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10 dudas resultas sobre la lactancia materna© AdobeStock

Lactancia materna: 10 dudas resueltas

Contar con buena información es clave para dar el pecho


5 de mayo de 2021 - 13:05 CEST

Aunque la lactancia materna es un proceso natural, a la madre que amamanta le suelen surgir muchas dudas. Para solventarlas con éxito hay que informarse, ya desde el  embarazo,  para saber con qué se va a enfrentar.

La  lactancia  no tiene por qué ser una etapa complicada si se conoce bien y se acude a expertos en los momentos delicados. Sobre todo, hay que saber que los problemas no tienen que suponer el abandono del pecho, con un asesoramiento adecuado. Estas son algunas de las dudas más frecuentes.

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1. ¿Todas las madres tienen leche?

Una de las preocupaciones más repetidas entre las madres recientes es si tendrán leche, o leche suficiente, para amamantar a sus hijos. Muchas dudan de su propia capacidad y de que su cuerpo genere la cantidad adecuada para alimentar a sus bebés. Pero, en la inmensa mayoría de los casos, esto no obedece a la realidad.

Es más una cuestión de inseguridad y de falta de confianza, además de falta de información. “La falta de leche es muy rara, no es nada frecuente y en muchos casos parece así por una mala interpretación de la lactancia”, asegura Bettina Gerbeau, consultora de lactancia certificada IBCLC.

Entre las patologías que pueden llevar a una escasez de leche están la falta de crecimiento de la glándula mamaria o algún problema tiroideo, como el hipotiroidismo sin tratar. De cualquier forma, son casos muy puntuales.

Lo que activa la producción de leche son las tomas frecuentes. Y, si madre e hijo han de estar separados tras el nacimiento por alguna razón, la extracción de leche continuada.

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2. ¿Con la cesárea no sube la leche?

El tipo de parto no tiene que ver en la subida de la leche. Tanto con un parto vaginal como con una cesárea la producción láctea se activa igual si el niño se pone a mamar, puesto que es la succión frecuente en una buena postura la que logra iniciar el mecanismo por el que se genera la leche materna.

“El problema no está la forma de parir sino en la recuperación del posparto ”, aclara Bettina Gerbeau. “Cuando la madre está muchas horas sin dar de mamar y separada de su hijo, la subida de la leche se retrasa mucho”, advierte. Si la primera toma se hace en el mismo paritorio, piel con piel, algo que es posible incluso con una cesárea, se facilita la subida de la leche.

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3. ¿Hay que preparar los pechos durante el embarazo?

“El propio cuerpo tiene sus mecanismos para preparar los pechos durante el embarazo. La piel, gracias a las glándulas de Montgomery, que lubrican la zona, se prepara sola”, subraya la consultora de lactancia (https://www.consultadelactancia.com/).

Así, la experta señala que “ninguna crema previene las grietas”. De hecho, algunas de las prácticas que, en teoría, se aplican para “preparar” las mamas durante la gestación para el posterior periodo de lactancia están contraindicadas y pueden ser peligrosas. Es el caso de estirar los pezones.

Incluso en el caso de que la mujer tenga los pezones planos o invertidos, con un buen asesoramiento, puede dar el pecho. “La mejor preparación para la lactancia es hacerse con un buen libro para estar preparada, porque luego, cuando nace el niño no hay tiempo”, aconseja Bettina Gerbeau.

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4. ¿Se puede cortar la leche por un disgusto?

Uno de los mitos más arraigados y erróneos en relación a la lactancia es que la leche se puede “cortar” si la madre sufre un susto, un enfado grande o una situación desagradable.

Si esto fuese así, muchas mujeres que están en situaciones extremas, como las que se viven en países en vías de desarrollo, no podrían amamantar nunca.

“Esta idea el falsa. Lo que puede pasar en una situación determinada es que la leche en una toma concreta salga con más dificultad, pero es algo muy raro. La producción no se inhibe por este motivo”, puntualiza la especialista.

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5. ¿Tendré toda la leche que necesita el niño?

La madre no sabe la cantidad de leche que produce ni la cantidad de leche que toma su bebé en su pecho, y esto suele generar bastante inseguridad.

“¿Y si no produzco toda la que necesita?, ¿y si se queda con hambre?”, se cuestionan muchas mujeres que dan el pecho. La respuesta es más sencilla de lo que parece. “Para saber lo que ha entrado hay que ver lo que sale”, explica gráficamente Bettina Gerbeau. Es decir, observando cuántos pañales mancha el bebé, se puede saber si se está alimentando bien o no. Además, el pediatra llevará un control de peso para asegurarse de que la evolución el buena.

Cuando el niño tiene es recién nacido, debería hacer un pipí cada tres o cuatro horas y unas tres cacas diarias de tamaño medio (o más si la cantidad de heces es menor)”, detalla. “Luego, al filo del segundo mes, los bebés amamantados suelen ‘acumular’ la caca y pueden hacer una sola deposición abundante cada varios días (incluso una por semana)”, puntualiza. Es algo normal y no significa que haya estreñimiento . Esto se aplica para niños alimentados en exclusiva con leche materna, pues si la lactancia fuera mixta, no deberían pasar más de tres o cuatro días sin que hiciera caca.

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6. ¿Tener una mastitis implica el fin de la lactancia?

Muchas de las creencias que se tenían hace años en torno a la lactancia son falsas. Una de las más extendidas es que pasar por una mastitis obliga al destete.

Tal como destaca Bettina Gerbeau, “la mastitis, en el caso de que sea infecciosa, se trata con antibióticos, y ya está. No hay que destetar ni por el tratamiento ni por la infección, ni siquiera suspender la lactancia temporalmente”.

En todo caso, la mayoría de la mastitis son inflamatorias y no requieren antibióticos sino solo un antiinflamatorio. Si la mujer con mastitis tiene el pecho muy inflamado tiene que poner al bebé a mamar o usar un extractor.

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7. ¿Cómo sé que está mamando bien?

Al margen de la ganancia de peso, que controlará el pediatra, hay algunas señales de que el bebé está mamando bien. Son las siguientes, según comenta la experta:

- La madre no tiene dolor en los pechos.

- La areola, o la mayor parte de ella, desaparecen en la boca del bebé mientras está mamando.

-Las tomas no son eternas.

- El bebé mama activamente, y al hacerlo se le mueve toda la mandíbula.

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8. ¿Qué es la lactancia a demanda?

Dar de mamar a demanda significa que es el niño el que regula cuánto y cuándo quiere comer. Es decir, las tomas no se dan según un horario establecido, por ejemplo, cada tres horas, diez minutos en cada pecho.

Ahora bien, es importante hacer una precisión: “Los recién nacidos no demandan y duermen mucho. Con ellos no se puede dejar pasar las horas sin que mamen. Un bebé que acaba de nacer debería mamar unas 12-14 veces al día”, recomienda la experta.

Así, “el primer mes, la demanda es bajo cierto control parental. Si piden mucho se les da, pero si no, hay que despertarlos”, destaca.

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9. ¿Hay que dar un pecho o los dos?

Algunos bebés maman de ambos pechos y otros tienen suficiente solo con uno. ¿Hay que ofrecerle ambos?

Esta es la forma correcta de hacerlo: “Al principio de la lactancia se deja que el bebé mame del primer pecho hasta que desaparezca el reflejo de succión y se quede dormido o se retire. Entonces se le ofrece el segundo pecho, en el que puede que esté menos tiempo”, indica la especialista.

Si la madre tiene mucha leche y el bebé no quiere mamar del segundo pecho, puede usar un extractor para aliviar la congestión.

Conforme pasa el tiempo, la producción se irá ajustando a la demanda del niño. En todo caso, en la siguiente toma, si solo ha mamado de uno, se ofrece primero el que dejó sin succionar en la toma anterior.

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10. ¿Influye el tamaño del pecho y el tipo de pezón?

Las madres con pechos pequeños son igualmente capaces de mantener una lactancia exitosa. Es así porque la leche no se acumula, sino que se va produciendo a medida que el bebé la va demandando.

En cuanto a los pezones, incluso con pezones planos o invertidos se puede dar el pecho, contando con el asesoramiento adecuado.

¿Y qué sucede con las mujeres que se han operado las mamas? “Todo depende de cómo esté hecha la operación. En la reducción pueden haberse cortado los conductos de la leche”, indica Bettina Gerbeau. Con respecto a la cirugía para aumentar de tamaño, “si la prótesis se ha insertado desde la axila no suele haber problemas, pero si se ha insertado bajo la areola, aunque los conductos estén intactos, pueden haberse cortado algunos nervios, lo que implique una producción insuficiente”.

En todo caso, la consultora insiste en una idea: “En la lactancia no es todo sí o no. Hay muchas formas de amamantar, y cuando hay problemas estos se pueden solucionar”.

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