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Dra. Gemma Morera, pediatra © moreragemma_pediatra

Bebés

Cómo preparar (bien) un biberón, según la pediatra Gemma Morera

¿Cómo hacer la mezcla?, ¿cuál es la forma adecuada de agitar el biberón?, ¿es necesario hervir a menudo el bibe y las tetinas? 


31 de marzo de 2025 - 11:06 CEST

Cuando la lactancia es en leche de fórmula, bien en exclusiva o bien mixta con la lactancia materna, también es habitual tener dudas: ¿es la cantidad de leche que necesita mi bebé?, ¿lo habré preparado correctamente?, ¿debo hervirlo a menudo?, ¿cómo limpiarlo de manera adecuada? A todas estas preguntas responde la Dra. Gemma Morera, pediatra y colaboradora en Doctoralia. Hemos hablado con ella y lo explica todo con precisión y en detalle.

¿Cómo preparar de manera correcta un biberón? 

Lo más importante, primero de todo, a la hora de preparar un biberón, es tener la superficie limpia y un buen lavado de manos. Lavarse las manos con agua tibia y jabón y tener la superficie donde vamos a hacer biberón, limpia. Biberones y tetinas, no es necesario esterilizarlos cada vez; lavando bien con agua tibia y jabón de lavaplatos se limpian bien. 

Sí que la primera vez que los compras, como normalmente está en las instrucciones de envase, hervir al menos o esterilizar si tenemos esterilizador o hervir un minuto, no más, para evitar el reblandecimiento de las tetinas y que se estropeen. Hervimos un minuto tetinas y biberón la primera vez que se compran; luego solo con agua y jabón, agua un poco caliente ya es suficiente. Una vez tenemos el biberón limpio, las manos y la superficie limpias, lo más importante es no secarlos, no poner trapos, porque en los trapos hay bacterias; mejor dejar secar al aire. 

¿Cómo debemos preparar el agua? ¿Hay que hervirla o mejor si es agua embotellada?

La forma más adecuada es hervir el agua. Antes se decía que el agua embotellada era suficiente, es cierto que nos da una garantía de que no hay gérmenes en el agua, pero la leche en polvo no es estéril, puede contener bacterias. El sentido de hervir el agua no es tanto por el agua, sino por las bacterias que puede contener el polvo de la leche, por lo que siempre es recomendable hervirla y hacer que llegue al punto de ebullición 100°.  Hay muchas guías que dicen 70°, pero a esta temperatura hay gérmenes, como el cronobacter o la salmonela, que no se matan; entonces es mejor subir a los 100 grados y que hierva, no hace falta más de un minuto, inferior a un minuto es suficiente. 

Después debemos dejar enfriar unos cinco minutos, se calcula que a los cinco minutos ya la temperatura del agua ha bajado a 70° , entonces es cuando añadimos la leche en polvo, no antes, no cuando está tan caliente, porque si no se pueden formar gránulos, por lo que es mejor esperar a que se enfríe un poco, añadir el polvo de la leche y dejar atemperar. Si tenemos prisa, podemos guardarlo en la nevera para que se enfríe más rápido. 

Si podemos, siempre hervir, sobre todo los primeros cuatro meses de vida; luego, ya se supone que el intestino es más maduro y puede luchar contra estas bacterias

Sobre todo, es muy importante, en prematuros, en niños con retraso de crecimiento, con bajo peso o que tengan algún problema crónico de salud, que hayan estado ingresados al nacer en la UCI neonatal, tengan una enfermedad respiratoria o digestiva, ante estos casos, es aún más importante, dado que están más débiles y alguna bacteria que pueda haber en el polvo de la leche, quizá inofensiva no patógena, en ellos puede dar patología. Incluso se ha dicho que, en niños sanos, que presentan mucho cólico de lactantes, es debido a estas bacterias poco importantes, no patógenas. 

Ya no estamos hablando de una salmonela o un cronobacter, sino de alguna bacteria menos patógena, pero que puede causar cólico de lactante y el hecho de hervir el agua puede mejorar la situación, porque mata a estos gérmenes. En resumen, es mejor siempre hervir y, si en algún momento no podemos, no estamos en casa o nos es difícil, lo más recomendable es agua embotellada de baja mineralización, pero de forma puntual. Si podemos, siempre hervir, sobre todo los primeros cuatro meses de vida; luego, ya se supone que el intestino es más maduro y puede luchar contra estas bacterias. 

Cuando vienen leches preparadas, la leche líquida infantil ya preparada, esta sí que es estéril, los biberones ya preparados líquidos sí que son estériles. Es otra opción, cuando tenemos sobre todo prematuros, con bajo peso o niños con patologías y no tenemos la opción de hervir, comprar el biberón líquido ya preparado, pero también son más caros, por lo que es algo que no podemos hacer como norma.  

Madre prepara un biberón© Getty Images

¿Cómo saber la cantidad de agua que es preciso añadir? ¿Y cuánta cantidad de leche?

La forma correcta de preparar siempre es, primero el agua y después el polvo, no el polvo y después el agua, porque la forma de calcularlo es, cada 30 ml de agua, un cacito de polvo raso, bien raso, no podemos sobrepasarnos, para no excedernos. Está calculado por kilogramos de proteína, azúcares… Por lo que, cada 30 ml de agua, es un cacito de polvo; 60 ml de agua, dos cacitos de polvo; 90 ml de agua, tres cacitos de polvo; y así sucesivamente. La cantidad la aconsejan ya al salir de neonatos, o bien el pediatra cuando se hacen las revisiones.

La cantidad normalmente se calcula por el peso, no por la edad (aproximadamente es unos 30 ó 40 gramos por kg). Un recién nacido normalmente es 3x3, es decir, de 3kg serían 3x3 = 9, pues 90 ml de agua y le añadimos el polvo. Cuando queremos hacer, por ejemplo, un biberón de 90, hemos de incluirle esos 90 ml de agua; posteriormente es cuando le añadimos el polvo, por lo que subirá un poquito más. Por ello la referencia no es una vez formado, sino el agua sola. Es decir, el peso del niño lo multiplicamos por 3, si su peso fuese de 3kg sería 3x3 = 9, lo que serían 90ml de agua y 3 cacitos. Si el niño pesase 4kg, 4x3= 12, el biberón en este caso sería de 120, 120 ml de agua y 4 cacitos, y así sucesivamente.

¿Cómo hacer la mezcla de agua y leche de fórmula? 

Una vez puesto el polvo, se agita de arriba abajo, no lateral. Y agitar, pero no mucho rato para no crear mucha espuma, ya que esto hará que trague más aire el bebé y entonces puede causar más cólico. Agitarlo bien, de arriba abajo, lo suficiente para que se disuelva.

También es importante, a la hora de dar el biberón, que la tetina siempre esté llena de leche. Si está a medias, hemos de elevar el biberón, adoptando la posición correcta para que la tetina siempre esté llena, porque si no el bebé tragará mucho aire y esto favorece más los cólicos posteriores. Si tengo el biberón preparado y ha sobrado leche, el remanente se tira.

¿Podemos dejar la mezcla preparada para dársela más tarde?

Si lo voy a preparar, pero no se lo voy a dar, lo puedo guardar en la nevera 24 horas. El biberón, preparado a temperatura ambiente, puede estar 2 horas, una vez preparado, hasta que se lo tome, 2 horas, pero para tiempos superiores, lo más recomendable es meterlo siempre en la nevera, que puede aguantar hasta 24 horas. También es muy importante, antes de dar el biberón, siempre tirar en el dorso de la mano dos gotitas para comprobar la temperatura, ya que en ocasiones puede tardar más en enfriarse.

En cuanto al material, lo más recomendable es cristal y, en el caso de que sean de plástico, siempre libres de BPA. Pero lo más seguro, sobre todo teniendo en cuenta la necesidad de utilizar agua muy caliente durante el proceso, para evitar las posibles sustancias que puedan pasarse del plástico al agua, siempre es el cristal es lo más recomendable.

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