Durante la infancia hay muchas transformaciones físicas. El cuerpo está en pleno crecimiento y esto afecta a todas las partes del cuerpo, incluidos los pies. Con bastante frecuencia, los dedos de los pies pueden sufrir desviaciones en esta etapa. ¿Por qué se producen y cómo hay que tratarlas?
Para conocer más sobre este problema hemos recurrido a Zulema Matías, podóloga infantil y directora de Neuritavita Kids (www.neuritavita.com), para que nos explique todos los detalles.
Muchas veces pensamos que los pies necesitan estar sujetos o contenidos, y es justo, al contrario: los pies de los niños necesitan libertad para moverse, fortalecerse y desarrollarse bien
¿Cuáles son las desviaciones más habituales en los dedos de los pies de los niños?
Tal como explica la especialista, hay algunas desviaciones en los dedos de los pies de los menores que son más habituales que otras. Así, en consulta, las más frecuentes son:
- Clinodactilia: "suele afectar al quinto dedo (el pequeñito) y hace que se tuerza un poco hacia dentro o hacia fuera".
- Cuarto dedo en varo: consiste que ese dedo se mete hacia dentro.
- Dedos infraductus o supraductus: están montados por encima o por debajo.
- Hallux vaulgus juvenil: "es cuando el dedo gordo empieza a desviarse hacia el segundo dedo, algo que muchas personas asocian con el 'juanete', aunque en peques la mayoría de veces es por el calzado".
¿Por qué se producen estas desviaciones en los dedos de los pies?
Hay distintas circunstancias que inciden en que se presenten desviaciones en los dedos de los pies de los más pequeños. "Algunas son hereditarias, pero en la mayoría de los casos tienen que ver con cómo se mueve el niño, cómo se apoya, si hay debilidad muscular, si existe hiperlaxitud (es decir, que sus ligamentos son muy elásticos), por supuesto con el tipo de calzado que ha usado desde pequeño, que la mayoría son estrechos y en punta lo que favorece deformidades en los dedos", comenta la podóloga (@neuritavita.podologapediatrica, en Instagram).
A veces, estos problemas acontecen también como una respuesta del cuerpo a una marcha que está alterada o a una forma de caminar que es poco eficiente. En este sentido, se suelen dar en "niños con una gran flexibilidad, que usan calzado estrecho o rígido desde muy pequeños, que no tienen mucho tiempo para estar descalzos o que no han hecho juegos que les ayuden a fortalecer sus pies, aquí nos encontramos muchos dedos en garra, incluso por no llevar la talla acertada", advierte.
¿Cómo puede afectar la desviación de los dedos de los pies a la forma de caminar?
La marcha se puede ver muy afectada por estas desviaciones. Hay que tener en cuenta que, como explica la podóloga pediátrica, "los dedos son importantes para el equilibrio y el impulso al caminar o correr, así que si hay alguna desviación, puede hacer que el niño no apoye bien el pie, lo que a su vez puede causar inestabilidad, desgaste irregular del calzado o incluso molestias en otras partes del cuerpo con el tiempo, como rodillas o espalda y, por supuesto, problemas de uñas encarnadas como a veces ocurre con la desviación del primer dedo; lo primero en estos casos, mirar la puntera del calzado".
Pero, además de afectar a la forma de caminar, pueden aparecer otras molestias como rozaduras, durezas o molestias al calzarse un determinado tipo de calzado. "Si la articulación se queda rígida, puede provocar dolor, incluso problemas en las uñas", añade.
¿Cómo elegir calzado para niños con desviaciones en los dedos?
A la hora de elegir el zapato para niños que sufran este problema es esencial que "el calzado respete la forma natural del pie, sobre todo en la zona de los dedos. Debe ser amplio, flexible, con puntera ancha y sin costuras que puedan presionar".
También es importante en niños con el quinto dedo torcido, como señala Zulema Matías, revisar bien el ancho y las costuras de la zona lateral. "Muchas veces pensamos que los pies necesitan estar sujetos o contenidos, y es justo, al contrario: los pies de los niños necesitan libertad para moverse, fortalecerse y desarrollarse bien".
¿Cómo se tratan las desviaciones en los dedos de los pies en niños?
El tratamiento va a depender mucho de la situación que presente el pequeño. "En muchas ocasiones, se puede mejorar mucho con juegos y ejercicios específicos para que los dedos ganen fuerza y movilidad. Siempre recomendamos cambios en el calzado, y si es necesario, usamos pequeñas ortesis (como separadores blanditos) pero siempre a medida", aclara la especialista. No obstante, advierte: "Últimamente, me llegan peques con separadores estándar sin ninguna supervisión y eso en niños es peligroso porque esos huesos están osificando. Lo importante es mirar al niño como un todo y entender por qué ha aparecido esa desviación, no solo intentar 'colocar el dedo', es ver que funciona bien".
Una vez corregida la desviación, esta podría volver si no se mantiene el estímulo adecuado o si la causa de fondo no se ha resuelto del todo. La individualización es esencial. "Por eso no se trata solo de corregir, sino de acompañar al niño y a la familia para que su desarrollo siga el camino más saludable posible. La prevención, en estos casos, es tan importante como el tratamiento", concluye.