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Mercedes Bermejo, psicóloga infanto juvenil

Psicología

Mercedes Bermejo, psicóloga: ‘Ir al psicólogo no es una actividad optativa, es un tema de salud mental’

¿Cómo decir a un niño que debe ir al psicólogo? ¿Y a un adolescente? La especialista nos explica qué hemos de hacer cuando nuestro hijo precisa ayuda profesional


21 de febrero de 2025 - 15:36 CET

Cuando un niño o un adolescente tiene un problema emocional de diversa índole o de conducta o un posible trastorno, es necesario que vaya al psicólogo, pero… ¿cómo decírselo? ¿Cómo explicarle que es una necesidad para él? ¿Cómo hacerle ver que no es nada ‘malo’? Las respuestas a todas estas preguntas nos las da Mercedes Bermejo, psicóloga sanitaria experta en infancia, adolescencia y familia, vocal del Consejo Oficial de la Psicología de Madrid y autora del libro ¿Quién es el psicólogo? (editado por el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid). Detalla también cómo hacerles ver las funciones de este profesional sanitario y de qué manera le va a ayudar.

Niño en la consulta de su psicóloga© Getty Images

 ¿Cómo decir a un niño que debe ir al psicólogo?

Es importante que, como adultos, les podamos anticipar qué es lo que va a pasar: si van a ir a un especialista, cómo es ese especialista. Lo importante es entender que niños y niñas no son adultos en miniatura, sino que tienen una serie de características evolutivas emocionales diferentes a los adultos y es, por tanto, importante que podamos adaptar el lenguaje al lenguaje de la infancia para que puedan entenderlo. 

Su lenguaje es mucho más creativo, lúdico, simbólico. Y por eso los cuentos son un buen recurso para poder explicárselo a niños y niñas (mi cuento ilustrado ¿Quién es el psicólogo? está descargable en abierto y cualquiera puede utilizarlo).

Algunos adolescentes tienen problemas de salud mental graves, severos, crónicos y es importante darle el valor que tenemos a los profesionales de la psicología

Mercedes Bermejo, psicóloga infanto-juvenil

Lo que es importante es trasladar al niño que el hecho de que deba ir al psicólogo no es porque sea su culpa, ni porque sea malo, ni porque haya hecho nada mal. No hay que ponerle etiquetas, sino explicarle que el psicólogo al final es un recurso, una persona a la que le gustan los niños que le va a poder dar truquitos, herramientas y técnicas para que, si hay algo que le genere malestar, poco a poco se vaya sintiendo mejor. 

Además, el psicólogo o psicóloga va a hablar también con los papás y mamás, ya que es fundamental la coordinación paralela con los padres, porque los padres también muchas veces nos equivocamos y también necesitamos que nos digan en qué cosas podemos mejorar. Entonces, el psicólogo va a hablar con los papás, va a hablar con el cole, va a hablar con diferentes personas importantes para el niño o la niña para poder ayudarle a que pueda sentirse mejor.   

¿Y a un adolescente, al que quizás le produzca más rechazo por los prejuicios que pueda tener?

Es frecuente muchas veces que los adolescentes no quieran ir al psicólogo o todo lo contrario: como van sus amigas, como lo han escuchado o lo han visto en redes, también quieren ir. Pero en el caso de los adolescentes que no quieran ir, nosotros siempre intentamos que vengan la primera vez y siempre decimos que prueben, que vengan y que nos conozcan. Los psicólogos de Infanto Juvenil, como es mi especialidad, estamos especializados; es decir, que de cara a los adolescentes es importante pedirles que nos den la oportunidad para poder conocernos y entendemos. 

Nosotros decimos que no es que en la familia está el problema, sino que en la familia está la solución, y que tenemos que buscar una solución colectiva conjuntamente para poder ayudar a la familia a que se encuentre mejor. No hay que señalar tanto al adolescente, al que muchas veces estigmatizamos, etiquetamos... parece que el problema está en el adolescente, cuando realmente el adolescente es el síntoma de algo que está ocurriendo en las relaciones y en las dinámicas familiares

Por eso, hay que desculpabilizar al niño, al adolescente, y poder explicarle y hacerle llegar que muchas veces los padres se equivocan y que, a lo mejor, hay castigos o hay formas de de actuar de los padres que no son adecuadas y que nosotros les vamos a ayudar a todos a que se puedan sentir mejor.

Adolescente habla con su psicóloga© Getty Images

¿Qué podemos hacer si, una vez que se lo hemos comunicado, se niegan a ir?

Cuando un niño o un adolescente está enfermo y tiene un síntoma, ¿dudamos si llevarle al médico? Tiene que ir al médico. Cuando tiene que ir al instituto o tiene que ir al colegio, ¿dudamos si dice que no quiere ir? No. Entonces, cuando tiene que recurrir a un profesional sanitario (nosotros trabajamos en centros sanitarios), ¿por qué les damos lugar a que duden los padres?

Esto tiene que ver mucho con la figura de autoridad de los padres y la importancia que den los padres a ir al psicólogo. Es decir, no es una actividad extraescolar, no es una actividad lúdica y, por lo tanto, no es una actividad optativa, sino que es un tema de salud mental. Y algunos adolescentes tienen problemas de salud mental graves, severos, crónicos y es importante darle el valor que tenemos a los profesionales de la psicología.

¿Cómo explicar a los niños y a los adolescentes la ayuda que les va a brindar el psicólogo?

No estamos para culpabilizar. Explicarles que nosotros estamos para ayudar, para acompañar, para enseñar, para asesorar; nunca para juzgar y que, al final, con nuestra ayuda, poco a poco se van a ir encontrando mejor. Teniendo en cuenta que, además, somos expertos en infancia, adolescencia y familia, tenemos la capacidad y las habilidades para poder vincularnos, para poder manejarnos con ellos. A veces nos dicen: “es que pensaba que me ibas a poner un diván” o “pensaba que me ibas a regañar” o “pensaba que eras una amiga de mamá”. No. 

Los padres deben darle la importancia, la relevancia, incluso la gravedad que tiene el poder acudir o no acudir a un profesional de la psicología 

Mercedes Bermejo, psicóloga infanto-juvenil

De hecho, cuando publicamos el cuento, me decían a menudo que yo era la amiga de mamá o que yo era un castigo por portarse mal o que pensaban que yo les iba a tumbar en un diván o que les iba a poner deberes o que tenía una bola de cristal o una varita mágica. Es muy importante el poder desmitificar qué es y qué no es un psicólogo. 

En mi cuento hago mucha alusión a qué es lo que no es un psicólogo: no tenemos varita mágica, no tenemos bola de cristal, no regañamos, no ponemos inyecciones, sino que estamos para ayudar, estamos para acompañar, estamos para entender, porque hay mucho sufrimiento humano y, sobre todo, en población infanto juvenil. Y no es justo, no se lo merecen; cuanto antes les podamos ayudar, antes se irán sintiendo mejor, porque se merecen ser felices y estar tranquilos y en paz.

¿Cuál es el papel de los padres a la hora de hacer entender a su hijo que debe ir al psicólogo aunque no quiera?

Aquí vemos muy mucho cómo se manejan los límites, la figura de autoridad, a qué se le da importancia y a qué no. Esto tiene que ver mucho con la figura de los adultos, con el valor que le estamos dando a este tipo de recursos. Somos un recurso de salud mental y, como siempre decimos, "no hay salud sin salud mental". La salud mental es básica y fundamental. 

Hay veces que a lo mejor no quiere venir y yo siempre digo a los padres que vengan, que a través de ellos les vamos a ayudar a que pueda venir al adolescente, le hacemos llegar mensajes a través nuestro… pero primero es importante poder hacer un encuadre y entender que no somos como animadores de ocio y tiempo libre, que no somos una actividad más, sino que estamos dentro de un ámbito sanitario, que es un tema muy serio. 

Hay que hacerles entender que, aunque no sea una lesión visible, las lesiones invisibles, las lesiones emocionales, dejan una herida que, muchas veces, puede durar hasta la etapa adulta. Los padres deben darle la importancia, la relevancia, incluso la gravedad que tiene el poder acudir o no acudir a un profesional de la psicología. Es muy importante el concienciarse sobre ello.

5. ¿Es adecuado pedirle al niño o al adolescente que no le diga a sus amigos que va al psicólogo?

El niño, la niña o el adolescente puede decirle a sus amigos lo que quiera decirles. Tenemos que normalizar porque la psicología todavía está muy estigmatizada. Si un niño va al médico porque le tienen que quitar una escayola, ¿se lo va a decir a sus amigos? Es verdad que, como es algo que no se ve, parece que no existe, pero creo que, desgraciadamente, con la pandemia se ha normalizado mucho más hablar de salud mental y hablar de cuando uno está triste o tiene ansiedad o tiene síntomas depresivos. 

Yo siempre les digo a mis pacientes y a mis “pacientitos” que yo guardo el secreto profesional porque tengo una ética y un código un código deontológico profesional, pero ellos pueden hablar de lo que hablemos en consulta. Pueden hablarlo, si quieren, con sus papás y, si no quieren, no tienen por qué hablarlo.

Y lo mismo con sus amigos. Es decir, pueden comentarlo abiertamente si les apetece. Hay muchos niños a los que les encanta. Cuando voy a los colegios algunos de mis pacientes vienen, me cogen de la mano, me presentan a sus amigos, y hay otros que me piden por favor que, cuando vaya que no les salude porque les da vergüenza. Creo que tenemos que respetar esta etapa evolutiva y tenemos que respetar las características, preferencias y prioridades que también tiene cada niño o niña. Si prefiere que esto sea un espacio seguro, un espacio de intimidad y un espacio secreto, pues así lo vamos a mantener. Creo que que es una de las áreas donde es importante que los niños y niñas se sientan cuidados y respetados.

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