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Niño con ortodoncia o brackets© Getty Images

Salud

Así influye la ortodoncia en la salud y el bienestar de los adolescentes 

Más allá de una mera cuestión estética, llevar o no ortodoncia en caso de necesitarla puede, incluso, influir en el rendimiento académico


28 de marzo de 2025 - 12:25 CET

La ortodoncia o brackets no solo es cuestión de estética, sino que desempeña un papel mucho más relevante de lo que a priori podíamos imaginar en la salud del niño o del adolescente que la lleva. Así lo confirma el Dr. Juan Carlos Pérez Varela, ortodoncista, Director médico de la Clínica MAEX Santiago, presidente de la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO) y reconocido con prestigiosos premios, como el Houston Award, de la Sociedad Europea de Ortodoncia.

“Puede beneficiar mucho a la salud y bienestar del paciente, ya que si podemos actuar sobre los maxilares y podemos ensanchar la maxila, por una parte vamos a generar más espacio para la erupción de todos los dientes, vamos a permitir que el maxilar encaje bien con la mandíbula e incluso vamos a mejorar muchísimo la respiración del paciente (si ensanchamos la maxila y la avanzamos, y si somos capaces de avanzar la mandíbula también), con lo que sí que notamos que los pacientes van a respirar mejor, masticar mejor, e incluso tragar mejor porque pueden apoyar la lengua en el paladar”, nos dice.

Unos dientes apiñados tienen mayor tendencia a las caries y a la enfermedad periodontal 

Dr. Juan Carlos Pérez Varela, ortodoncista

Y, sin duda, lograr que se respire mejor implica, directamente, una mejor calidad de vida para el niño o el adolescente, puesto que, entre otras cosas, favorecerá también que duerma mejor y ayudará a reducir las apneas del sueño. Las causas por las que se produce la apnea del sueño son muy diversas y deberá valorarlas un neumólogo, si bien una de las más comunes, especialmente entre menores de edad, es a causa de alteraciones anatómicas. Alteraciones que, en no pocos casos, se pueden corregir con ortodoncia.

Como sabemos, que los niños y los adolescentes no duerman lo que necesitan afecta a su comportamiento diurno, pero también a su capacidad de mantener la atención y, en consecuencia, si la falta de sueño es crónica o muy frecuente, acabará repercutiendo también en su rendimiento académico.

Ortodoncia y enfermedad periodontal

Una patología muy importante que la ortodoncia ayuda a prevenir es la enfermedad periodontal y otros problemas relacionados con la salud bucal. “Tener los dientes descolocados no es solo un problema estético (más allá del problema de autoestima que puede generar en algunas personas que sonríen menos porque no se sienten cómodos con el aspecto de su boca), sino que, por ejemplo, unos dientes apiñados tienen mayor tendencia a las caries y a la enfermedad periodontal (por la dificultad para acceder con el cepillo de dientes a algunas zonas en las que se acumula placa y restos de comida)”, señala el Dr. Pérez Varela.

Nos explica que, además, el hecho de que el niño no tenga una buena oclusión, es decir, que los dientes de arriba no encajen bien con los de abajo, puede provocar mayor desgaste de dientes y bruxismo (el apretamiento o frotamiento de unas piezas dentales con otras). Por tanto, a estos niños o adolescente con mala oclusión, la ortodoncia “va a hacer que tenga un menor desgaste dental, menos problemas en la ATM (articulación temporomandibular), que puede causar dolor de cabeza, oídos, cuello, espalda…”.

Hay problemas de desarrollo de la mandíbula o la maxila que pueden corregirse de forma sencilla en edad de crecimiento y, en cambio, tratarlos en la edad adulta puede requerir de una intervención quirúrgica

Dr. Juan Carlos Pérez Varela, ortodoncista

Por otro lado, “un mejor alineamiento permite una higiene oral más eficaz, lo que lleva a menos caries, problemas de encías, etc.”. A esto hay que añadir que, si los huesos no están bien desarrollados, puede afectar a la respiración, con las implicaciones que esto conlleva y que ya hemos citado anteriormente, pero también a la masticación y a la fonación (problemas para pronunciar algunos sonidos de manera correcta).

“Hay problemas de desarrollo de la mandíbula o la maxila que pueden corregirse de forma sencilla en edad de crecimiento y, en cambio, tratarlos en la edad adulta puede requerir de una intervención quirúrgica”, advierte.

Dr. Juan Carlos Pérez Varela, ortodoncista© Clínica MAEX Santiago
Dr. Juan Carlos Pérez Varela, ortodoncista

Ortodoncia y autoestima

Como cabe suponer, la ortodoncia juega un papel clave en la autoestima y en el bienestar emocional del adolescente que la lleva, sobre todo, en los casos en los que la posición de los dientes está más afectada. “En aquellos que sonreían con timidez o se tapan la boca al sonreír porque les da vergüenza el aspecto de su boca vamos viendo cómo, progresivamente, van haciéndolo con mucha más confianza”, señala el ortodoncista.

“A lo largo del proceso de tratamiento, el equipo de la clínica ya solemos notar una mejoría en su autoestima, ya que no solo van viendo cómo se reposicionan mejor sus dientes y van notando la mejoría en su sonrisa, sino que muchos llegan con lo que se conoce coloquialmente como “cara de conejo” y, lógicamente, esa mejoría estética que se produce en su aspecto les repercute positivamente”, comenta el especialista. “Y es que, mejorar la sonrisa, y hacer que en una etapa tan importante de su vida se sientan seguros al sonreír, va a mejorar su autoestima y sus relaciones sociales y amorosas en ese momento y en el futuro”.

“En general, quitarse la ortodoncia marca el inicio de una nueva etapa con una sonrisa más funcional y estética, lo que mejora tanto la salud bucal como la confianza del adolescente y la autoestima”.

¿A partir de qué edad se puede llevar ortodoncia?

Lo más habitual es llevar ortodoncia en la adolescencia “porque es una etapa en la que aún hay crecimiento (y eso facilita ciertos movimientos correctores) y ya han salido todas las piezas”, aclara el doctor. “Sin embargo, las principales asociaciones ortodóncicas del mundo, entre ellas la Sociedad Española de Ortodoncia (SEDO), recomiendan la primera visita al ortodoncista entre los 5 y los 6 años, ya que este es el momento en el que salen los primeros molares y que se pueden detectar anomalías en los maxilares y defectos en la erupción”.

La clave es que, ya sea con ortodoncia (el ‘aparato’ que mueve y recoloca los dientes) o con ortopedia (que actúa también sobre el crecimiento de los maxilares), es posible redirigir, modificar o potenciar el crecimiento del maxilar y la mandíbula, “con lo que evidentemente vamos a actuar no solo en el aspecto facial, sino también la oclusión, y en la calidad de vida del paciente”.

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