Ir al contenido principalIr al cierre de página
Retrato de una niña emocionada en la cocina señalando un teléfono inteligente.© Getty Images

Psicología

¿Le has dado un móvil a tu hijo demasiado pronto? Así puedes solucionarlo

Si te arrepientes de haberle dado un móvil a tu hijo, esto te interesa. La psicóloga Sonia Martínez aconseja cómo quitárselo sin peleas ni como castigo


28 de febrero de 2025 - 7:00 CET

La crianza tiene mucho de prueba y error. Esto es algo que todos los padres aprenden al poco de nacer sus hijos y ocurre en todas las etapas de la vida de estos. Una de las decisiones de las que más a menudo muchas familias se arrepienten es de haberles dado un móvil. En no pocas ocasiones, después de regalárselo, comprueban cómo pasan más tiempo del deseado frente a él o cómo hacen un uso inadecuado de sus funcionalidades. ¿Qué podemos hacer los padres entonces? ¿Quitárselo sin más?

La psicóloga Sonia Martínez, directora de los centros Crece Bien, nos dice que sí, pero que la cuestión es hacerlo de tal forma que sea un aprendizaje y no una batalla campal. “Lo que no suele funcionar es simplemente decir: Me equivoqué, te lo quito y punto", advierte. “Si hacemos eso, lo más probable es que se sienta castigado y no entienda realmente el motivo”.

Si al retirarle el móvil reacciona con mucha rabia, llanto descontrolado o incluso agresividad, es una señal de que su mundo gira demasiado en torno a él

Sonia Martínez, psicóloga

Lo que la profesional aconseja es explicarle nuestra decisión con claridad y firmeza, pero también con cariño. “Algo como: Hemos estado observando cómo usas el móvil y creemos que ahora mismo no te está ayudando, sino al contrario. Vamos a guardarlo un tiempo y más adelante, cuando veamos que puedes gestionarlo mejor, lo volveremos a hablar. No es un castigo, es una decisión para ayudarte a aprender a usarlo bien”.

Otro consejo muy útil que Martínez da a las familias que se encuentran en esta tesitura es quitarle el móvil poco a poco, hacer una transición, en lugar de hacerlo de golpe. “Reducir el tiempo de uso progresivamente, establecer normas más claras y asegurarnos de que tenga otras actividades que no dependan del móvil”, propone. “Si el niño ve que no es un todo o nada, es más fácil que lo acepte”.

‘Mi hijo reacciona mal cuando le quito el móvil, ¿qué hago?’

“Si al retirarle el móvil reacciona con mucha rabia, llanto descontrolado o incluso agresividad, es una señal de que su mundo gira demasiado en torno a él”, explica la psicóloga. “No significa necesariamente que tenga una adicción, pero sí que necesita aprender a manejar mejor sus emociones y diversificar su tiempo”.

¿Qué podemos hacer entonces? Lo primero que hemos de tener en cuenta es que no debemos entrar en una lucha de poder, como nos dice Sonia Martínez. La realidad es que, si respondemos con gritos o castigos, no haremos más que empeorar la situación. “En su lugar, podemos validar su enfado sin ceder: Veo que estás muy enfadado/a porque te hemos quitado el móvil. Es normal que te moleste, pero no vamos a cambiar la decisión. Cuando estés más tranquilo/a, hablamos".

No se trata de prohibir o limitar sin más, sino de enseñarle, con el ejemplo y con diálogo, a utilizarlo de una forma sana

Sonia Martínez, psicóloga

“Si vemos que cada vez que no tiene el móvil se pone de muy mal humor, no sabe qué hacer o pierde el control, ahí sí podemos sospechar que hay una dependencia”, alerta la directora de los centros Crece Bien. Llegados a este punto, es necesario procurar no quitarle de golpe el smartphone, por mucho que sea lo que nos diga el instinto. Es preferible “ir regulando el uso poco a poco y fomentar otras actividades para que aprenda a desconectar sin sufrirlo tanto”.

Lo más importante es que nuestro hijo no sienta que la decisión de quitarle el móvil es un castigo injusto, sino “una oportunidad para aprender a usar el móvil de forma más saludable”. La cuestión es cómo lograr que vea así una medida que no le agrada en absoluto. Por eso hemos preguntado a Sonia Martínez qué hacer para ayudarle a que utilice el smartphone de manera responsable.

Adolescente, con un móvil en la mano, sonríe© Getty Images

¿Cómo ayudar a un niño o a un adolescente a utilizar el móvil de forma responsable?

“Lo primero es entender que no basta con decirle úsalo bien o poner normas sin más”, subraya la experta. “Si queremos que aprenda a gestionar el móvil de forma responsable, tenemos que acompañarle en el proceso, igual que hacemos con otras cosas, como cruzar la calle o aprender a relacionarse con los demás”.

Para ello, aconseja acordar con nuestro hijo una serie de normas básicas que debe cumplir, partiendo de que no deben ser reglas que impongamos sin más, sino que habremos de explicarle por qué son importantes. “Por ejemplo, tener momentos sin móvil, como en las comidas o antes de dormir, no es un castigo, sino una forma de que pueda descansar mejor y estar más presente en el día a día. Si lo entiende, es más fácil que lo respete”.

Otro punto a tener muy en cuenta es el tiempo de uso del dispositivo electrónico. “Si nos damos cuenta de que pasa horas pegado a la pantalla, en lugar de entrar en conflicto, podemos ayudarle a tomar conciencia: ¿Crees que después de estar dos horas con el móvil te sientes bien o terminas con la sensación de haber perdido el tiempo? Este tipo de preguntas le hacen reflexionar y poco a poco va aprendiendo a regularse”.

Por supuesto, hemos de ser muy conscientes de que somos el espejo en el que nuestros hijos se miran, de modo que, si nosotros mismos estamos mucho tiempo con el móvil, difícilmente podremos pedirle que haga un uso equilibrado del mismo.

‘¿Qué hace mi hijo con el móvil?’

Dentro del uso responsable del móvil por parte de nuestro hijo, la psicóloga pone énfasis en un aspecto fundamental, y es hablar con él de lo que hace con su smartphone, pero no desde la prohibición, sino desde la curiosidad: ¿Qué ves en TikTok? ¿Qué te gusta de Instagram?”, pone como ejemplo. “Esto nos ayuda a conocer su mundo y, al mismo tiempo, podemos guiarle para que desarrolle un pensamiento más crítico sobre lo que consume”.

En líneas generales, “no se trata de prohibir o limitar sin más, sino de enseñarle, con el ejemplo y con diálogo, a utilizarlo de una forma sana”, como concluye Sonia Martínez. “Al final, el objetivo no es que lo deje de usar, sino que aprenda a hacerlo con cabeza”.

© ¡HOLA! Prohibida la reproducción total o parcial de este reportaje y sus fotografías, aun citando su procedencia.