Que los niños sigan una dieta equilibrada es esencial para su salud. Es algo que los pediatras y distintos especialistas médicos recalcan una y otra vez porque afecta directamente al desarrollo físico, e incluso, cognitivo del menor. Uno de los aspectos en los que repercute es en la visión: “las vitaminas esenciales puede tener un impacto significativo en la salud visual de los niños, ya que estas juegan un papel crucial en el desarrollo y el crecimiento adecuado de los ojos”, confirma la Dra. Laura Camargo, oftalmóloga especialista en Oftalmología Pediátrica y Estrabismo de Clínica Baviera Barcelona.
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Un bajo nivel de vitamina D se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar miopía en los niños
¿Cómo afectan las vitaminas a la visión de los niños?
Partiendo del importante papel que las vitaminas desempeñan en la salud visual infantil, la Dra. Camargo nos detalla la funcionalidad de cada una de ellas en lo que a la visión respecta:
- La vitamina A, presente en alimentos como zanahorias, tomates, batatas, espinacas, calabaza y productos lácteos, “es fundamental para la función visual, ya que es un componente esencial para la producción de ciertos pigmentos para que la retina funcione adecuadamente en la oscuridad”. El déficit de esta vitamina se relaciona con problemas de visión nocturna (es lo que se conoce como ceguera nocturna) y con sequedad en la córnea y la conjuntiva.
- La vitamina C, que se encuentra en naranjas, fresas, kiwis, pimientos o brócoli, “es un potente antioxidante que protege las células del estrés oxidativo”. La oftalmóloga nos explica que la vitamina C contribuye a la salud de los vasos sanguineos en los ojos y ayuda en la absorción del hierro, esencial para la salud ocular. Por el contrario, la falta de vitamina C puede aumentar el riesgo de desarrollar cataratas o problemas relacionados con la degeneración macular.
- La vitamina E, presente en frutos secos, semillas, aceites vegetales y espinacas, ayuda a mantener la salud de la retina y, al igual que la C, es antioxidante. “La carencia de vitamina E puede provocar problemas de visión, ya que el daño oxidativo puede afectar las estructuras oculares, como la retina, y contribuir a problemas como la degeneración macular”.
- La vitamina D se obtiene, sobre todo, a través de la exposición al sol, aunque también se encuentra en pescados grasos y en leche fortificada. “Aunque se asocia principalmente con la salud ósea, la vitamina D también tiene un papel en la prevención de enfermedades oculares, como la degeneración macular relacionada con la edad y la miopía”, indica la especialista de Clínicas Baviera. “Un bajo nivel de vitamina D se ha relacionado con un mayor riesgo de desarrollar miopía en los niños”.
¿Cómo detectar los problemas de visión ocasionados por falta de vitaminas?
Lo que la Dra. Laura Camargo nos comenta al respecto es que es complicado detectar si los problemas de visión de los niños son causados por déficit de vitaminas, puesto que los síntomas de estos déficits son graduales y varían dependiendo de la vitamina de la que carece. En cualquier caso, nos enumera una serie de signos y síntomas que pueden alertar sobre un déficit vitamínico. Son los siguientes:
- Dificultades para ver en condiciones de poca luz (ceguera nocturna)
- Ojos rojos o secos.
- Manchas en la parte blanca de los ojos o cambios en su coloración.
- Úlceras (heridas) o cicatrices en la córnea.
- Cambios en la piel de los párpados.
“Ante la presencia de alguno de estos signos o síntomas se recomienda consultar con un oftalmólogo pediatrico para realizar un examen completo y valorar necesidad de estudios complementarios, como análisis de sangre, y determinar si hay déficit de vitaminas y recomendar un tratamiento adecuado”, subraya Camargo.
La carencia de vitamina E puede provocar problemas de visión, ya que el daño oxidativo puede afectar las estructuras oculares, como la retina, y contribuir a problemas como la degeneración macular
La oftalmóloga tranquiliza al afirmar que la mayoría de estos problemas se solucionan con el aporte adecuado de vitaminas. Eso sí, la efectividad del tratamiento depende del diagnóstico temprano, según nos indica. “Dependiendo del grado del déficit se puede aumentar la ingesta de alimentos ricos en vitaminas o recomendar suplementos vitamínicos en dosis de tratamiento”.
“Por este motivo, es importante que los niños reciban una alimentación equilibrada que incluya vitaminas A, C, E y D, así como ácidos grados omega-3, para apoyar una visión saludable”.