La lactancia entre cada madre y cada hijo puede seguir caminos muy diferentes. No hay dos lactancias iguales. Sin embargo, algunas situaciones son relativamente comunes en muchas de ellas. Es el caso de la preferencia por un pecho sobre el otro a la hora de mamar. Muchos niños tienen una clara predilección en este sentido.
Para saber si puede influir de algún modo en la lactancia, hemos recurrido a Virginia Márquez, enfermera pediátrica y consultora de lactancia certificada IBCLC, con consulta online y a domicilio en Barcelona y sus alrededores (www.lactanciabarcelona.com).
Siempre hay un pecho que produce más que otro. Habitualmente el pecho derecho suele tener algo más de producción, pero eso no es una regla para todas las mujeres
¿Por qué maman más de un pecho que de otro al comienzo?
Es bastante común que los niños tengan inclinación por un pecho en lugar de otro. En madres primerizas les puede suscitar sorpresa, pero si ya han tenido más hijos es algo que pueden haber vivido con anterioridad.
Cuando esa primacía de un pecho sobre otro se produce desde el comienzo de la lactancia, puede estar derivada por dificultades en el proceso de amamantamiento. "Desde heridas en los pezones que han hecho que den de mamar mucho menos de un pecho y por tanto esté menos estimulado, o incluso dificultades por tensiones musculares, tortícolis en el bebé, problemas con el agarre", comenta la experta.
Los bebés pueden haber sufrido alguna dificultad en el parto o nacer con tortícolis, lo que les causa molestias en determinadas posturas y, por tanto, prefieren el otro pecho. En el caso de la madre, al principio algunas mujeres tienen problemas hasta que se establece una buena técnica de lactancia y eso puede hacer que ofrezcan más una mama que otra si tienen alguna grieta, por ejemplo. También se puede dar el caso de que el niño rechace un pecho porque el flujo de leche que sale es muy fuerte o porque la madre ha tenido una cirugía en esa mama y se encuentra más a gusto en el otro pecho.
Cuando la preferencia por un pecho llega ya avanzada la lactancia
Aunque el bebé no tenga un pecho favorito desde el principio, puede suceder que empiece a tenerlo conforme avance la lactancia. "Es una realidad que siempre hay un pecho que produce más que otro. Habitualmente el pecho derecho suele tener algo más de producción, pero eso no es una regla para todas las mujeres. Así que los bebés pueden hacer esa preferencia también por un flujo de leche más fácil que el otro", comenta Virginia Márquez (@lactanciabarcelona, en Instagram).
Puede suceder porque se hayan producido mastitis a lo largo de este periodo, porque la madre o el bebé estén más cómodos en determinada posición... Hay distintas razones, pero entre ellas hay que considerar una de mayor gravedad, que no es común, pero conviene conocer. Cuando el rechazo a un pecho es muy repentino, después de meses de lactancia, podría ser porque se ha desarrollado un tumor en la mama. "Es algo que desde luego no es habitual, pero podría ocurrir y el bebé detectar cáncer en ese pecho. Pero además habría que observar otros cambios en el pecho y en el pezón", tranquiliza la especialista.
¿Hay que intentar que el niño mame del pecho que no quiere?
Como comenta Virginia Márquez, "se puede intentar ofreciendo antes el pecho que no prefiere tanto. Incluso podría intentar aumentar la producción con el sacaleches, pero hay que ir con cuidado porque igual sigue sin preferir ese pecho y por tanto quedar leche retenida y aumentar el riesgo de mastitis". La realidad es que un bebé podría alimentarse solo de un pecho, aunque cuanto más pequeño sea, más puede revertirse la situación para procurar que coja también el otro pecho. En estos casos es muy aconsejable acudir a una consultora certificada de lactancia para que valore la situación y determine si hay algún problema subyacente que no se está teniendo en cuenta.
Cuando el niño es más mayor y lleva tiempo mamando sobre todo de un pecho, es más difícil convencerlo de que también lacte del otro. Entre otras razones porque al haber menos producción en esa mama, la leche "puede ser más rica en sodio y eso también aumentar su rechazo. Al final es la pescadilla que se muerde la cola". El sabor no es el mismo que en su mama preferida y eso reforzará el rechazo.
Con respecto a la madre, el único problema para ella, si no hay otros detrás, de que su hijo prefiera un pecho sobre el otro es que a nivel físico va a producirse una asimetría en el volumen de las mamas. "Pero esto no debe ser un problema. Se puede seguir amamantando sin problemas a un bebé con un solo pecho. Al finalizar la lactancia esa asimetría entre los pechos desaparecerá", comenta Virginia Márquez.