Una baby shower no deja de ser una fiesta importada de los Estados Unidos, donde la agenda de los amigos y familiares se paraliza durante unas cuantas horas para darle la bienvenida a un bebé que aún no ha llegado . Es una celebración bonita que, cada vez, vemos más en nuestro país. Los invitados les dan sus regalos a los futuros padres , se prepara una mesa repleta de comida, la decoración siempre va en consonancia con el bebé y toda la información que ya tenemos sobre él, como el sexo y el nombre, y se preparan, incluso, originales actividades para pasar un rato divertido .
Contado así, sí, parece todo un evento difícil de organizar, pero, con tiempo, es bastante sencillo. No tienes que tener en cuenta demasiadas cosas; en realidad, es como una fiesta de cumpleaños un tanto diferente. Puedes contratar a alguien que lo deje todo preparado por tí, pero también fijarte en esta especie de hoja de ruta que te hemos preparado por si te animas con la tuya.
Elegir el lugar y decidir un presupuesto
Si te preguntas qué es lo que necesitas para organizar una baby shower, lo primero que debes decidir es el lugar y el presupuesto que quieres dedicarle, porque marcará todo lo demás, desde el número de invitados hasta las actividades a realizar. Lo más habitual es elegir la propia casa, el jardín, salón o terraza, pero también puedes escoger un lugar público (como un parque) o contratar otro tipo de espacio. Hay personas que deciden que se lo den todo organizado y escogen acudir a un restaurante, con una pequeña comida o cena, incluso un brunch , y celebrar así su fiesta del bebé. No es tan casero ni privado, pero puede ser una buena opción si tienes poco tiempo.
En el siglo XIX, estaba muy mal visto que la mujer mostrase su embarazo, por lo que la madre reunía a sus amigas alrededor de una mesa de té en su propia casa ya con el bebé en brazos. Pero después de la Segunda Guerra Mundial se hizo tan popular, que eso de esconderse ya no es necesario.
La lista de invitados y sus invitaciones
Una baby shower era, tradicionalmente, una fiesta solo para las amigas de la madre, donde los pañales, biberones y cuidados del bebé captaban todas las conversaciones . Sin embargo, ahora es una reunión abierta a todos. Ya no es esa reunión de amigas de unas 20 o 25 personas como mucho, sino que pueden acudir los abuelos, familiares y amigos. Incluso, los futuros primos del bebé . Y, por supuesto, no se tiene por qué dejar fuera al propio padre. La tendencia actual es que también participen.
Si ya has decidido el lugar y tu presupuesto, ajustar el nombre de invitados será lo difícil, porque deberás contar con todos ellos para comer, beber y participar de las actividades que organices. Una vez tengas el listado hecho, respira, no es necesario fijar un sitting, como, por ejemplo, en las bodas, pero sí enviarles una invitación . Para ahorrar en costes, puedes crear un Save the date y enviarlo por correo electrónico o Whatsapp, pero a nosotros nos gusta la cercanía de las tradicionales invitaciones de papel. En ella, se suele señalar el lugar, la fecha, la temática de la fiesta si existe y el nombre del agasajado o agasajada, es decir, el futuro bebé. Si hay que llevar algo concreto, conviene detallarlo.
La decoración depende de la temática
La decoración de toda fiesta es un punto fundamental. Dependerá, por supuesto, del espacio elegido. No es lo mismo contar con un jardín que tener una casa pequeña y tener que distribuir a los invitados entre el salón y otros espacios. El único consejo que vamos a darte, porque es algo muy personal, es que cuanto más sencilla sea, mejor . Los bebés se relacionan con los colores pasteles o neutros, además de las cosas sencillas. Por lo que esto debería guiar tu ojo a la hora de ponerte a pensar en la decoración. También, para que sea original y divertida, puedes elegir una temática concreta.
¿Qué cosas no debes olvidar?
- A tu bebé, con detalles como chupetes, biberones, ositos y otras cosas que nos recuerden que la fiesta es para él.
- Los globos no pueden faltar. Decoran las paredes y los rincones en los que no sabes qué poner y, además, son fáciles de adaptar al tipo de decoración elegida, siendo un elemento muy infantil. Incluso, puedes comprarlos con figuras de ositos, pasteles o corazones.
- Y las guirnaldas tampoco. Crea con ellas el nombre de tu bebé si ya lo sabéis, un mensaje de bienvenida o llena la casa de pompones.
- Los colores bien decididos. Es habitual que, en este tipo de fiestas, se elija un color en concreto y todo gire en torno a él. Más allá del azul para él y el rosa para ella, podéis buscar otras ideas más originales, como el naranja, el verde, un amarillo llamativo o cualquier tono neutro y dar pinceladas por todos los puntos decorados. Una opción elegante, por ejemplo, es hacerlo en blanco y dorado, que no define el sexo y queda muy elegante.
- Escoge un rincón para crear un candy bar, porque es una de las tradiciones de las baby showers . Siempre se dedica una pequeña mesa en la que situar comida, caramelos y bebida para que esté siempre disponible para los invitados.
La mesa repleta de comida, siempre con algo dulce
Si la decoración es importante, ofrecer a tus invitados bebida y una comida ligera también. Es muy frecuente usar las mesas de buffet para crear un lugar al que acudir y llenar el plato siempre que se quiera, sirviéndose cada uno lo que le apetezca en ese momento. Por eso, piensa en esta fiesta como un cumpleaños en los que ofrecer, por ejemplo, sándwiches, tablas de queso, hummus y crudités, unas cuantas jarras con zumos y limonadas, además de otros platos que te apetezca preparar que no necesiten el uso del cubierto y el tenedor. Se trata de ofrecer algo sencillo de llevarse a la boca, porque nuestra atención estará puesta en la propia fiesta. Otra opción es, si tienes pocos invitados, sentarlos en torno a una mesa, que te permita ofrecer platos más elaborados. De nuevo, todo depende del tipo de fiesta elegida.
Por supuesto, no te olvides de las bebidas sin alcohol (para las futuras mamás que asistan al evento) y de las opciones dulces. Es tradicional ofrecer galletas con formas infantiles y personalizadas, cupcakes con los colores elegidos y tartas de varios pisos.
Un ‘planning’ con actividades divertidas
Una de las características que suele tener este tipo de fiestas es el planning de actividades que suele prepararse para no darse cuenta ni de cómo pasa el tiempo. Son juegos o planes en los que participan todos los invitados, incluidos los futuros papás, siendo las manualidades, los juegos con música o mímica los más habituales:
- Hacer uso de los juegos de mesa o algunos divertidos como el Twister . La embarazada, eso sí, debe tener cuidado. ¿Cuánto mide la tripa de la madre?
- Podéis crear una especie de Adivina Adivinanza con esta pregunta o, por ejemplo, con preguntas referidas a la madre, al futuro bebé o al padre. Crear un recuerdo para el futuro bebé.
- Mediante las manualidades, puede ser una forma muy divertida de llenar de actividades tu baby shower . Es muy típico ver cómo se pintan los bodies con mensajes, pero también se pueden crear tarjetas con deseos y esconderlas en una caja, crear un álbum para sus fotos, etc.
Las fotografías y el libro de visitas
Un punto importante es decidir quién será el encargado de inmortalizar los momentos que se sucedan en vuestra baby shower. Si tienes presupuesto, puedes contratar un fotógrafo profesional , pero seguro que hay algún fotógrafo entre los asistentes que estará encargado de disparar la cámara. Esa persona puede encargarse de las fotos o pedir a todos, sin distinción, que hagan tantas fotografías como quieras, estableciendo un email o un grupo por Whatsapp donde recuperarlas todas. Otra opción es hacer como en muchas bodas, crear un hashtag para etiquetarlas todas o dejar algunas cámaras repartidas por las mesas, pero que luego tendrás que revelar.
La lista de los regalos para el bebé
Por último, están los regalos para el bebé o para los propios padres. No es algo obligatorio, aunque sigue siendo la tradición de esta celebración. Por eso, se suele elaborar una especie de lista del bebé con las cosas que se necesitan y que, en muchas tiendas, incluso te la facilitan . Se trata de ayudar a los invitados a saber qué os será útil y aún no tenéis. Aunque también es habitual dejarlo a elección de los invitados. Puedes pedir, incluso, que tan solo exista un detalle.
Puedes abrirlos uno a uno, conforme lleguen tus invitados, para que la sorpresa sea más personal y cercana, o dejarlo para el final, acumulando todos los paquetes en una mesa. Sí, la costumbre norteamericana es esta última. Vosotros, como anfitriones y en agradecimiento, podéis dar un detalle como recuerdo. Basta, por ejemplo, con una cajita de caramelos.