En general, no hay ninguna contraindicación para que la mujer que lo desee continúe con la lactancia durante el embarazo de otro hijo. Algunas tienen miedo por si esa estimulación a las mamas puede desencadenar contracciones que influyan de algún modo en el riesgo de aborto espontáneo. Pero la realidad es otra.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 8 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
Hablamos de este tema con Irene Lozano, enfermera certificada en lactancia materna IBCLC y fisioterapeuta pediátrica, para que nos aclare todas las dudas.
La lactancia provoca liberación de oxitocina, que puede generar contracciones uterinas leves. Es muy importante recordar que en embarazos normales esto no representa un riesgo
Así cambia la leche cuando la madre está embarazada
Durante el embarazo, el organismo vive una auténtica revolución, con transformaciones a todos los niveles que también influyen en la lactancia. Así, tal como indica la experta, "los cambios hormonales (el aumento de estrógeno y de progesterona) podrían afectar a la producción y composición de la leche".
Esto implica que "la producción generalmente disminuye a partir del segundo trimestre porque las hormonas del embarazo inhiben la acción de la prolactina (que es clave para producir leche). Por otro lado, la concentración de sodio y lactosa en la leche cambia, lo que puede hacer que la leche sepa más salada o diferente para la criatura".
Es este el motivo por el que algunos niños se destetan por sí solos durante los meses de gestación, circunstancia en la que influyen "el cambio en el sabor de la leche, la disminución en la cantidad de leche disponible y los cambios en la dinámica de amamantamiento (menos flujo, menos satisfacción)", detalla la especialista. Esto suele ocurrir, sobre todo, en niños que pasan de un año de edad. Por tanto, aunque la madre tenga intención de mantener la lactancia durante esos nueve meses y hacer lactancia en tándem con el nuevo bebé, a veces hay un destete promovido por el hermano mayor y no es posible.
A esta situación hay que añadir otra. Y es que, cuando está embarazada, la mujer puede notar más molestias al amamantar, pues tiene más sensibilidad en los pezones, debido también a los cambios hormonales que experimenta. A estas se suma el mayor cansancio que tiene por el embarazo y las molestias físicas por la congestión mamaria. "Estas molestias suelen ser más intensas en el primer trimestre, pero varían mucho entre mujeres", apunta Irene Lozano. Dependiendo de su intensidad, algunas mujeres pueden decidir destetar porque se sienten mal al dar el pecho.
Si hay amenaza de aborto, ¿está contraindicado dar el pecho?
Cuando la madre embarazada y lactante tiene amenaza de aborto debe recibir consejo específico sobre su caso en particular, con el que tomar la decisión de seguir o no. Pero, como subraya la consultora, no es una contraindicación absoluta; es decir, no se aconseja dejar la lactancia a todas las mujeres en esta situación.
"La lactancia provoca liberación de oxitocina, que puede generar contracciones uterinas leves. Es muy importante recordar que en embarazos normales esto no representa un riesgo y en caso de amenaza de aborto o antecedentes de partos prematuros la recomendación debe ser individualizada", comenta.
Hay que tener claro que, por sí solo, dar el pecho no genera una amenaza de aborto. "No hay evidencia que relacione la lactancia por sí sola con un mayor riesgo de aborto espontáneo en embarazos sanos. Las contracciones inducidas por la lactancia son generalmente leves y no suficientes para desencadenar un parto prematuro. Crear miedo e inseguridad con este tema puede tirar por tierra la decisión de una madre de amamantar en tándem y la decisión de llevar a cabo un destete debe nacer de información veraz y actualizada", recalca Irene Lozano.
¿En qué casos estaría contraindicado dar el pecho en el embarazo?
Realmente hay muy pocas circunstancias que impidan por temas de salud que la madre continúe dando el pecho durante el embarazo. "Debería ser evaluada con precaución en amenaza de aborto o parto prematuro, insuficiencia cervical, desnutrición severa o anemia importante no controladas", enumera la especialista.
Si no está dentro de estos supuestos, puede continuar si el bebé y ella lo desean hasta que nazca el siguiente hijo. Eso sí, será importante garantizar que al recién nacido le llegue el calostro. "El calostro es prioritario para la criatura recién nacida porque es fundamental para su sistema inmune. Por eso se recomienda dar prioridad al recién nacido en las tomas y supervisar el agarre y la succión del recién nacido para asegurar que reciba suficiente calostro. No obstante, en general la producción se ajusta naturalmente para cubrir las necesidades de ambos si la lactancia continúa después del parto (lactancia en tándem) y se debe apoyar a las mujeres que desean llevarlo a cabo, alejándolas de mitos y desinformación"·, concluye.