Ir al contenido principalIr al cierre de página
Comedor escolar© Adobe Stock

Alimentación

Cambios en el menú de los comedores escolares: lo que dicen los pediatras acerca de la medida

Los menús escolares deben, por ley, hacer cambios drásticos que influirán directamente en la alimentación de niños y adolescentes. ¿En qué consisten esos cambios?


30 de abril de 2025 - 8:52 CEST

El menú de los comedores escolares va a ser mucho más saludable. Y lo va a ser por ley, ya que el pasado 15 de abril el Consejo de Ministros aprobaba el real decreto de Comedores Escolares Saludables y Sostenibles. Este decreto obliga a todos los centros escolares a que incluyan en sus menús fruta y verdura diariamente, pescado entre una tres veces a la semana y legumbres al menos una a la semana. Limita, además, los alimentos procesados y la fritura a una vez al mes y elimina del todo la bollería industrial y las bebidas azucaradas.

Si bien pudiera parecer innecesaria esta medida por darse por hecho que los menús escolares son siempre saludables, la realidad es que un tercio de los centros escolares incluye en sus menús más frituras de las recomendadadas, en detrimento de otros alimentos más saludables como las verduras, según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan).

¿Cómo repercutirán estos cambios en los niños y los adolescentes? ¿Por qué son necesarios? Se lo hemos preguntado a la Dra. Rosaura Leis, coordinadora U. Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica del Hospital Clínico Universitario de Santiago y coordinadora del Comité de Nutrición y Lactancia Materna (CNyLM) de la Asociación Española de Pediatría (AEP)

No solo es importante qué se come, sino cuándo se come y cómo se come. En relación con cómo se come, la preparación culinaria juega un papel fundamental, ya que modifica la composición nutricional de los alimentos

Dra. Rosaura Leis, gastroenteróloga y nutricionista pediátrica

¿Por qué es necesario que en los comedores escolares se ofrezca diariamente a los niños fruta y verdura?

Para una alimentación saludable las sociedades científicas recomiendan el consumo diario de 3 raciones de fruta y 2 de verdura. Para que los niños que hacen su colación del mediodía en el comedor escolar puedan cumplir esta recomendación, es necesario que la verdura y la fruta estén incluidas en este menú diario.

¿Por qué se ha optado por limitar las frituras a una vez a la semana y los precocinados, a una vez al mes?

No solo es importante qué se come, sino cuándo se come y cómo se come. En relación con cómo se come, la preparación culinaria juega un papel fundamental, ya que modifica la composición nutricional de los alimentos. Se debe priorizar el vapor, la cocción, la plancha o el guisado frente a la fritura, por ello se limitan éstas a una vez a la semana. 

En relación con los precocinados debemos tener presente que estos forman parte del vértice de la pirámide de recomendaciones para una dieta saludable, tanto en el patrón alimentario tradicional mediterráneo como atlántico. Estar en el vértice de la pirámide significa consumirlos en poca cantidad y esporádicamente.

Por todo ello, la limitación de frituras y de precocinados en el comedor escolar es clave para el cumplimiento de las recomendaciones de la pirámide alimentaria saludable, bioactiva y sostenible.

Comedor escolar© Getty Images

¿En qué va a mejorar la alimentación de los niños que comen en el centro escolar?

No debemos olvidar que alrededor del 70% de los niños hacen su comida del mediodía fuera de casa, la mayoría de ellos en el centro escolar. Disponer en él de un menú que se ajusta a las recomendaciones nutricionales saludables para su edad, va a favorecer el cumplimiento de estas a lo largo del día. Los padres deben conocer qué consumieron sus hijos al mediodía para poder programar y diseñar el resto de la ingesta en las comidas principales del desayuno y la cena, así como en las ligeras de media mañana y merienda, para garantizar el aporte recomendado de energía, macronutrientes, micronutrientes y componentes funcionales que garanticen la salud nutricional

Se debe tener presente que la dieta diaria ha de ser suficiente en cantidad, variada para aportar todos los nutrientes necesarios, equilibrada para evitar la interacción entre los nutrientes y adecuada a la edad, el sexo, el estado de salud y el nivel de actividad física, además de ser sabrosa y sostenible.

¿Cómo influye la comida del colegio a la hora de crear hábitos alimenticios en los niños?

El comedor escolar debe ser un lugar de educación nutricional. Las preferencias alimentarias se forman en los primeros años de vida y se van a mantener a largo plazo. En el momento actual, las principales causas de morbilidad y mortalidad son los estilos de vida no saludables, en los que la dieta juega un papel fundamental. Estamos asistiendo a la pérdida de adherencia a nuestros patrones alimentarios tradicionales, mediterráneo y atlántico, que han demostrado ser saludables para el individuo y sostenibles para el medio ambiente, ya desde la edad pediátrica y, muy especialmente, en los grupos más vulnerables socioeconómico y culturalmente.

La alta prevalencia de sobrepeso y/u obesidad en niños y adolescentes pone en evidencia la necesidad de la intervención para su prevención, su diagnóstico y su tratamiento. En este sentido la escuela, como lugar de desarrollo del niño y el adolescente, junto con la familia van a ser los lugares prioritarios para la educación alimentaria

La escuela a través del comedor escolar, transmisor de preferencias y hábitos, y también con la incorporación en el currículo de una materia sobre “estilos de vida saludables”, en los que los niños y adolescentes aprendan cómo la alimentación influencia su salud a corto, medio y largo plazo, cómo se lee un etiquetado, la elección de un alimento y el diseño de un menú saludable, las técnicas culinarias,…debe jugar un papel fundamental. Importante reseñar que el comedor escolar va a garantizar a todos los niños, incluidos los más vulnerables, que al menos una comida al día sea saludable, favoreciendo la equidad alimentaria

Destacar que los periodos críticos del crecimiento y desarrollo como son los primeros 1000 días de vida, que incluye la gestación, por tanto la alimentación durante el embarazo, la infancia y la adolescencia son fundamentales en la programación metabólica, condicionando la salud del niño y la de éste cuando sea adulto.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.