Gal Gadot en Times Square© GC Images,Getty Images

Embarazo

Gal Gadot sufrió coágulos en el cerebro durante su embarazo: los riesgos y síntomas, explicados por una experta

La Dra. Andrea García, neuróloga, nos explica qué es y por qué se produce la trombosis venosa cerebral durante el embarazo


12 de marzo de 2025 - 17:14 CET

La actriz Gal Gadot, de 39 años, dio a luz a su cuarta hija, Ori, hace ya un año, pero ha sido ahora cuando ha dado detalles acerca del terrible momento que atravesó durante el embarazo. “Me di cuenta de lo que significa morir de miedo", confesaba este martes en el programa de Jimmy Fallon (The Tonight Show Starring Jimmy Fallon).

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Gadot llevaba tres semanas con dolores de cabeza muy intensos que, aunque ella pensó que se trataría de migrañas o fruto de los cambios hormonales propios del embarazo, hizo caso a su madre, quien le pidió que acudiera al médico. La recomendación de su madre probablemente le ha salvado la vida, puesto que le detectaron coágulos de sangre en el cerebro.

Le acabarían diagnosticando trombosis venosa cerebral, “una enfermedad grave que puede llegar a poner en riesgo la vida de la propia gestante y la del bebé”, señala la Dra. Andrea García, neuróloga de los Hospitales Universitarios Vithas Madrid Arturo Soria y La Milagrosa, integrados en el Instituto de Neurociencias Vithas Madrid.

La trombosis venosa cerebral es una enfermedad grave que puede llegar a poner en riesgo la vida de la propia gestante y la del bebé

Dra. Andrea García, neuróloga

La especialista explica que se trata de un cuadro producido por la obstrucción de las venas que reciben el flujo sanguíneo del cerebro y que lo canalizan de vuelta hacia el corazón. “Este cuadro provoca que la sangre tenga dificultad para salir del cerebro y causa un aumento de la presión intracraneal. Y en casos más graves, realmente puede impedir que la sangre oxigenada llegue al cerebro y provocar infartos cerebrales”.

Aunque, como nos indica la neuróloga, la trombosis venosa cerebral es una causa infrecuente de ictus en España (puesto que el 0,51% del total de casos de ictus en nuestro país), sí que muchos de los casos se producen durante el embarazo y el puerperio, en concreto, entre el 15% y el 20%. “Es una enfermedad de mujeres”, nos dice la doctora. “Ocurre tres veces más en mujeres que en hombres y esto se ha atribuido a factores asociados al género, como el embarazo, puerperio o la anticoncepción hormonal". 

"Durante el embarazo se producen cambios fisiológicos que generan un estado de hipercoagulabilidad y, por lo tanto, aumentan el riesgo de fenómenos tromboembólicos”. Cuando tiene lugar tras el parto, la trombosis venosa cerebral se puede asociar a factores como deshidratación, infecciones, cesárea o hipotensión producida por la anestesia epidural.

¿Cuáles son los síntomas de una la trombosis venosa cerebral durante el embarazo?

A pesar de la gravedad de algunos de los posibles riesgos, la buena noticia (dentro de todo lo que implica) es que es poco probable que una trombosis venosa cerebral pase inadvertida, tal y como afirma la Dra. García. “Nueve de cada diez personas comienzan con un dolor de cabeza que puede afectar a una parte o toda la parte de la cabeza, y generalmente es mantenido y constante y va empeorando día a día, no desaparece con analgésicos y se agrava al tumbarse o al hacer esfuerzos”.

Es lo que le ocurrió a Gal Gadot, quien se animó a compartir su terrible experiencia precisamente para ayudar a otras mujeres que puedan tener la misma patología y aún no lo sepan: “Si alguien ahí, en el mundo, tiene lo mismo y escucha mi historia, que se haga una revisión”, recomendaba durante la entrevista de Jimmy Fallon.

En otros casos, los síntomas pueden ser aún más y de mayor intensidad, pues “este dolor de cabeza puede acompañarse, incluso, de dificultades visuales, como visión borrosa o visión doble y puede, en estados más avanzados, acompañarse de vómitos”, detalla la neuróloga de Vithas Madrid Arturo Soria y La Milagrosa.

“Otros síntomas pueden ser pérdida de fuerza de extremidades inferiores o alteración en la sensibilidad en alguna parte del cuerpo y, en un pequeño porcentaje de pacientes, aquellos en los que la enfermedad es más grave, evoluciona y produce algún tipo de infarto, puede dar lugar a crisis epilépticas”.

Gal Gadot da el pecho en el hospital a su cuarta hija, Ori, tras dar a luz© gal_gadot

¿Cómo se trata la trombosis venosa cerebral durante el embarazo?

“Es importante hacer un diagnóstico precoz para poder hacer un tratamiento precoz porque sabemos que podemos mejorar mucho el pronóstico y que tiene muy buenos resultados”, tranquiliza la Dra. Andrea García.

Aunque a Gal Gadot le “sacaron”, como ella ha dicho, al bebé y procedieron a intervenirla quirúrgicamente a ella, no siempre es necesario tomar esta medida. “Aunque hay pocos ensayos clínicos al respecto, parece que no está indicado una cesárea urgente per se, a no ser que haya indicios de sufrimiento fetal o haya indicios de peligro en la madre”, señala la Dra. García.

El tratamiento frente a la trombosis venosa cerebral tiene como objetivo intentar abrir ese vaso que estaba obstruido, “evitar que se propague este trombo y tratar, sobre todo, este estado de hipercoagulabilidad para prevenir que aparezcan trombos en otra localización potencialmente muy graves o deletéreos para la mujer, como podrían ser un trombo en el pulmón, lo que llamamos un tromboembolismo pulmonar, o bien otra nueva recurrencia en otro trombo en el cerebro que sea más grave y provoque algún tipo de infarto cerebral”.

Es importante hacer un diagnóstico precoz para poder hacer un tratamiento precoz porque sabemos que podemos mejorar mucho el pronóstico

Dra. Andrea García, neuróloga

Para ello, para disolver el trombo que se ha producido en el cerebro, es neceasrio administrar medicación anticoagulante. “Las guías nacionales nos dicen que la anticoagulación debe ser una heparina de bajo peso molecular, que se continúa tanto en embarazo como en puerperio y durante la lactancia, es decir, mínimo seis meses”. El motivo por el que se opta por la heparina es porque no atraviesa la placenta y, por consiguiente, no produce efecto anticoagulante en el feto.

Por otro lado, la neuróloga pone de manifiesto que el papel del tratamiento endovascular o quirúrgico, como se ha sometido la actriz, no está bien definido en la literatura médica. “Se han hecho varios estudios en España y no se ha visto que mejoren la morbimortalidad de las pacientes”. Sin embargo, sí hay algunas razones que podrían justificar la utilización de este procedimiento, como “aquellos casos de que haya un deterioro neurológico bastante grave y con un pronóstico ominoso con el tratamiento médico”.

Cuando la gestante está ya en el tercer trimestre y el feto ya está formado, si la paciente un trombo de características mayores que implique más signos de hipertensión intracraneal o de riesgos de hipertensión intracraneal potenciales, sí que es posible hacer algún tipo de abordaje más quirúrgico y, para no poner en riesgo al bebé, inducir el parto.

A pesar de que la trombosis venosa cerebral es, como señalábamos anteriormente, una enfermedad grave, el diagnóstico y el tratamiento precoz determinan en gran medida la evolución y hace que el pronóstico sea favorable. “Cabe destacar que el 80% de las mujeres se recupera sin secuelas, a no ser que realmente la paciente tenga un estado de hipercoagulabilidad, ya sea porque hemos encontrado algún tipo de factor predisponente y no ha evolucionado o a infarto cerebral o ha producido crisis epilépticas”. 

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.