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Dra. Nerea Sarrión, pediatra© Dra. Nerea Sarrión

Lactancia

Nerea Sarrión, pediatra: ‘La lactancia con biberón es a demanda, tanto en frecuencia como en cantidad’

Que el bebé tome biberón cuanto quiera y cada vez que quiera al igual que ocurre con la lactancia materna, ¿es lo mejor para nuestro hijo?


28 de marzo de 2025 - 7:30 CET

La lactancia con leche de fórmula era, hasta hace no mucho, una cuestión casi puramente matemática. Había que medir la cantidad de leche que se daba al bebé en cada toma y, siempre, entre toma y toma, debían pasar tres horas. Daba igual que el niño llorase porque quería más o, si se apartaba del biberón porque estaba saciado durante la ingesta, era motivo de preocupación para sus padres. Todo esto, mientras que los bebés que tomaban el pecho de sus madres podían tomar la leche según sus necesidades, cuando quisieran y todo lo que quisieran. 

Tras años en los que cada vez más pediatras y matronas alertaban de que la lactancia con biberón también debía ser a demanda, parece que han cambiado (o están empezando a cambiar) las recomendaciones a seguir al respecto. De ello hemos hablado con la Dra. Nerea Sarrión, pediatra y colaboradora en Doctoralia.

Se recomienda que la lactancia mediante fórmula sea también a demanda, atendiendo a las necesidades y al apetito de cada bebé

Dra. Nerea Sarrión, pediatra

Algunas corrientes defienden que es necesario dar el biberón a demanda, al igual que se hace con la lactancia materna. ¿Es adecuado dar leche de fórmula a demanda? ¿Por qué?

Sí, se recomienda que la lactancia mediante fórmula sea también a demanda, atendiendo a las necesidades y al apetito de cada bebé, teniendo en cuenta que las necesidades nutricionales de cada uno son diferentes. No todos los niños de la misma edad tienen el mismo apetito, no crecen igual, entonces puede ser variable, hay algunos que lo piden de forma más frecuente y otros que aguantan más las tomas. 

Es a demanda, tanto en frecuencia como en cantidad, puesto que no hay cantidad específica que deban tomarse, es decir, si se toman una cantidad y siguen teniendo hambre, se pueden aumentar las tomas o si, incluso, tenemos pensado que debe tomarse una cantidad y no se la toma, no hay que forzar, hay que dejar también la cantidad a demanda. Lo mismo si piden tomas antes de un tiempo determinado, se les puede y se les debe alimentar atendiendo a sus señales de hambre, como pueden ser llevarse las manos a la boca, que empiecen a hacer movimientos o a estar un poco más inquietos, en ese caso alimentar según lo que marque el bebé y no lo que marque el reloj.

Hasta ahora estaba muy medida la dosis de leche que se da a un niño que toma biberón. ¿Cómo se establecía la dosis adecuada?

Sí que es cierto que, cuando queremos una orientación, podemos calcular una cantidad de mililitros al día repartidos en las tomas que realice el bebé y podemos dar una orientación respecto sobre qué cantidad de biberones, ajustado a la edad y ajustado el peso del bebé, rondaría. Pero no es algo de manera exacta, siempre se dice como algo orientativo, como un margen para que las familias, a la hora de preparar biberones, tengan unas cantidades que les sirva de ayuda, pero no es algo que se deba seguir de forma estricta. Normalmente decimos que se calcula, con niños pasada la etapa de los primeros días de vida, sobre unos 150 o 200 ml por kilo día, que eso se calcularía multiplicándolo por el peso y dividiéndolo entre el número de tomas que se realizan. Esto sirve como orientación, pero no es, para nada, una verdad absoluta.

Madre sonríe mientras le da el biberón a su bebé© Getty Images

¿Si pide biberón antes de las 3 horas marcadas por el pediatra, debo darle?

Así es, si pide beber antes de las tres horas y tiene hambre, se le da, se le alimenta sin ningún problema.

¿Cómo saber si está tomando demasiada leche o si, por el contrario, ingiere menos de la que necesita?

Al final es ir controlando el peso y un poco como se va comportando respecto a las tomas, si vemos que se está acabando todos los biberones y muestras signos de que tiene hambre todavía, hay que ir aumentándole progresivamente los biberones. Si vemos que se los acaba, no forzarle, darle la cantidad que toman y ya está. Todo, paralelamente, comprobando que va creciendo adecuadamente, que la ganancia de peso es adecuada y observando que va haciendo pipí de manera frecuente, 5, 6, 7 micciones al día, que va haciendo deposiciones que son frecuentes y adecuadas. Estos son signos de que está comiendo y creciendo lo que necesita.

¿Cómo saber que el bebé se ha quedado saciado en una toma o si quiere tomar más una vez que se ha acabado el biberón?

Lo sabríamos al darle el biberón. Si llega un momento en el que lo rechaza, empieza a girar la cara, no quiere más, intentamos introducirlo y se tira para atrás, se arquea, no quiere seguir comiendo, entonces es el momento de finalizar la toma. En caso contrario, si vemos que se ha terminado el biberón y sigue mostrando señales de que tiene hambre, por ejemplo, le acercamos la tetina y sigue haciendo el reflejo de búsqueda, intentando succionar o sigue llorando, eso puede significar que todavía tiene hambre, en ese caso se recomienda ofrecer un poquito más. 

Como sabemos, los biberones se calculan de 30 en 30, es decir, 30 ml por cada cacito raso de leche en polvo, por tanto, a la hora de preparar los biberones, tenemos que ir preparando de 30 en 30, por lo que, si se ha quedado con hambre, mínimo le deberemos preparar otros 30 más. De ahí que se tome lo que quiera, no es necesario que se acabe los 30. Lo mismo si aguanta, si a las dos horas vuelve a pedir toma, se le puede volver a ofrecer el biberón, si aguanta cuatro, cinco horas, tampoco hay ningún problema, siempre y cuando tengamos signos de un adecuado crecimiento respecto al peso, el estado general y veamos las micciones y las deposiciones son acordes a su edad.

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