Tener a mano un buen sacaleches desde el primer momento (muchas madre primerizas no piensan en ello y tienen que salir corriendo a por uno), mantener una dieta saludable e hidratar bien la piel de esta zona son algunos de los consejos que te darán tras dar a luz. Sin embargo, si nos centramos en el cuidado del pecho, una de las zonas que más sufre durante el postparto, hay otros que deberás tener en cuenta si quieres que éste no se resienta. Y es que las estrías en esta zona o la pérdida de firmeza son dos de las cuestiones que más preocupa a las recién estrenadas mamás.
No es para menos, los cambios sufridos por el pecho durante la gestación y la lactancia hace que haya que darle unos cuidados extra. Ya desde el embarazo, la tonicidad de la piel sufre mucho, con la posible aparición de estrías y un aumento de tamaño (no solo del pecho, sino del abdomen también) hacen que el esfuerzo producido tenga consecuencias. Por eso, junto a Remedios Navarro, farmacéutica de Mifarma by Atida, compañía online de productos de farmacia y parafarmacia, hemos elaborado una guía de siete pasos para cuidar el pecho tras el parto, ya seas madre lactante o no, pues no hace falta serlo para sufrir cambios importantes en esta zona.
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Cuenta con un sacaleches y pezoneras desde el principio
A la hora de iniciarse en el mundo de la lactancia, algo que todas las madres intentan desde el principio, pues nadie sabe si podrá o no, si querrá, si se le dará bien, etc, “Es importante que las tomas puedan ser muy continuadas, cada vez que el bebé lo demande”, nos dice la experta. De ahí que, los sacaleches resulten muy útiles para que las madres puedan planificar sus horarios con una mayor flexibilidad y, así, por ejemplo, evitar una posible mastitis.
Además, si existe sufrimiento a la hora de dar el pecho por pezones planos, invertidos, doloridos o agrietados, la experta nos recomienda el uso de pezoneras. “En el caso de las mamás lactantes, es fundamental comprobar antes de cada toma que el agarre sea el correcto para que el bebé succione de manera óptima”. Es una forma de evitar la aparición de las temidas grietas en el pezón. Y no hace falta llegar a sentir dolor, nos recuerda Remedios Navarro, “pues pueden funcionar como barrera protectora ante tejidos y roces en aquellos pezones especialmente sensibilizados”.
Mantener una dieta saludable
Las mujeres que acaban de dar a luz deben prestar atención a su dieta, pues debe ser saludable y estar repleta de los nutrientes que alimentan a sus bebés. Sin embargo, es otro de los factores que pueden ayudarte a minimizar los efectos negativos sobre el pecho. Así, nos explica Remedios Navarro, “tras el parto, es importante recibir los nutrientes necesarios y, en caso de no hacerlo, pensar en la opción de tomar algún complemento alimenticio que nos aporte energía y vitalidad”.
Además, adelgazar rápidamente puede provocar la caída del pecho, por lo que la recuperación de tu peso habitual debe ser un proceso gradual.
Cremas reparadoras en tu neceser
Uno de los consejos más habituales y que nuestra experta recalca es que “la hidratación de la piel del pezón es esencial durante todo el proceso del postparto”. Por ello, las cremas reparadoras son un must para alguien que acaba de dar a luz. Si las utilizas desde el propio embarazo, incluso, aportarás la hidratación necesaria para proteger aquellos pezones más sensibles. Y, después, “sin duda, des o no el pecho, porque su sensibilidad es evidente y los cambios hormonales de tu cuerpo pueden hacer que sientas dolor e, incluso, hinchazón”. Por ello, mantenerlos hidratados y cuidados con cremas especiales y reparadoras para esta zona es más que recomendable. Eso sí, la crema no debe molestar al bebé.
Es importante que englobes dentro de la zona a tratar, no solo los pechos, sino también la zona hasta el cuello, que es la que da tonicidad y evita que los músculos se distiendan, la zona se estire y se favorece, además, que el pecho se sujete naturalmente.
Un sujetador con la talla correcta
El sujetador es otro de los factores a tener en cuenta, pues ha de adaptarse a nuestra talla, tanto durante el embarazo como en el postparto. Por ello, “es imprescindible conseguir un sujetador de lactancia que te aporte la sujeción necesaria para que tu pecho esté colocado de forma adecuada, tanto si se decide ofrecer una lactancia materna o no”, nos dice la experta.
¿Cómo es el sujetador ideal? “Debe ser firme, de tirantes anchos, que mantenga el pecho en posición natural y no lo comprima”, nos dice Remedios Navarro. En definitiva, que no deje marcas en hombros o espalda. La sujeción no debe desplazar el pecho en ningún momento.
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No te olvides del ejercicio físico
Ten en cuenta que, al aumentar el volumen del pecho, puede producirse cierta distensión de los músculos pectorales durante los embarazos. Por ello, “a no ser que tu médico te indique lo contrario, haz ejercicios aeróbicos sin impacto específicamente para la zona del pecho”, nos recomienda la experta. Entre ellos, la natación, el yoga y ciertos ejercicios isométricos son actividades que pueden ayudarnos mucho a fortalecer toda esta zona, tanto antes como después.
Y un consejo, la postura siempre ha de ser la correcta (aunque esto vale para cualquier momento): evita encorvarte, mantén siempre la espalda recta.
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Discos absorbentes, todos los que necesites
Si has optado por dar el pecho, seguramente hayas observado que entre una toma y otra sufres pequeñas pérdidas o goteos de leche. Es completamente normal, pero pueden ensuciar tu ropa y, además, evitar que esta zona se mantenga seca y no húmeda, un gran peligro si lo que queremos es mantener un pecho sano. Por ello, los discos absorbentes pueden ser un buen aliado para solucionar este problema. “Lo más aconsejable es utilizarlos tanto de día como de noche, para que absorban toda la humedad y evitar que nuestra areola se irrite”, matiza Remedios Navarro.
Tratamientos para evitar las estrías
Por último, aunque no podemos olvidar que las estrías tienen un importante componente genético y hormonal, los buenos cuidados siempre ayudarán a que se atenúen sus efectos. En este caso, los aceites esenciales -como son el aceite de Argán de almendras dulces o el de aguacate, así como el de rosa mosqueta- aplicados dos veces al día con unos masajes circulares, pueden ser muy beneficiosos, no solo en el propio pecho (debes evitar la zona de la areola), sino en todo el cuerpo. Hidratan en profundidad la piel y, gracias a sus propiedades antioxidantes y regeneradoras, además de su alto contenido en vitamina E, harán que las estrías sean cada vez menos visibles. Mucha paciencia y dedicación son claves para unos buenos resultados.