usa un botón rojo mediano, que quedará pegado a la tarjeta. Tiempo récord y muy resultón.
Con un lazo de raso rojo
El primer paso de esa tarjeta es recortar una cartulina verde en forma de abeto navideño. Después, pegadla en otra cartulina que sirva de base y haced unos cuantos agujeros.
El elemento estrella es una cinta de raso roja que se irá pasando por estos agujeros en forma de guirnalda. El resultado, con la mezcla de materiales, es muy vistoso. Para completar la tarjeta, se pueden añadir gomets (pegatinas redondas) plateadas o doradas.
Corona de Navidad con purpurina alrededor
Dependiendo de la edad de tus hijos, puedes hacer esta felicitación de un modo u otro. Si son mayores y se les da bien dibujar, plantéales que hagan una corona que pueden colorear con distintos matices con lápices o incluso con acuarela.
Si son más pequeños, una opción estupenda es utilizar un sello con el motivo que queráis plasmar en la tarjeta. Quedarán impresos solo los bordes y será misión de los pequeños rellenar todo ese contorno. Para acabar, un poco de purpurina dorada o plateada siempre da un aire más navideño al resultado.
Con pajitas de cartón
Para esta tarjeta necesitaréis pajitas de cartón que lleven colores navideños como el dorado o el plateado. Con ellas se elaborará un abeto, para lo que hay que ir cortándolas proporcionalmente para lograr la forma.
Después, basta con pegarlas a la cartulina elegida y coronarla con la estrella que no puede faltar en ningún árbol de Navidad.
Con elementos de madera
Esta felicitación puedes hacerla incluso con niños muy pequeños. Es muy sencilla. Solo hay que elegir una cartulina de base en color navideño (por ejemplo, plateada o dorada), y luego recortar, con un molde, abetos en una tonalidad que contraste bien.
De pegar los adornos se pueden encargar los peques de la casa. Solo tenéis que comprar figuritas pequeñas y planas que ellos irán colocando en el árbol a su antojo. La ventaja de que sean de madera no teñida es que, si se animan, pueden colorearlas también.
La versatilidad de los discos desmaquillantes
Esta tarjeta resulta de lo más suave... porque está hecha con discos de algodón desmaquillantes. Coged una cartulina y diez discos, que hay que ir doblando en la parte superior hacia adentro en dos pasos para que queden bien pegados.
Después, se irá poniendo una base de cuatro, a la que se superpondrá otra de tres, de dos, y finalmente, el último. Podéis decorarlo si os apetece, o dejarlo así.
Con cintas de encaje trenzadas
Esta tarjeta exige más pericia y habilidades manuales, pero el resultado es fantástico. Sobre una cartulina, pegad un cuadrado de fieltro rojo.
El siguiente paso es ir trenzando una cinta de encaje para darle forma al abeto navideño. Comenzad pegando uno de los extremos de la cinta en el fieltro y a partir de ahí id poniéndola de lado a lado. El arbolito queda muy vistoso y luego se le pueden pegar pequeñas bolitas o lentejuelas de colores.
Con una base especial
Si no tenéis mucho tiempo o las manualidades no son vuestro fuerte, no hay por qué renunciar a una tarjeta handmade.
El truco está en hacerse con cartulina especial que pueda servir de base. Las hay estriadas, con relieve... Muchas posibilidades para que sea el elemento principal al que luego solo haya que pegar algún adorno o incluso una cinta decorativa autoadhesiva.
Pintura de dedos para los bebés
Hasta los más pequeños de la casa pueden participar de esta tarjeta, gracias a la pintura de dedos. Con tres colores: amarillo, rojo y verde, se compone un abeto muy especial que tendrá la impronta de sus manitas.
A los abuelos les encantará recibir un detalle así hecho por los peques de la familia.