Si alguien representa el significado de lo que últimamente ha dado en llamarse maternidad real, esa es Inma Sáenz (@inmasaenz_). Es madre de tres hijos y, desde que decidió compartir en redes sociales su día a día, lleno de caos, pero también de sentido del humor, se ha convertido en una verdadera influencer (solo en Instagram la siguen más de 400.000 personas). Y no es para menos, pues al mostrar su visión de la maternidad, completamente opuesta a la perfección que suele imperar en Internet, miles de madres se han sentido identificadas.
Tras su éxito como creadora de contenido (a lo que comenzó a dedicarse profesionalmente tras dejar su trabajo anterior para poder conciliar), ha puesto en marcha el pódcast Madres y musas junto a otras creadoras de contenido sobre maternidad y ha escrito, mano a mano con Begoña Artiles, Cómo ser la mejor madre del mundo (Lunwerg Editores). Hemos hablado con ella.
No es que el humor te haga mejor madre, pero te ayuda a sobrevivir sin perder la cabeza
¿Qué te llevó a escribir ‘Cómo ser la mejor madre del mundo’ junto a Begoña Artiles?
Pues básicamente porque estamos hartas de que nos vendan la idea de que ser madre es todo maravilloso, cuando en realidad es una mezcla de risas, caos y ganas de escapar todo el rato a cualquier parte. Queríamos contar la maternidad sin dramas y, sobre todo, con humor, porque si no te ríes, la vida se pasa peor.
¿Es necesario el humor para ser mejor madre?
No es que el humor te haga mejor madre, pero te ayuda a sobrevivir sin perder la cabeza. La maternidad es intensa para lo bueno y para lo malo y agotadora. Hay días en los que todo fluye y días en los que te sientes que no puedes más, dudando de si lo estás haciendo bien todo el rato. El humor no quita el cansancio ni las preocupaciones, pero si tienes sentido del humor, te da un respiro, te permite relativizar y, sobre todo, contarlo a otras madres que están en la misma lucha. Porque si no nos reímos juntas, la vida no sería igual.
¿Cómo es 'la maternidad real'?
Es amor incondicional, pero también agotamiento extremo. Es pasarte el día deseando que se duerman y, cuando se duermen, quedarte viendo fotos suyas. Es comprar 6 yogures y que se los coman todos y, cuando compras 12, te caducan; es querer pasar mil horas con ellos a la misma vez que necesitas 10 minutos de silencio para resetear o irte con tus amigas a desahogarte porque no puedes más.
Además, como esto (la maternidad) no tiene manual de instrucciones, lo vas haciendo todo bajo tu criterio, acertando y fallando… prueba, ensayo y error y guiarte sobre tu intuición; así funciona. Acabo de describir mi día a día.
Hablar de 'maternidad real' es una necesidad frente a la idealización en torno al hecho de convertirse en madre, que hace daño a muchas mujeres que ven su maternidad imperfecta. ¿Qué le dirías a estas mujeres?
Que dejen de compararse con nadie porque la maternidad perfecta no existe. Que si su casa está desordenada, si a veces dan sopa de sobre o si no sienten que quieran estar con sus hijos cada segundo del día, no están fallando. Que todas las madres tienen días en los que se sienten un desastre, pero lo que cuenta no es ser perfecta, sino estar ahí, querer a tus hijos y hacerlo lo mejor que puedes.
¿En qué consiste, para ti, ser la mejor madre del mundo?
Creo que es saber que no siempre puedes con TODO, por lo menos no al mismo tiempo. En querer a tus hijos, aunque a veces te desquicien. En saber pedir perdón cuando la cagas y enseñarle valores para que sean niños respetuosos y, lo más importante, que su madre no es solo madre, sino una mujer con días buenos y malos y que lo hace lo mejor que puede.
¿Es posible, de verdad, la conciliación? ¿Se puede ser madre y tener éxito profesional o es una utopía?
La conciliación no existe. Nos dicen que podemos con todo, pero la realidad es que no es así, yo tuve que renunciar a mi trabajo por lo mismo. Se puede ser madre y tener éxito, sí, pero con esfuerzo, renuncias y un sistema que, en lugar de ayudar, muchas veces pone más trabas, pero en mi caso me reinventé y aquí me tienes, con una comunidad preciosa de mujeres bonitas, un libro, un pódcast y estoy haciendo una entrevista para la revista más importante de España.
¿Te permite el hecho de ser autónoma y de ser creadora de contenido en redes sociales vivir mejor tu propia maternidad?
Lo bueno de todo esto es que ya no paso ansiedad si algún día un hijo se pone malo, ya no tengo que llamar a la oficina para decir que no puedo ir o hacer malabares con mi marido para turnarnos y tampoco tengo que pedir permiso para ir a una función del cole, pero a cambio, mi jefe soy yo misma… y a veces soy bastante explotadora. El móvil es una extensión de mi mano y siempre estoy con la sensación de que debería estar haciendo más, soy muy ambiciosa. Pero al menos, puedo organizarme a mi manera, me encanta la vida que tengo ahora.
El contenido sobre maternidad que publicas, aunque sea en tono humorístico, aporta tranquilidad a muchas madres, que se ven reflejadas en tus vídeos. ¿Cómo se te ocurrió empezar a crear y a compartir este tipo de vídeos?
Porque me pasaban cosas con la maternidad y pensé, “seguro que esto le pasa a más madres, voy a empezar a mostrar mi maternidad”. Y me di cuenta de que la gente me comentaba que también le pasaba y decidí desmontar tantas cosas que son todavía tabú y dejar de romantizar la maternidad. Si mis vídeos ayudan a que alguien se ría en un mal día, ya ha merecido la pena.
¿Qué es lo más gratificante de tu trabajo en redes sociales?
Los mensajes de otras madres diciendo “gracias, necesitaba reírme” o “pensé que solo me pasaba a mí”. Saber que lo que hago alivia a alguien, aunque sea un poquito, es lo mejor. Y bueno, tampoco voy a mentir: que mi trabajo consista en hacer reír y que las madres no se sientan solas, pues es maravilloso y que, además, las marcas confíen en mí para ello, pues oye, ni tan mal, ¿no?
En el pódcast ‘Madres y musas’ no solo habláis de la maternidad en clave de humor, sino que también dais visibilidad a historias humanas, a maternidades con retos difíciles de asumir. ¿Qué te ha aportado todo esto desde el punto de vista personal, a la hora de verte a ti misma como madre?
¡¡He aprendido muchísimo!! Estar en el pódcast de Madres y Musas es lo más gratificante que me ha puesto la vida por delante, me ha hecho valorar mucho más mi propia maternidad. Cada historia que hemos contado en el pódcast me ha enseñado que no hay una única forma de ser madre.
Lo que cuenta no es ser perfecta, sino estar ahí, querer a tus hijos y hacerlo lo mejor que puedes
Poder desmontar mitos y que la gente te agradezca que hablemos de estas cosas porque así no se sienten “el bicho raro” es lo mejor que me ha pasado (laboralmente hablando, claro) porque así sientes que lo que haces tiene sentido.
Ha habido testimonios en el pódcast de mujeres que han pasado por situaciones durísimas y siguen adelante con fuerza y humor; es algo que me parece una fantasía.
¿Te ha cambiado la maternidad?
Vamos, como si fuera otra persona. Me ha cambiado la vida por completo, pero no considero que a mal, sino que ha sido una evolución, he aprendido a gestionar emociones, a tener más paciencia (bueno, algunos días más que otros) y a hacer malabares con mil cosas a la vez. También me ha enseñado que no siempre controlar todo y que, a veces, lo mejor es aceptar que tu casa nunca más va a estar ordenada, y, si hace falta, desaparecer un minuto para disfrutar de una buena ducha en soledad (aunque esto último ya es muy difícil).