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Pediatra examinando el cuello de una niña© Adobe Stock

Salud

Rigidez en la nuca en niños: síntomas clave que no debes ignorar

Es uno de los síntomas asociados a la meningitis, por lo que es fundamental saber diferenciar esta rigidez de otros problemas en el cuello que no entrañan gravedad


25 de febrero de 2025 - 16:06 CET

La rigidez de nuca es un síntoma clínico que aparece en diferentes patologías en los niños enfermos y también en algunos niños sanos y que, como su nombre indica, está producida por el dolor en la región cervical y la imposibilidad de mover la musculatura del cuello, generando rigidez, que puede ser sospechada por la postura y la actitud del paciente y comprobada por la rigidez ante la presión manual de la nuca hacia adelante, y la resistencia y el dolor al intentar que la barbilla toque el pecho del niño.

El punto de partida: el cuello

El cuello es un espacio anatómico de gran importancia y trascendencia para la salud. Sostiene la cabeza, estructura principal por contener el cerebro y los órganos de los sentidos y, en su interior, está compuesto por huesos (vértebras cervicales, que contienen la médula espinal), discos intervertebrales, músculos, ligamentos, glándulas, ganglios, vasos sanguíneos y el comienzo de las estructuras del aparato respiratorio y el aparato digestivo.

Los signos de inflamación meníngea entre los lactantes pequeños son escasos y solo se suele observar irritabilidad, inquietud, fiebre y rechazo del alimento

¿Qué provoca la rigidez de nuca?

  • Patologías musculares. El Tortícolis es una de las situaciones más frecuentes que dan lugar a dolor y rigidez del cuello. Por actividades, trabajos, movimientos, posturas inadecuadas o posturas durante el sueño. Contracturas y tendinitis también pueden ocasionar rigidez.
  • El “latigazo cervical”. Un traumatismo cervical tras un accidente de automóvil es otras de las situaciones que generan dolor cervical agudo y también duradero.
  • Patologías osteoarticulares. Las malformaciones congénitas óseas de las cervicales o las patologías de los discos intervertebrales pueden generar dolor y rigidez.
  • Patologías O.R.L. (otorrinolaringología). Las infecciones localizadas en la entrada del aparato respiratorio, tan frecuentes en la edad infantil, también ocasionan dolor y rigidez. Las amigdalitis agudas con hipertrofia amigdalar. El absceso peri amigdalino y el absceso retrofaringeo producen dolor y rigidez. El aumento de tamaño de los ganglios cervicales laterales también es causa de rigidez.
  • Patologías infecciosas. La meningitis es la enfermedad infecciosa que de forma más regular produce dolor y rigidez de nuca. La inflamación de las meninges por virus, bacterias, hongos o parásitos da lugar en los lactantes mayorcitos y en los niños de más edad a rigidez de nuca acompañada de otros síntomas clínicos.
Madre comprueba si su hijo tiene fiebre© Getty Images

Meningitis bacteriana aguda y la importancia de actuar de inmediato

La meningitis bacteriana de los niños entre los dos meses y los 12 años de edad está causada casi siempre por el streptococo neumonie o por el meningooco. Es una enfermedad que aparece con mayor frecuencia en invierno, y es un enfermedad grave y hasta hace poco tiempo relativamente frecuente. Las vacunaciones han controlado su incidencia y en la actualidad su aparición, afortunadamente, es mucho más escasa.

Las manifestaciones clínicas suelen estar precedidas de síntomas de las vías aéreas superiores. El comienzo suele ser rápido, los signos de inflamación meníngea entre los lactantes pequeños son escasos y solo se suele observar irritabilidad, inquietud, fiebre y rechazo del alimento.

En los lactantes mayorcitos y en los niños aparece fiebre, cefalea, irritabilidad, náuseas, vómitos, rigidez de nuca, letargo, fotofobia, artralgias, mialgias, dorsalgia, lesiones purpúreas en la piel y signos de coagulación intravascular. Pueden aparecer convulsiones y coma y el niño presenta en la exploración física los signos de Kernig y de Brudzinski positivos.

Cuándo debemos solicitar atención médica

En el curso de una enfermedad febril la aparición de rigidez de nuca acompañada de algunos de los síntomas antes referidos debe poner sobre aviso a los padres y, por tanto, deben acudir a su pediatra lo antes posible. La actitud del niño, la impresión de gravedad, la dorsalgia, su postura y la rigidez del cuello les  deben hacer sospechar en una meningitis.

Su médico, o el médico de un servicio de urgencias, realizará el diagnóstico diferencial a través de pruebas analíticas y pruebas de imagen y le practicará una punción lumbar para llegar a un diagnóstico temprano y para iniciar un enérgico tratamiento con antibióticos, que ayudarán de forma decisiva a una buena evolución y a una curación completa y sin secuelas.

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